Junts evita las listas abiertas en su congreso para ocultar la guerra interna
El partido no quiere votos de castigo ni vetos cruzados entre los seguidores de Laura Borràs y los de Jordi Turull
Junts per Catalunya no quiere que se visualicen los enfrentamientos entre facciones internas de cara al congreso del partido que se celebra los próximos 25, 26 y 27 de octubre en Calella (Barcelona). Después de quedar relegados a la oposición tras las elecciones al Parlament del 12 de mayo, y en plena reformulación de su programa ideológico, quieren evitar errores que reflejen algún tipo de debilidad interna. Por esta razón, la dirección ha optado por que las candidaturas estén bloqueadas y se deban votar «en pack». «Hay personas que quieren castigar a gente concreta y se hace así para evitar historias», explica una fuente de Junts a THE OBJECTIVE.
Estas mismas fuentes explican que, además del consenso para designar a Carles Puigdemont como presidente de Junts, también su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, es uno de los nombres «que la gente más valora, porque no se posiciona internamente, da la cara en Madrid, es cercana a la militancia y es muy fiel».
En sentido opuesto, hay temor de que «los convers» -en alusión a los candidatos procedentes de la antigua Convergència- veten los «perfiles de Laura Bòrras» y estos a «la gente de Turull». Además, la reciente disolución del partido Demòcrates de Catalunya en Junts, y que su máximo dirigente Antoni Castellà obtenga, con toda probabilidad, una vicepresidencia en el congreso del partido, también genera muchos recelos. «A Castellà también podría vetarle parte de la militancia», apostillan.
Lluvia de enmiendas de la militancia
En rueda de prensa, el director del congreso, Josep Maria Cruset, ha explicado este lunes que se presentaron 2.863 enmiendas a las tres ponencias, de las que 1.857 fueron aprobadas en asambleas. Como avanzó THE OBJECTIVE, una de estas enmiendas proponía impulsar la primera ley electoral catalana virtual para celebrar un referéndum digitalmente.
Del resto de enmiendas que no pasaron la fase de las asambleas, un total de 896 han sido aceptadas o transaccionadas y quedan 959 en fase de negociación, un plazo que termina este miércoles.
Seis meses de militancia
De este modo, a mediados de la semana se dispondrá del redactado de las ponencias con los cambios que se hayan efectuado como consecuencia de los acuerdos y transacciones, y quedará un «número reducido» de enmiendas para ser debatidas en el congreso.
Por lo que respecta al detalle de las enmiendas, Cruset ha precisado que quedan vivas seis de 56 enmiendas que se habían presentado relacionadas con las listas bloqueadas para elegir a los miembros de la dirección, y una relacionada con la eliminación del requisito de llevar seis meses de militancia para formar parte de la dirección.