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La espectacular Semana Santa de Medina de Rioseco

La Ciudad de Medina de Rioseco vive de forma muy especial al Semana Santa. De los 5.000 habitantes que tiene en el censo, cerca de 4.000 son protagonistas de su Semana Santa

La espectacular Semana Santa de Medina de Rioseco

Procesión de Medina de Rioseco | Junta de Semana Santa de Medina de Rioseco

Viajar a la provincia de Valladolid en la época en la que eclosiona la Semana Santa es una extraordinaria ocasión para disfrutar de un auténtico Museo al aire libre. La provincia de Valladolid cuenta con tres Semanas Santas declaradas de Interés Turístico Internacional, lo que garantiza disfrutar de la élite de dichas celebraciones por su organización, calidad de las tallas y dedicación de sus cofrades.

Semana Santa de Medina del Campo

Igualmente, en el territorio vallisoletano cuentan con una Semana Santa declarada de Interés Turístico Nacional en el municipio ribereño de Peñafiel y una de Interés Turístico Regional, la Semana Santa de Tordesillas.

Viajar a la provincia de Valladolid también es una excelente oportunidad para visitar la centenaria ciudad de Medina de Rioseco en el corazón del viejo reino de Castilla, la Ciudad de los Almirantes de Castilla.

Esta localidad, antiguo señorío de los Almirantes de Castilla, actores imprescindibles en la historia de España y soporte firme de la corona en los siglos XV y XVI, desarrolló una intensa vida comercial desde el año 1423, acrecentándose notablemente a raíz del descubrimiento de América y ganando el sobrenombre de la «India Chica».

Durante esta época, sus calles de abrigados soportales, que todavía hoy se pueden disfrutar en la Rúa Real, albergaron ferias y mercados donde comerciantes, cambistas y banqueros de toda Europa desplegaron una intensa vida comercial y financiera que condujo a que el rey Felipe IV le otorgase el título de ciudad en 1632.

Solo hay que visitar la ciudad de Medina de Rioseco para que lo primero que te llame la atención es la majestuosidad de sus Iglesias. Medina de Rioseco no levantó iglesias, sino catedrales.

Otra de las singularidades de Medina de Rioseco es la obra de ingeniería civil más importante de los siglos XVIII y XIX en España, el Canal de Castilla, inconcluso proyecto de unión fluvial de esta tierra con el mar Cantábrico, que hoy recorre para disfrute del visitante el barco Antonio de Ulloa.

Visitar Medina de Rioseco es un gran plan en cualquier momento del años, pero sin duda alguna, si hay una época en la que esta bella localidad brilla con luz propia es durante la celebración de la Semana Santa, que encuentra sus orígenes en la creación de la cofradía penitencial de la Vera Cruz bajo el auspicio de los Almirantes de Castilla en los primeros años del siglo XVI.

Barco Antonio de Ulloa en el Canal de Castilla

La Semana Santa de Medina de Rioseco está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, conserva el espíritu tradicional de la celebración de la Pasión de Cristo y es, sin duda, la que mejor expresa la manera castellana de sentirla.



Centenarias cofradías que mantienen desde el siglo XVI una profunda devoción a los pasos procesionales que, cada año, los cofrades portan a hombros por las estrechas calles riosecanas. Esculturas de madera que a golpe de gubia tallaron grandes maestros de la imaginería castellana como Rodrigo de León, Pedro de Bolduque, Mateo Enríquez o Tomás de Sierra. La lentitud de los pasos saliendo de las puertas de las iglesias. El padre que se emociona al ver a su hijo esforzarse bajo «el tablero».



La débil llama de los faroles que en hilera alumbran las imágenes de la Pasión. El baile de los pasos en los soportales de la calle Mayor. La sombra de un Nazareno reflejada en la colosal portada de la iglesia de Santa Cruz. La rodillada de los pasos frente a la Virgen de la Cruz en el Arco Ajújar, antigua puerta gótica de la muralla. El canto de la Salve al final de la procesión.



Todos estos instantes quedarán grabados en la retina del visitante que nos acompañe en Semana Santa y le harán participar de una tradición centenaria que constituye nuestra seña de identidad. Mención aparte merece el Viernes Santo con uno de los momentos más importantes de la Semana Santa riosecana: la salida de los llamados «pasos grandes», dos colosales grupos escultóricos que representan la Crucifixión y el Descendimiento del Señor, popularmente conocidos como ‘El Longinos’ y ‘La Escalera’.

