ERC pedirá el referéndum en Cataluña pero no descarta apoyar a Sánchez sin esta condición
Pese a sus llamadas a la unidad independentista, ERC no renunciará a influir en la gobernabilidad si Sánchez revalida
La dirección de ERC mantendrá su rumbo sea cuál sea el resultado electoral que obtengan en las elecciones generales del 23 de julio. Este rumbo pasa por volver a influir en la gobernabilidad de España si Pedro Sánchez logra los apoyos para ser investido presidente del Gobierno después del 23-J. Fuentes del partido explican a THE OBJECTIVE que incluirán el referéndum de autodeterminación en el programa electoral que están ahora elaborando, pero que no será un requisito obligatorio para alcanzar pactos con las «fuerzas progresistas» del resto de España.
El leitmotiv de su campaña electoral es «Defiende Cataluña» y es toda una declaración de intenciones de que sus propuestas irán mucho más allá de la cuestión independentista. ERC se compromete a evitar un gobierno de «derechas y extrema derecha» que, a su juicio, haga retroceder a toda la sociedad en derechos y avances sociales. Es decir, no quieren jugárselo todo a la carta de la independencia.
Si bien es cierto que de puertas afuera han hecho llamamientos a la «unidad» del independentismo, y el jefe de filas de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha emplazado al resto de partidos independentistas a fijar «un precio a la investidura» de Sánchez, las fuentes consultadas saben que no pueden renunciar a su papel negociador «con Madrid». Asumen que la propuesta del «bloqueo» la representa Junts per Catalunya y que no hay espacio para todos en estas posiciones maximalistas.
En este sentido, su reflexión va en la línea de que la actual coyuntura no es la más favorable para correr riesgos como una repetición electoral. Incluso si Sánchez opta por ignorar la demanda de un referéndum de autodeterminación, se darían por satisfechos con otro tipo de votación que derive de la mesa de diálogo entre gobiernos.
El espantajo de Vox
La corrección que está dispuesta a hacer el presidente del partido, Oriol Junqueras, tras las presiones internas para que modifique el rumbo, y en vista de los malos resultados de las elecciones municipales, es distanciarse del PSC pero mantener los puentes con el PSOE. A este respecto, lo dejó claro el día después del 28-M cuando afirmó que «el mejor antídoto contra PP y Vox es ERC».
La posibilidad de un ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo con Vox ha puesto de manifiesto las diferentes estrategias entre independentistas: mientras Junts lo considera tan nocivo como el PSOE, y en ningún caso está dispuesto a facilitar la gobernabilidad en España, ERC aboga por tener una papel de responsabilidad ante el «auge de la extrema derecha en Europa». Por su parte, la CUP ha mantenido cierta ambigüedad en esta cuestión.
Ahora la estrategia pasa, por un lado, por «subir el precio de la investidura» a Sánchez, al tiempo que se hace balance de todo lo conseguido hasta el momento: varios dirigentes de ERC han lanzado una batería de mensajes en sus redes sociales recordando logros de diversa índole gracias a sus votos. Por ejemplo, poner fin a las llamadas comerciales en los teléfonos móviles. El mismo Rufián ha reivindicado que gracias a su «negociación» se lograron los indultos a los líderes independentistas condenados por el Tribunal Supremo.
Malas perspectivas electorales
Las perspectivas electorales de ERC para el 23-J no son muy alentadoras. Como informó este periódico, Junqueras se negó a dar un pronóstico ante las bases para no tener que rendir cuentas en un futuro próximo. En paralelo, la campaña en favor de la abstención como castigo a los partidos independentistas está cogiendo vuelo y preocupa hasta el punto de que ERC ha tenido que marcar un perfil más vehemente sobre sus objetivos independentistas.
No obstante, se trata de una retórica que no se traducirá en grandes cambios programáticos: sobre la mesa de ERC seguirá estando un referéndum de autodeterminación para Cataluña, pero no van a asumir las tesis de «bloqueo» de Junts. Su estrategia es superar el actual bache, conscientes de que ya han perdido el voto más radical. El pretexto de Vox servirá para pactar con el PSOE si dan los números y esperar recuperarse a medio plazo de cara a las elecciones autonómicas.