Algunos recomendables madrileños para los últimos pica-pica del año
Elegidos además porque para acompañar sus platos cuentan con una maravillosa oferta vinícola a la que dispensan el mejor servicio
Pues eso, descontando y celebrando en estos pocos días que nos quedan para despedir el año, unas cuantas direcciones en Madrid donde en este momento serán seguro muchos los que se estén reuniendo para compartir ratos de asueto y diversión con amigos, compañeros, familiares. Encuentros que siempre se acompañan, sobre todo en estas jornadas, de un poco de tapeo para poder alargar la velada y por supuesto de buena propuesta líquida, una de las señas de identidad de estos locales recomendados. Porque en los cinco el vino es clave: hay variedad, novedades, tendencias, clásicos para quien los busque… y por supuesto, un servicio acorde, esto es, temperatura adecuada para cada referencia y cristalería a la altura. En lo que a la cosa culinaria respecta, una oferta reconocible por todos, asentada en el producto y que, por lo general, es del gusto de la mayoría. Razón por la que concentran vecinos y a parroquianos habituales junto a visitantes atraídos por el continente y el contenido.
Casa Varona (Plaza Matute, 13) nacía en 1877 como Mantequería Cabello, reformada y reconvertida hace unos años por sus actuales propietarios pero casa, entonces y ahora, en la que el buen producto es estandarte. Cocina sencilla, bien elaborada (fritos, ensaladas, algún guiso, torreznos…) y oferta en la que no faltan embutidos, quesos, conservas… A pocos metros y de los mismos dueños se sitúa Alimentación Quiroga (Huertas, 19), otro histórico de la zona, pues abría sus puertas en 1958 como tienda de ultramarinos, con la misma filosofía y oferta que Varona.
También al abrigo de una fachada centenaria que en su anterior etapa albergó una ferretería –a la que responde su actual nombre–, en la calle Atocha, se encuentra Ferretería Restaurante (Atocha, 57), un lugar protegido en Madrid como patrimonio histórico y cultural. Una de las razones por las que conserva la referida fachada y en su interior llamativos a la vez que impresionantes escaparates de aquella original tienda. Estupenda conservación y espacio maravilloso en el que sentarse a disfrutar tanto del lugar, como del ambiente y de la cocina informal que proponen en esta planta, a pie de calle. Luego, si se prefiere sentarse a comer más ‘en serio’ disponen también de comedores y la opción incluso de hacerlo con vistas a la cocina, para participar de su actividad en directo. Pero retornando al plan picoteo que nos ocupa, en esta Ferretería pasa por callos, pulpo, oreja, ensaladilla, buñuelos de morcilla, anchoas, conservas… junto a elaboraciones más ‘exóticas’ como steak tartar o carpaccio de carabinero y hierbas silvestres. Solo una muestra de lo que incluyen en su carta.
En el castizo barrio de Lapaviés se encuentra La Caníbal (Argumosa, 28), al pie de la que ellos mismo llaman «casa madre» y que es O Pazo de Lugo, una dirección tradicional en la zona con raíces atlánticas ahora ya actualizadas. Y de esas raíces se nutre ahora también La Caníbal, donde es obligado echar un vistazo a la selección de quesos de productores artesanos locales con los que trabajan y que proponen en distintas tablas. Junto a esto empanadas, pulpo, embutidos, croquetas… para compartir en compañía de alguno de los vinos naturales y cervezas naturales que protagonizan su carta líquida. Un local que no lleva mucho tiempo abierto pero que congrega a multitudes atraídas por su rompedora idea en lo que a selección de bebidas se refiere.
Otro acierto seguro para no cansarse de probar y disfrutar es Coalla Madrid (Serrano, 203), de orígenes asturianos pues allí nace la casa madre, Coalla Gourmet, a día de hoy un incuestionable referente para adquirir productos premium de muy diversa índole. Se trata de una amplísima dirección distribuida en dos plantas en las que se puede comprar alimentación y bebidas tanto para llevar como para consumir in situ pues cuentan con zona degustación en ambas alturas. Charcutería, quesos, conservas, patés, dulces variados, algunos platos preparados… Tienen una carta de tapas y vinos por copas aunque está la posibilidad de comprar cualquiera de las botellas que tienen a la venta y descorcharla allí mismo. La práctica más habitual porque permite abrir vinos varios en una misma mesa y a un precio de tienda, no de restaurante.
Y serían otros tantos más, pero el que no puede faltar es Vinoteca García de la Navarra (Montalbán, 3), la taberna de los hermanos Pedro y Luis García de la Navarra, responsables respectivamente de los fogones y la sala, donde Luis también se ocupa de la bodega pues es uno de los reconocidos sumilleres de Madrid. Desde la cocina, elaboraciones de temporada a partir de un producto seleccionado y algunos muy cercanos. Buenas croquetas, ensalada de tomate, conservas del cantábrico, alcachofas de temporada… o preparados como el cardo a la navarra, la perdiz escabechada, las verdinas con verduras y almejas o la guisada a la toledana, la tierra de origen de los hermanos García de Vinuesa.
La selección de establecimientos responde exclusivamente a un criterio profesional.