La economía en Castilla y León crecerá este año un 2%, según un informe de Unicaja
La previsión para 2025 es un incremento del 1,6% en el PIB regional
Unicaja ha publicado este lunes un nuevo informe titulado ‘Previsiones Económicas de Castilla y León’, informe en el que se revela que este año el PIB regional crecerá en torno al dos por ciento, previsión de la que nos hacemos eco en THE OBJECTIVE.
Según los datos arrojados en el documento publicado por Unicaja, la previsión es que el número de ocupados aumente también un 1,2 por ciento, especialmente en el sector servicios y la industria en el territorio castellano y leonés. Si estos datos se consolidan y se convierten en realidad a lo largo de 2024, el número de parados se reduciría un 4,5 por ciento, situándose la tasa de paro en el 9,1 por ciento.
Según las estimaciones publicadas en el Indicador Sintético de Actividad de Analistas Económicos de Unicaja, en el cuarto trimestre de 2023, las provincias de Palencia, Segovia y Salamanca registraron tasas de crecimiento interanuales superiores a la media regional.
Las provincias de Ávila, Valladolid, Zamora, Soria, Burgos y León registraron por el contrario un crecimiento interanual inferior a la media regional.
Además, respecto a las previsiones del próximo año, los analistas estiman una tasa de crecimiento del PIB en el 1,6 por ciento, mientras que la cifra de ocupados podría crecer un uno por ciento, con una tasa de paro del 8,6 por ciento.
Previsión 2025
El informe de Unicaja se advierte también sobre las tensiones geopolíticas y sus repercusiones sobre las cadenas de suministro y los precios. Estas tensiones continuarán generando incertidumbre en torno a las perspectivas de crecimiento.
En cuanto a las previsiones para 2025, las primeras estimaciones de Analistas Económicos de Andalucía sitúan la tasa de crecimiento del PIB en el 1,6 por ciento, en tanto que el número de ocupados podría crecer un 1,0 por ciento, estimándose una tasa de paro del 8,6 por ciento en el promedio del año. Las tensiones geopolíticas y sus repercusiones sobre las cadenas de suministro y los precios, entre otros, continúan generando incertidumbre en torno a las perspectivas de crecimiento.
Según el último informe de la OCDE, durante 2024 y 2025 la economía mundial mostrará ritmos de crecimiento de la actividad más moderados que en anteriores fases expansivas, con notables diferencias entre grandes áreas económicas y países.