BBVA señala que Castilla y León es de las pocas Autonomías en recuperar el PIB anterior a la pandemia
En 2022 el crecimiento del PIB en Castilla y León habría alcanzado el 3,6%. Se espera que la recuperación continúe en 2023 y 2024, con avances del 1,4% y el 2,8%, respectivamente
La situación económica en Castilla y León es de las pocas en España en recuperarse de los efectos producidos por la pandemia de Covid y así lo plasma un estudio del prestigioso BBVA Research sobre la economía en España durante el año 2022.
El estudio llevado a cabo por el Instituto económico del BBVA, señala que a lo largo de 2022 el crecimiento del PIB en Castilla y León habría alcanzado el 3,6%. Igualmente, el estudio refleja que se espera que la recuperación continúe en 2023 y 2024, con avances del 1,4% y el 2,8%, respectivamente.
Desde 2022 hasta 2024 se podrían crear 17.600 nuevos puestos de trabajo. Con este crecimiento, Castilla y León ya habría retornado al nivel prepandemia de PIB per cápita en 2022, y a lo largo de 2023 podría recuperar el de PIB. La economía se desacelera, aunque menos de lo anticipado hace unos meses.
El gasto de los hogares se verá afectado por el aumento de los precios, la mayor incertidumbre y la desaceleración del empleo. Pero la resolución progresiva de los cuellos de botella y el menor coste de la energía apoyan la recuperación del sector industrial, y en particular, del automóvil.
La actividad ganará tracción a medida que se ejecuten los fondos NGEU y se desvanezcan las incertidumbres que afectan a familias y empresas.
Puntos a tener en cuenta
El estudio también hace un llamamiento a mantenerse alerta frente a los factores que podrían hacer que el escenario se deteriore continúan siendo numerosos. La tensión geopolítica se podría extender. La finalización del conflicto generado por Rusia y la invasión de Ucrania daría un impulso evidente a la mejora de datos en la recuperación, pero un enquistamiento o recrudecimiento del conflicto, podría generar tensión en la economía castellano y leonesa.
Igulamente, un aumento de los casos de COVID en China y un eventual retorno a las políticas de confinamiento total pondrían en riesgo la disponibilidad de insumos. La falta de un pacto de rentas puede llevar a que la inflación se mantenga elevada. El BCE podría sobrerreaccionar.