THE OBJECTIVE
El zapador

¿Fue correcto renaturalizar el Manzanares?

Bajo la gestión de Carmena, se inició en 2016 un proyecto que podría causar daños en caso de una fuerte riada

¿Fue correcto renaturalizar el Manzanares?

El río Manzanares a su paso por Madrid.

La borrasca Martinho ha dejado lluvias abundantes en regiones donde ya había llovido de forma significativa. Probablemente, también nos deje algunas lecciones. Estas precipitaciones, sumadas al deshielo producido por las recientes nevadas, han saturado los suelos y elevado notablemente el caudal de numerosos ríos del centro y sur de la Península Ibérica. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha advertido con urgencia sobre esta situación, alertando especialmente sobre el riesgo de desbordamientos.

En Madrid, el río Manzanares ha multiplicado su caudal por 15, según informa la Confederación Hidrográfica del Tajo, situándolo en riesgo de desbordamiento. Aunque las lluvias recientes han incrementado el nivel de agua embalsada en la región, la capacidad de manejo urbano ante tal volumen de agua ha sido puesta a prueba.

Ante esta situación, conviene recordar que, en 2016, después de haberse completado Madrid Río, proyecto estrella de Alberto Ruiz Gallardón, el Ayuntamiento de Madrid, impulsado por Ecologistas en Acción y bajo la gestión de Manuela Carmena, inició un ambicioso proyecto de renaturalización del Manzanares, una renaturalización que nunca va a ser completamente natural, pues el Manzanares está canalizado.

Ello tiene una explicación. Durante el siglo XX, la población de Madrid aumentó progresivamente y las zonas próximas a las orillas del río fueron urbanizándose. Como parte de este proceso, el río comenzó a ser canalizado y en la década de 1940 se empezaron a construir nueve pequeñas presas (o esclusas) para embalsar algo de agua y darle más empaque al río.

El proyecto de Carmena de 2016, rompió con la tendencia previa y optó por abrir las presas o esclusas a lo largo de 7,5 kilómetros del tramo urbano, buscando recuperar el cauce natural. El resultado fue la formación de pequeñas islas y bancos de arena donde surgió una exuberante vegetación ribereña compuesta por gramíneas, leguminosas, malvas, jaramagos, amapolas, sauces y fresnos. Esta vegetación se ha convertido en un corredor ecológico que beneficia especialmente a diversas especies de aves.

En teoría, este proceso de renaturalización debería facilitar la absorción natural del agua en las zonas ribereñas y mitigar inundaciones repentinas al permitir al río expandirse en sus zonas inundables naturales. Sin embargo, este enfoque plantea algunos peligros en situaciones extremas como la actual. Santiago Barajas, cofundador de Ecologistas en Acción, defendió el viernes en X: «La renaturalización del Manzanares está reduciendo la peligrosidad de la avenida del río, pues el bosque de ribera está modulando la velocidad del agua». Creo que se equivoca, pues modular la velocidad del agua, es decir, hacer que el río fluya más lento, lo único que hace es minar su capacidad de desaguar y que aumente el riesgo de desbordamiento, pero ya se sabe que el ecologismo es una religión que no atiende a demasiados matices.

Contar con árboles dentro del lecho del río no parece buena idea en casos extremos de crecida. Y más si se han formado nuevas islas dentro del río, un río de por sí, poco caudaloso como lo es el Manzanares. ¿Por qué no es una buena idea? 

Voy a tratar de explicarlo más detenidamente. El caudal de un río es el volumen de agua que pasa por una determinada sección transversal por una unidad de tiempo, y se expresa en metros cúbicos por segundo (m3/s). Cuando hablamos del caso del río Manzanares y su posible desbordamiento en Madrid, hay que enfatizar que un aumento repentino del caudal, debido a lluvias intensas o deshielos, significa que una gran cantidad de agua está pasando rápidamente por un punto concreto del cauce.

En caso de crecida, debido al volumen que ocupa la vegetación y las nuevas islas, lo que ocurre es que el río fluye a más altura. También, los obstáculos (la vegetación ribereña) disminuyen la velocidad, con lo que se traduce en más riesgo de desbordamiento, ya que la capacidad desaguar es más lenta. Además, los sólidos y las ramas arrancados pueden obstruir los puentes generando un problema mayor.

Lo que hay que hacer, en caso de una riada, para que el río no desborde, es que el agua fluya muy rápido para que no suba el nivel. Es cierto que la vegetación de ribera es muy resistente a las inundaciones, aunque ya veremos cómo queda el paisaje cuando baje el nivel. También es cierto que eliminando la vegetación solo se consigue que plantas exóticas y menos adaptadas a las inundaciones ocupen la ribera, bien, pero eso se soluciona manteniendo los cauces bien limpios. En la Rambla del Poyo, por ejemplo, para mantener su capacidad de desagüe y minimizar riesgos de inundación, la Confederación Hidrográfica del Júcar realiza periódicamente trabajos de limpieza eliminando vegetación. Aunque esos trabajos fueron insuficientes, a tenor de lo visto en la tragedia de Valencia del año pasado.

En ríos como el Manzanares, que históricamente han tenido episodios de fuertes crecidas (como la inundación documentada en 1966), la presencia excesiva de vegetación podría ser contraproducente, ya que la vegetación abundante puede elevar aún más el nivel del agua al ralentizar su curso, impidiendo que desagüe rápido en el Jarama. Mantener los cauces limpios, bien canalizados y despejados parece una medida prudente frente a estos riesgos. Una rápida circulación del agua podría minimizar el peligro de inundaciones graves, especialmente cuando grandes cantidades de agua deben transitar por zonas urbanas densamente pobladas. Quizá sea necesario un nuevo estudio a fondo de este problema por parte de un equipo de verdaderos expertos. Aunque la vegetación ribereña tiene indudables ventajas ecológicas, su manejo debe ser cuidadoso para no comprometer la seguridad durante episodios climáticos extremos. Esperemos que las medidas adoptadas hasta ahora sean suficientes y no haya que lamentar daños mayores en el futuro.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D