La Semana Santa en Medina de Rioseco

Durante el transcurso de la Semana de Pasión, en la Ciudad de Medina de Rioseco, por sus rúas y calles, tienen lugar las manifestaciones populares más importantes que se celebran a lo largo del año a través de la participación ciudadana en las diferentes procesiones de semana santa. Estas procesiones tienen la característica común de realizarse con una elevada participación y seguimiento por parte de los cristianos creyentes.

El Domingo de Ramos, se celebra la «Procesión de la Palmas» y desde la Iglesia de Santa María de Mediavilla, se inicia con el Paso «La Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén», popularmente conocido como «La Borriquilla». Preciosa estampa se produce durante todo su recorrido, pero sobre todo en la Plaza Mayor, cuando en el transcurrir de la Procesión, pasa Jesús al lomo del borrico junto a los olivos allí plantados y que nos trasladan por unos breves instantes al pasado, en la ciudad de Jerusalen.

Domingo de Ramos

El Martes Santo tiene lugar la «Procesión de la Clemencia», procesión recuperada de tiempos pretéritos, pero que se ha comenzado a procesionar de nuevo en 2010. Los hermanos cofrades, acompañados de la Banda de Cornetas y Tambores de la Junta de Semana Santa, llevan sobre sus hombros el Paso del «SANTO CRISTO DE LA CLEMENCIA», obra del escultor riosecano Pedro de Bolduque esculpido en torno a 1592 y restaurado en el año 2009.

Martes Santo



Desde la Iglesia de Santa María de Mediavilla, el Miércoles Santo parte el «Vía-Crucis y la Procesión del Encuentro» de Jesús Camino del Calvario con su Madre, la Virgen María., desfilando los pasos del Santo Cristo del Amparo (Siglo XVI) y La Dolorosa (Siglo XVI). Esta procesión popular que, presidida por el pueblo, los fieles que asisten y acompañan durante el recorrido urbano, alzan al cielo sus oraciones mientras que la Cruz en la que está crucificado Jesucristo, es portado a hombros por cofrades. A esta procesión asisten dos cofrades designados por cada una de las distintas Cofradías penitenciales riosecanas, uno con su farol y el otro con una cruz, que abraza sobre sus hombros acompañan a Jesús.

Miércoles Santo



El Jueves Santo tiene lugar la «Procesión del Mandato y La Pasión». En la tarde del Jueves Santo tiene lugar el Desfile de Gremios. Los cofrades se han reunido en el lugar donde les ha convocado el Mayordomo de su respectiva Cofradía para agasajarles con un refrigerio, y tras compartir unos momentos entrañables de confraternidad y convivencia, los hermanos cofrades que van a sacar esta tarde los Santos Pasos, al toque del Pardal, inician el cortejo hacia la Sede Social de la Junta de Semana Santa. Allí son esperados por la Vara Mayor los Mayordomos de cada Hermandad dando inicio al Desfile de Gremios donde se dirigirán por la Rúa Mayor hasta la Casa Consistorial, lugar donde se realizará el acto de recepción de las autoridades locales a las Varas y Mayordomos y posterior invitación de la Vara Mayor a los miembros de la Corporación Municipal y demás autoridades, para que les acompañen en la presidencia durante los desfiles procesionales.

La salida de los Pasos del Templo supone para los cofrades uno de los momentos más emotivos que van a tener durante el desarrollo de la procesión. Bajo las ordenes e instrucciones  del “Cadena” los hermanos van a sacar los siguientes Pasos: “La Oración del Huerto”(Obra escultórica perteneciente a la Escuela castellana).- “La Flagelación” (Escuela Castellana, S. XVII, y dos Sayones obra de Mariano Nieto, año 1998).- “Jesús Atado a la Columna (Gregorio Fernández, S. XVI).- Ecce-Homo o Jesús de la Caña” (Obra de Claudio Tordera, S. XVII).- “Jesús Nazareno de Santiago(Santo Cristo obra de Gregorio Fernández, S. XVII).- “La Santa Verónica(José Ajenjo, año 1999).- “Jesús Nazareno de Santa Cruz (Juan de Muniátegui, S. XVII).- “La Desnudez” (Vicente Tena, año 1910).- “Santo Cristo de la Pasión” (Juan de Muniátegui, S. XVII).- “La Dolorosa” (Juan de Juni, S. XVI).

