La importación de cebolla de terceros países asfixia a los productores malagueños
La competencia exterior y la ineficacia de la Ley de la Cadena Alimentaria se encuentran entre las principales dificultades
Los agricultores de cebolla de Málaga están enfrentando la «peor crisis del siglo» debido a la falta de compradores y precios insostenibles, según informa la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores, ASAJA Málaga. Los productores de cebolla temprana de la provincia están viviendo la situación más complicada en décadas, con un mercado saturado y precios que no cubren ni siquiera los costos de recolección.
ASAJA Málaga asegura que en los mercados locales se encuentran cebollas provenientes de países como Chile, Senegal o Perú. Esta competencia extranjera, con condiciones de producción muy diferentes, ha saturado los supermercados y desplazado a la cebolla local, que no encuentra compradores.
Baldomero Bellido, presidente de ASAJA Málaga, ha destacado que, en esta ocasión, el problema no es solo que el producto no tenga un precio adecuado, sino que no hay compradores dispuestos a adquirir la cebolla. Si alguien la compra, «es a un precio irrisorio que no cubre ni la mitad del coste de la recolección», señala Bellido. Esta situación pone en evidencia la ineficacia de la Ley de la Cadena Alimentaria, que según el presidente de ASAJA Málaga, queda en entredicho cada vez que un producto agrícola enfrenta problemas en el mercado.
Exceso de producción
En el presente año se ha producido un exceso de producción combinado con buenas cosechas. Cierto porcentaje de agricultores ha decidido aumentar la producción de cebolla, buscando alternativas ante la evolución de los precios en los últimos años. A esto se añade la falta de regulación del mercado, lo que ha generado que se vendan más semillas de cebolla que en años anteriores, creando expectativas irreales sobre los beneficios.
La situación «favorable» local se ha agregado a la facilidad en otros países en la importación de sus productos, provocando una gran oferta en comparación a la demanda y por ende una caída drástica de los precios.
Inversión considerable
Según explica un agricultor malagueño a THE OBJECTIVE, las previsiones este año eran positivas y la inversión sobre este cultivo ha sido mayor en relación a otras campañas. Sin embargo, reconoce que el exceso de producción, la competencia extranjera y la ineficacia de la Ley de la Cadena Alimentaria han caído como un jarro de agua fría al considerar que las pérdidas podrían ser elevadas.
Las cooperativas de la zona están tratando de buscar algún tipo de solución antes de que los daños sean irreversibles. La campaña de recolección de la cebolla temprana en el campo es muy corta en comparación con otros cultivos y exige un plan de acción para contrarrestar las acuciantes pérdidas que se prevén.
Impacto en zonas tradicionales de cultivo
Las áreas tradicionales de cultivo en el norte de la provincia de Málaga, especialmente los municipios de Archidona, Antequera y Sierra de Yeguas, están viendo cómo su cosecha no tiene demanda: «Nadie pregunta por nuestra cosecha y los pocos interesados no están dispuestos a pagar un precio justo», remarca Bellido.
ASAJA Málaga critica la actual situación y enfatiza la importancia de comprar productos nacionales en temporada. Según la asociación agraria, comprar productos locales no solo garantiza la trazabilidad y seguridad de los alimentos, sino que fomenta la economía y el empleo en las zonas rurales: «Es crucial que los consumidores miren el origen del producto y exijan que, durante la temporada de cebolla, este sea español», subraya Bellido.
Un ojo en el mercado
Las organizaciones agrarias se encuentran alerta ante las fluctuaciones de los precios del campo. Como informó THE OBJECTIVE, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Almería denunció ante la Agencia de Información y Control Agroalimentario (AICA) un presunto movimiento especulativo en el mercado de la sandía por parte de algunas cadenas de supermercados.
COAG alegó que estas cadenas están realizando campañas de oferta agresivas para manipular el mercado y bajar los precios de origen, afectando negativamente a los productores que están al límite de sus costos de producción. La organización hizo un llamado a la vigilancia por parte de las autoridades y a la responsabilidad de los comercios y consumidores.