El nuevo AVE Madrid-Burgos, estropeado por un rayo a las dos semanas de su estreno
Desde hace dos días la conexión se encuentra suspendida mientras que el servicio ha sido sustituido por una línea de autobús
El nuevo AVE que conecta Madrid y Burgos no funciona a las dos semanas de su estreno. El problema se encuentra en un rayo que impactó contra el aparato en la jornada del martes cuando se encontraba en la capital, causando un agujero en el techo que no ha podido ser reparado todavía y que ha obligado a suspender cuatro servicios de este tren y a buscar nuevas rutas que disparan la duración del trayecto y trastocan los planes de los pasajeros.
El estreno de esta ruta de alta velocidad era uno de los eventos más esperados por los burgaleses, a quienes durante tres años se les había prometido que contarían con este medio de transporte y que vieron retrasadas sus expectativas hasta el pasado 21 de julio.
A pesar de los inconvenientes, la conexión creaba una línea que unía España de punta a punta, de norte a sur, y que formaba la ruta más larga dentro de un país europeo que, además, era de enorme importancia para los ciudadanos de la localidad ante la ventaja que suponía con el anterior viaje, que obligaba a llegar a Valladolid y ahí tomar otro medio. Ahora, hasta este fallo, la ruta pasaba a una duración de 1 hora y 33 minutos: 45 minutos menos que antes.
El plan de Renfe no sustituye los tiempos del AVE
Sin embargo, esta celebración para Castilla y León ha durado poco más de dos semanas, en especial tras conocer que la nueva ruta propuesta por Renfe obliga al regreso a Valladolid a través de un Albia y al uso del autobús para llegar a sus hogares lo que dispara la duración hasta casi las tres horas, tal y como apunta el Diario de Burgos .
Los problemas en las líneas de alta velocidad estrenadas recientemente han sido pasto de las críticas tras los muchos fallos registrados. Un ejemplo de ello es la línea que une Madrid y Extremadura, a la que se le ha achacado su lentitud, sus malas instalaciones y los retrasos en el trayecto que incluso llevaron a que Renfe decidiera alargar ficticiamente la duración para dar la sensación «de que el viaje era más corto».