THE OBJECTIVE

Otros dos ataques de presos vascos elevan la violencia en las cárceles de Asturias y Palencia

Las tres prisiones del País Vasco intercambian a presos de ETA por otros más conflictivos que han multiplicado los incidentes en otras prisiones españolas

Otros dos ataques de presos vascos elevan la violencia en las cárceles de Asturias y Palencia

El lehendakari, Iñigo Urkullu. | EP

Dos agresiones graves perpetradas en menos de tres días por presos procedentes del País Vasco en los centros penitenciarios de Villabona (Asturias) y Dueñas (Palencia) han acentuado la violencia inusitada que padecen estas dos prisiones a raíz de que presos de la banda terrorista, que cumplían pena en estas cárceles, fuesen trasladados progresivamente a otras vascas en los dos últimos años. En su lugar, han llegado hasta la cárcel asturiana y palentina otros internos vascos, normalmente clasificados en primer grado y altamente conflictivos, que han multiplicado los incidentes en estos centros. Hasta el punto provocar la muerte de otros internos, como ocurrió en julio de 2020.

Entonces, un preso de origen bilbaíno mató a golpes con la pata de una silla a otro de Gijón, después discutir por «un asunto de convivencia». A este episodio violento le han seguido otros como incendios, intentos de motín o ataques contra funcionarios, y el jueves pasado se registró el último, uno más. Tras una refriega en el patio, un recluso causó lesiones en la cabeza a otro y le dejó inconsciente en el suelo, motivo por el que tuvo que ser trasladado al hospital. Según las fuentes consultadas, el agresor, de origen magrebí y con residencia en Basauri (Vizcaya), fue trasladado a la cárcel asturiana hace tres meses. 

En el centro penitenciario de Villabona, según los funcionarios de prisiones, es donde se ha advertido un mayor aumento de las agresiones. Aseguran que, desde 2020, el 90% de los episodios violentos que se producen en el centro son protagonizados por presos vascos o con vinculación a esta región. Esta prisión ha llegado a albergar a 20 internos de la banda terrorista, entre ellos algunos históricos como Valentín Lasarte, condenado por el asesinato del concejal del PP Gregorio Ordoñez, o Félix Alberto López, alías Mobutu, el último preso de ETA en la cárcel asturiana antes de que fuese trasladado a Euskadi el pasado septiembre.

Graves heridas en la cara

El domingo, dos días después de la agresión en Villabona, el centro penitenciario de La Moraleja, más conocido como Dueñas, en Palencia, también era escenario de otro suceso. En este caso, a manos de un recluso vasco con importantes problemas psiquiátricos. El reo prendió fuego a su celda en el módulo y después golpeó a uno de los agentes que intervino para sofocarlo, provocándole «graves heridas en el rostro que le provocaron un intenso sangrado», informó Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM). 

Fuentes de la prisión palentina aseguran que la mayoría de los internos procedentes del País Vasco «son problemáticos». En los módulos de primer grado, donde residen los más conflictivos e inadaptados en la prisión, casi la mitad de los reclusos son de Euskadi. No obstante, según explica una funcionaria de Dueñas, los que protagonizan también múltiples incidentes son aquellos que padecen problemas graves de salud y enfermedades mentales, como el último que ha protagonizado una agresión en el penal. 

La tónica en los traslados de presos, no obstante, no es siempre la misma. Desde las prisiones vascas también se acuerda el traslado de presos conflictivos a otros centros cercanos porque no cuentan con módulos de aislamiento y, ante este escenario, es difícil controlar este perfil de interno. Fuentes del sistema penitenciario vasco consultadas por este periódico confirman este punto: «Si protagonizan muchos incidentes, los trasladan a otras prisiones. Es el modus operandi habitual». En estos casos, Dueñas, por su cercanía al País Vasco, es la que cuenta con más presos vascos o con vínculos familiares en esta región. 

Según la estadística a la que ha tenido acceso este periódico, en 2021, de los 693 presos que albergaba la prisión palentina, 339 procedían de alguna cárcel vasca. Por otro lado, si se tiene en cuenta el origen, actualmente son 152 los reos que están en prisiones de Castilla y León. La de León, por ejemplo, cuenta con 25 internos nacidos en Euskadi.

Quejas de los sindicatos

A juicio de los sindicatos, este escenario es el resultado de la «incompetencia total» del Gobierno vasco. «Ahora que han asumido las competencias penitenciarias, dejando a un lado el caos en el que están sumidas las prisiones, las están vaciando de presos con un perfil violento porque en las suyas no tienen cabida. ¿Y cuál es el resultado? Que provocan altercados allí donde los llevan», critican desde el CSIF. «Pretenden hacer unas cárceles a medida donde no haya incidentes, lo que denominan como ‘modelo vasco’, pero a costa del resto de prisiones», denuncian también desde Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM).

El juez Jaime Tapia, asesor del Ejecutivo vasco en la gestión penitencia desde que asumió las competencias, admitió parcialmente esta realidad hace unas semanas en una entrevista con Radio Euskadi. Tapia negó que las cárceles estuviesen colapsadas y que no pudieran admitir a más internos de ETA, como denuncian las organizaciones sindicales; pero confirmó que presos con mal comportamiento en prisiones vascas habían sido enviados a otras cárceles españolas.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D