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País Vasco

Interior aún gasta 43 millones al año en pluses 'anti ETA' a los agentes en el País Vasco y Navarra

Interior aún gasta 43 millones al año en pluses ‘anti ETA’ a los agentes en el País Vasco y Navarra

EFE

Diez años después del fin de la violencia de ETA, más de 5.300 guardias civiles y policías nacionales destinados en el País Vasco y Navarra siguen cobrando un complemento salarial de peligrosidad de 681,98 euros brutos mensuales.

Este incentivo, conocido también como ‘plus anti ETA’, fue instaurado en 1980 por el Gobierno de Adolfo Suárez para incentivar a los agentes desplegados en sendas comunidades autónomas ante la amenaza terrorista y el rechazo de una parte de la sociedad vasca y navarra. 

Según los últimos datos publicados por el Ministerio del Interior, 3.508 guardias civiles y 1.839 policías nacionales se benefician de este complemento, único e igual para todos los agentes independientemente de su puesto y rango. Supone un gasto mensual de 3,6 millones de euros y de 43,7 millones al año para el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska. 

Además de los complementos salariales —consolidados a través de un decreto ley por el Gobierno de Felipe González en 1984—, los agentes establecidos en estas comunidades también gozan de otras ventajas. Los guardias civiles disponen de hasta 14 días más de vacaciones y permisos por asuntos propios. En el caso de los policías, esta cifra se eleva hasta los 30, que a nivel retributivo puede suponer un gasto de hasta 3.000 euros más en caso de que su plaza se cubra en ese tiempo, según señalan fuentes del Cuerpo a THE OBJECTIVE. 

Complemento discriminatorio  

Estos pluses antiterroristas son duramente criticados por distintos sectores policiales porque, según señalan a este periódico, «discriminan a otros agentes» y «no tienen sentido», una vez la banda terrorista anunció el fin de su actividad en 2011 y se disolvió definitivamente en 2018. 

«Euskadi es un paraíso para ellos. Esos pluses son discriminatorios. Por ejemplo, para la Ertzaintza no hay ningún complemento, es la que menos cobra; lo mismo para el guardia civil o policía que trabaja en Burgos o en Teruel. Son una barbaridad de millones, es una cuarta parte del dinero que se ha mandado a La Palma. No es comprensible», denuncia una fuente policial. 

En el caso de la Ertzaintza, el Gobierno vasco estableció también un incentivo económico por peligrosidad de entre 400 y 600 euros durante los años más sangrientos de la banda terrorista. 

No obstante, en el momento en que ETA comunicó el fin de la lucha armada, el Ejecutivo regional eliminó en 2013 dicho complemento para los 500 ertzainas de la antigua División Antiterrorista y algunos pocos de Seguridad Ciudadana que se beneficiaban del mismo.

«La discriminación es total. Entiendo que ellos lo han pasado muy mal, pero los ertzainas también han sufrido mucho. También les han matado, les han quemado y no les han pagado nada. Es el momento de normalizar la situación en País Vasco y Navarra; ya no existe ese miedo de que ETA pueda volver, pero ningún Gobierno se ha atrevido a eliminar este complemento», critica la misma fuente.

En Cádiz y Cataluña 

El Gobierno central trató de suprimir, sin éxito, este incentivo en 2012. Y en 2020, en respuesta parlamentaria a una pregunta de EH Bildu, que planteaba estudiar la eliminación del plus, el Ministerio del Interior dejó claro que no tenía intención de suprimir ni reducir el complemento salarial a policías y guardias civiles.

Los sindicatos de la Policía y las asociaciones de la Guardia Civil están en la misma línea. Es más, reclaman que dicha cuantía se extienda a los compañeros que trabajan en Cataluña o en el Campo de Gibraltar, en Cádiz, porque también son «zonas conflictivas». En Cataluña, los agentes reciben un plus de territorialidad de 54 euros.

«No nos matan, pero sigue habiendo rechazo social, somos una minoría. En los colegios, en la hostelería… Solo hace falta recordar lo que pasó en Alsasua (Navarra). Situaciones similares han ocurrido en Cataluña, allí nos echaban de los hoteles, se negaban a repararnos coches en talleres, sin contar con el impedimento de que la enseñanza es en catalán y quienes están destinados allí tienen que pagar colegios privados para sus hijos», argumenta un portavoz de un sindicato policial. 

Lo mismo apunta otra fuente de la Benemérita: «Pese al blanqueamiento político de la banda asesina ETA, por desgracia, la vida para nuestros compañeros y familiares no se ha normalizado y siguen enfrentándose a situaciones difíciles cada día. Los radicales no olvidan que la Guardia Civil derrotó a ETA». Además, este guardia civil insiste en que el complemento es muy necesario para mantener las plantillas de agentes en las dos CCAA, donde a pesar del plus cerca del 20% de los puestos están sin cubrir.

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