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Comunidad Valenciana

Una parte del PP valenciano maniobra para relevar a Mazón y enviarle al Senado

Los afines a la alcaldesa de Valencia intentan colocar los nombres de dos diputados para una etapa de transición

Una parte del PP valenciano maniobra para relevar a Mazón y enviarle al Senado

El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, y la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, la semana pasada en la capital del Turia | Rober Solsona (Europa Press)

La estabilidad interna del Partido Popular en la Comunidad Valenciana (PPCV) atraviesa un momento delicado. A escasos dos meses del congreso nacional de julio, la posibilidad de un relevo al frente del partido autonómico ha dejado de ser un rumor vago para tomar cuerpo en conversaciones discretas, filtraciones dirigidas y movimientos dentro de los círculos de poder provinciales. El foco de las maniobras se sitúa en el liderazgo de Carlos Mazón, actual presidente de la Generalitat y del PPCV.

El entorno de María José Catalá, alcaldesa de Valencia, aparece como el principal impulsor de este movimiento interno. Diversas fuentes consultadas por THE OBJECTIVE aseguran que Catalá estaría tratando de condicionar, si no pilotar directamente, una posible sucesión de Mazón, debilitado según esas mismas voces por la gestión de la dana. Su estrategia, calculada al milímetro, busca no una confrontación directa, sino una transición controlada que le permita consolidar su poder orgánico y decidir el rumbo del partido una vez superado el congreso nacional.

Entre los nombres que ha promovido el entorno de la alcaldesa destacan Dolores Roch, diputada autonómica y exconcejal de Torrente, y Alfredo Castelló, también diputado y aliado político desde hace años. Ambos son considerados perfiles funcionales, sin proyección propia, cuyo cometido sería gestionar una etapa intermedia sin disputarle el protagonismo a Catalá. Según varias fuentes, no representan un proyecto político, sino un paréntesis: dos años sin sobresaltos que permitirían a la alcaldesa decidir si permanece en el Ayuntamiento o da el salto a la política autonómica. Cabe recordar que, conforme a la legislación vigente, cualquier aspirante a la Presidencia de la Generalitat debe ostentar la condición de diputado autonómico.

Aunque en público la alcaldesa de Valencia insiste en que no aspira a liderar el partido, en privado sus movimientos parecen indicar lo contrario. «Catalá nunca da un paso sin tener dos caminos más abiertos», resume una voz próxima. Y añade: «Está intentando colocar a gente de su entorno para tener controlada la etapa posterior, si se abre ese escenario».

La opción que se le ofrecería a Mazón sería su designación como senador autonómico, lo que le permitiría mantener el aforamiento, aunque bajo la jurisdicción del Tribunal Supremo en lugar del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que genera más recelos. Al mismo tiempo, esta vía facilitaría su progresiva salida del foco mediático. En paralelo, se ha especulado con el retorno de Gerardo Camps a la primera línea política valenciana, aunque la operación es vista por varios dirigentes como un mero globo sonda.

Un tablero complejo

Los movimientos de Catalá y su entorno no han pasado inadvertidos. En este contexto emerge también la figura de Vicente Mompó, presidente de la Diputación de Valencia y dirigente provincial del partido. Aunque no está en condiciones de presentarse como alternativa inmediata —no es diputado autonómico—, sigue con atención cada paso de la alcaldesa y rechaza que alguien de su entorno tome el control del partido. Su estrategia pasa por ganar tiempo. «Si Génova moviera ficha ahora y pusiera a alguien fuerte, luego será difícil desbancarlo», advierte una fuente próxima.

Mompó, según distintas voces, estaría buscando de cara a futuro una posición común con los otros presidentes provinciales, Marta Barrachina (Castellón) y Toni Pérez (Alicante). Según fuentes consultadas, los tres han acordado no actuar de forma unilateral y mantener una postura coordinada.

El reloj del congreso acelera los tiempos

La convocatoria del congreso nacional ha servido como catalizador de las maniobras. Varios cargos consultados coinciden en que el movimiento de fichas busca influir en la configuración de la futura dirección nacional y en la lista de nombres que acompañarán a Feijóo en la nueva etapa del partido.

Pese al creciente ruido, fuentes del entorno de Mazón y de la propia Generalitat aseguran que no hay conversaciones abiertas con el presidente nacional sobre su salida. «No está encima de la mesa». Subrayan, además, que los últimos sondeos internos muestran una mejora clara respecto a hace seis meses, cuando el PP tocó suelo con 32 escaños estimados. Ahora, los datos apuntan a un empate técnico con la izquierda, lo que refuerza la idea de mantener el statu quo.

«Dejar caer a Mazón ahora sería regalarle un trofeo a Pedro Sánchez», apunta con rotundidad un alto cargo del Palau. Y ese es, por ahora, el principal freno que contiene la operación que agitan algunos desde Valencia. De hecho, confirman que será el presidente de la Generalitat el interlocutor de Núñez Feijóo en el próximo congreso nacional de julio.

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