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Andalucía

Temor en la Costa del Sol a que el tren del litoral no se complete hasta 2040

Expertos advierten de que el proyecto avanza con lentitud y se enfrenta a obstáculos técnicos, políticos y financieros

Temor en la Costa del Sol a que el tren del litoral no se complete hasta 2040

Dos trenes en la estación de Cádiz | Pascal Saez (Zuma Press)

El ambicioso proyecto ferroviario que pretende unir Algeciras y Nerja a lo largo de la Costa del Sol encara un horizonte temporal de al menos 16 años antes de su culminación. A pesar del reciente impulso con la adjudicación del estudio de viabilidad por parte del Gobierno central, los plazos estimados por distintos expertos del sector apuntan a que la ejecución completa de la obra se alargará, incluso en el mejor de los escenarios, durante más de una década y media.

La adjudicación del estudio ha recaído en una unión temporal de empresas formada por las consultoras WSP Spain y Apia. Durante los próximos 18 meses, estas entidades deberán definir el trazado, analizar la rentabilidad económica y social del proyecto y proponer el tipo de tren más adecuado. Aunque este paso representa un avance importante, no deja de ser una fase preliminar dentro de un proceso extremadamente complejo.

El anuncio ha venido acompañado por declaraciones desde el Gobierno central en las que se destaca el compromiso político con la infraestructura. Sin embargo, apenas una semana después, el Congreso aprobó, a propuesta del Partido Popular, solicitar al Ejecutivo una planificación detallada con hitos concretos. Desde el Partido Socialista, en cambio, se apela a la prudencia ante las incertidumbres técnicas y administrativas que podrían surgir.

Apuntes de los expertos

Los cálculos de diversos ingenieros y consultores señalan que si se logra una coordinación eficaz entre administraciones, una financiación sostenida y una tramitación ágil, el tiempo mínimo necesario sería de once años. No obstante, en un contexto realista, la duración del proyecto podría estirarse hasta los 16 años. Esto, siempre y cuando no surjan obstáculos que obliguen a paralizar o rediseñar fases del proceso, como ha ocurrido en anteriores ocasiones.

Uno de los principales desafíos radica en el coste económico. El estudio recién adjudicado tiene un valor de un millón de euros, cifra simbólica si se compara con el coste global estimado. Las últimas cifras, difundidas por la Asociación Nacional de Constructoras (Seopan), cifran la inversión total en torno a los 6.700 millones de euros. Estudios previos, como el impulsado por el Ayuntamiento de Málaga con el respaldo financiero de Unicaja, estimaban un coste de 2.100 millones únicamente hasta Marbella. Según la información recopilada por THE OBJECTIVE, la variabilidad de los presupuestos obedece, en parte, a la complejidad del trazado y a las distintas soluciones técnicas que podrían adoptarse.

Además del componente financiero, existen otros factores críticos que podrían ralentizar el proceso: los tiempos de decisión entre fases administrativas, la declaración de impacto ambiental, la redacción de proyectos constructivos por tramos y las necesarias expropiaciones. La cronología más optimista contempla 18 meses para el estudio de viabilidad, otros seis meses para analizar sus resultados y decidir el siguiente paso, seguido por el estudio informativo (otros 18 meses) y la evaluación ambiental, que podría extenderse entre dos y tres años.

Retos tras el ambicioso proyecto

Una vez completados estos pasos, y siempre suponiendo que la financiación esté asegurada, se daría paso a la redacción de proyectos constructivos, probablemente divididos en tramos de entre 15 y 20 kilómetros. Estos requerirían otros dos años adicionales. En paralelo, se tendrían que iniciar los procesos de expropiación, que en el mejor de los casos podrían completarse en un año. Las obras, por su parte, sumarían al menos cuatro años, aunque podrían extenderse en función del ritmo de ejecución y la simultaneidad entre tramos.

Los ingenieros consultados por este medio coinciden en que la viabilidad técnica no es el mayor obstáculo. Lo que condicionará el ritmo es la disponibilidad presupuestaria y la cooperación política. Algunos especialistas abogan por una fórmula mixta de financiación, incorporando capital privado para acelerar los plazos.

Una zona tensionada

Mientras tanto, los problemas de movilidad siguen agravándose en la Costa del Sol, una de las regiones con mayor crecimiento demográfico del sur de Europa. Esta semana, una delegación del Partido Popular de Málaga trasladó su preocupación al comisario europeo de Transporte Sostenible y Turismo durante una visita a Bruselas. Denunciaron la falta de inversiones y la lentitud del Gobierno central en la ejecución de infraestructuras clave, como el tren litoral y el tramo Algeciras-Bobadilla, esencial para el transporte de mercancías.

Durante el encuentro, la presidenta del PP malagueño alertó de que el crecimiento poblacional en la franja litoral andaluza podría provocar un colapso si no se toman medidas urgentes. También se señaló que las deficiencias en movilidad afectan directamente al turismo y a la cohesión territorial, al tiempo que contribuyen al fenómeno de la «turismofobia» por saturación de servicios.

La posibilidad de contar con fondos europeos se mantiene abierta, pero depende de negociaciones en curso sobre el marco financiero de la UE. Desde Bruselas se ha recordado que no hay turismo sin transporte, y que el desarrollo de infraestructuras sostenibles es esencial para el futuro económico de la región.

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