Todos estos pasos son portados a hombros y sus cofrades visten túnicas negras de paño castellano o de terciopelo morado, conforme con el origen de sus Cofradías (La Penitencial de la Pasión, con túnicas de paño castellano o terciopelo negro, o la Cofradía de la Vera Cruz, pertenecientes a la Iglesia de Santiago, con túnicas de terciopelo morado).

Jueves Santo

En esta procesión se han de poner de manifiesto dos momentos importantes: “La Rodillada”, momento en el que los Pasos hacen una genuflexión ante la Virgen de la Cruz o del Rosario, situada en la Capilla del Arco de Ajújar; el otro momento se corresponde con el canto de la Salve en el momento de finalización de los actos procesionales.

Hay que destacar que este año 2011, con motivo de la celebración de la Exposición de las Edades del Hombre en Medina de Rioseco, las procesiones del Martes y del Jueves Santo no salen de su tradicional Iglesia, la Iglesia de Santiago de los Caballeros, motivo por el cual, se ha visto alterada de manera excepcional los recorridos procesionales tradicionales y el lugar de salida y llegada de los Santos Pasos realizándose desde la Iglesia-Museo de San Francisco.

El Viernes Santo  desde la Iglesia de Santa María, parte la PROCESIÓN DE LA SOLEDAD. En la tarde del Viernes Santo, al toque del Pardal da comienzo el tradicional  Desfile de Gremios. Momentos antes han disfrutado del “refresco” que con gran orgullo y satisfacción les ha sido ofrecido por el Mayordomo. Las Cofradías a medida que el Pardal les va recogiendo en el lugar acordado, se colocan con profundo respeto en el mismo orden que ocuparán más tarde sus Pasos en Procesión; los Hermanos  que han sido designados en sus Juntas Generales para portar los Pasos, se van colocando respetando escrupulosamente sus puestos en el mismo lugar de carga que les ha correspondido.  Horquilla en mano y seguidos del Mayordomo, que lleva la Vara de la Cofradía, realizan el cortejo para ser recibidos por la Vara Mayor, que al igual que el día anterior se dirigirán hacia la Casa Consistorial para ser recibidos por las autoridades locales.

Una vez concluidos los oficios comienza la salida de los Pasos siguientes: “La Crucifixión” (Tomás de Sierra, S. XVII), “Santo Cristo de los Afligidos” (Escuela Castellana, S. XVI, María y San Juan, S. XIX), “Santo Cristo de la Paz” (Antonio Martínez, S. XVII), “El Descendimiento” (Francisco Díez de Tudanca, S. XVII), “La Piedad (Rodrigo de León, S. XV), “Santo Sepulcro” (Mateo Enríquez, S. XVII), “La Soledad” (Dionisio Pastor, S. XIX).

Viernes Santo

Los Pasos son portados a hombros por cofrades que visten túnicas de lienzo blanco. La «Crucifixión» y «El Descendimiento», son los más voluminosos y pesados de los que desfilan en la Semana Santa Riosecana, exigiendo una técnica especial para su salida y entrada de la Capilla en la que se guardan. También hay que destacar otros momentos, el de la salida  del Santo Cristo de la Paz por la puerta de Santa María, que debido a sus dimensiones, se convierte en un momento espectacular, cuidadoso y emotivo. La salida del resto de los Pasos convierten a la Plaza de Santa María en un lugar solemne en la que se respira un profundo espíritu semanasantero.

Se debe tener en cuenta «La Rodillada», momento en el que los Pasos hacen una genuflexión ante la Virgen de la Cruz o del Rosario, situada en la Capilla del Arco de Ajújar. Al finalizar la Procesión se canta la Salve en el Corro de Santa María.

El Domingo de Resurrección se desarrolla la PROCESIÓN DEL SANTO ENCUENTRO desde la Iglesia de Santa María de Mediavilla, con el Paso de “Cristo Resucitado” (Escuela Castellana) para llegar hasta el Atrio de la Iglesia-Museo de Santa Cruz (Calle Rúa Mayor), lugar en el que se realizará el encuentro de Cristo Resucitado con su Madre, “Nuestra Señora la Virgen de la alegría” (Gregorio Fernández S. XVII). Es un momento de alegría, las manolas han dejado sus lutos y lucen blancas mantillas sobre sus cabezas, a la vez que los Cofrades de la Hermandad de Jesús Resucitado bailan espectacularmente y con gran entusiasmo el Paso Bailarín, conocido con este nombre debido a su pequeño tamaño.

Domingo de Resurrección

Textos e imágenes recogidos de la página web de la Junta de Semana Santa de Medina de Rioseco.

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