La escasez de efectivos en el Seprona impide una actuación eficaz en Castilla y León
Hay provincias con apenas 20 o 25 guardias civiles especializados para cubrir cientos de municipios de la comunidad

Un agente del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) durante su jornada. | Guardia Civil
La asociación profesional Independientes de la Guardia Civil (IGC) ha avisado de la «alarmante escasez de efectivos del Seprona en Castilla y León», una comunidad autónoma con un vasto territorio rural y una especial sensibilidad medioambiental en la que en esta situación no se puede garantizar una «vigilancia eficaz», ni una respuesta rápida ante incendios o infracciones medioambientales, ni un servicio cercano a la ciudadanía.
Según los datos recopilados por IGC, hay provincias enteras que apenas cuentan con entre 20 o 25 guardias civiles especializados para cubrir cientos de municipios y miles de kilómetros cuadrados de extensión natural. En concreto, según han comunicado desde la asociación profesional, en Salamanca apenas se cuentan con 20 guardias civiles del Seprona, en Zamora hay en torno a 25 efectivos, otros 20 en Palencia, 35 en León y alrededor de 25 en Burgos.
El portavoz nacional y vicepresidente de IGG, Daniel Fernández ha expresado que «estamos ante un modelo operativo claramente superado por las necesidades actuales», también ha añadido a sus declaraciones que «no se puede garantizar una vigilancia ambiental eficaz, una respuesta rápida ante incendios o infracciones medioambientales, ni un servicio cercano a la ciudadanía con tan pocos recursos humanos».
En este contexto, los Independientes de la Guardia Civil, han denunciado que la lista de los puestos del Seprona no ha sido actualizada desde hace mucho tiempo, a pesar del incremento normativo, tecnológico y social en materia medioambiental. La asociación ha incidido en que las unidades del Seprona se encuentran «sobrecargadas, con plantillas envejecidas y con amplias zonas asignadas, sin posibilidad real de patrullaje frecuente».
Por otro lado, los independientes han puesto en valor al llamado Plan Soria, impulsado por el Ministerio del Interior, que plantea la instalación de sistemas de videovigilancia en zonas despobladas, sin embargo, han advertido de que estas herramientas «deben ser complementarias y no sustitutivas». El portavoz de la asociación ha defendido que «las cámaras no extinguen incendios, no denuncian vertidos ilegales ni salvan animales maltratados», por lo que ha demandado «presencia operativa, guardias civiles en el terreno, con medios y estructura suficientes».
De este modo, la IGC ha propuesto una «reorganización integral del despliegue operativo del Seprona y del conjunto del cuerpo en el medio rural», con medidas como el aumento de efectivos en unidades por provincia; agrupación de pequeños departamentos en bases territoriales más sólidas y bien dotadas, renovación de plantilla, incentivos para destinos de difícil cobertura o mejora de medios logísticos. «Castilla y León necesita una Guardia Civil del siglo XXI, capaz de proteger su inmenso patrimonio natural, con profesionalidad, con medios y con estabilidad», ha concluido el portavoz de IGC.