Podemos lanza una 'operación visibilidad' para remontar la baja popularidad de Ione Belarra
La responsable de Derechos Sociales celebra un año en el ministerio con una charla con los votantes. Enseña músculo frente al protagonismo de Yolanda Díaz
Podemos intenta resolver el gran problema de su secretaria general, Ione Belarra: la escasa popularidad. En las encuestas (públicas y privadas) los morados detectan el problema de la debilidad demoscópica de la dirigente navarra. A pesar de ser ministra de Derechos sociales, cargo que heredó de Pablo Iglesias, y de liderar el partido morado, Belarra es para más de la mitad de los españoles una desconocida, según el barómetro de enero del CIS. Es por ello que, ante la dura crisis económica, Podemos busca rearmar a su máxima dirigente. Se trata de una operación visibilidad que pasa por incrementar su presencia en el Gobierno y favorecer el contacto con los militantes. Este sábado, Belarra protagonizará un acto en Madrid para que se vea su trabajo en el Gobierno.
«Es una puesta en escena para enseñar músculo frente a Yolanda Díaz y demostrar que Podemos hace también cosas sociales». Esta es la lectura que fuentes conocedoras de la estrategia de Podemos dan del acto previsto para el próximo sábado. Se trata de mejorar la popularidad de Belarra y, al mismo tiempo, no quedar aplastada por la figura de Yolanda Díaz. La ministra de Trabajo y vicepresidenta suele tener todos los focos sobre ella, de ahí que los morados estén intentando demostrar su función social en el Ejecutivo.
El esquema no es nuevo. A lo largo de 2020, Iglesias hizo de todo para que se entendiera que las ayudas sociales para paliar la crisis del covid -desde los ERTEs hasta el salario mínimo interprofesional- eran logros de los morados. Iglesias estaba obsesionado con evitar que la crisis actual acabara con las mismas recetas de 2008: recortes y austeridad. Tuvo la suerte de que la Unión Europea adoptase medidas contrarias a las que se dibujaron después del crack financiero. Pero los morados descubrieron el problema de la lucha en los medios de comunicación contra sus socios de coalición.
El carisma de Belarra y rendición de cuentas
Ahora, este enfrentamiento se desarrolla en dos niveles: contra el PSOE y contra el sector de Yolanda Díaz, que es la que «más rentabiliza la presencia en el Gobierno», afirman en Podemos. La operación visibilidad de Belarra empezó nada más arrancar el año. Mientras Díaz se citaba con el economista Thomas Piketty, la secretaria general de Podemos organizó un acto con el laborista británico Jeremy Corbyn. Después llegó la invasión de Ucrania. Y Belarra, tras un primer choque con Díaz, decidió dar un giro a su estrategia y volver a hablar de «escudo social».
«Ione no tiene carisma. Se han cargado a todos los cuadros. No pueden construir ningún liderazgo alternativo a Yolanda», comentan desde los sectores críticos con la secretaria general. De ahí que las fuentes moradas consultadas hablan de «hacerla más conocida» con maniobras de promoción como las previstas para este sábado. Tras cumplir un año en el ministerio, Belarra quiere confrontarse con los votantes y simpatizantes de Podemos. Es una manera para «rendir cuentas», afirman en el partido, hablar de los «retos futuros».
Una de las claves de la operación visibilidad atañe a los dirigentes que acompañarán a Belarra en Madrid. Estarán el responsable de política económica del partido, Nacho Álvarez, y el líder del Partido Comunista de España, Enrique Santiago. Los dos ejercen también el cargo de secretario de Estado, mientras que no aparece la ministra de Igualdad Irene Montero entre los protagonistas del acto. Su ausencia refuerza la tesis de la maniobra lanzada para fortalecer a Belarra de cara a los próximos procesos electorales, desde los comicios en Andalucía hasta las autonómicas y municipales de 2023.
El problema del desgaste de Irene Montero
El fin de semana pasado, la secretaria general de Podemos viajó a Murcia. Forma parte de una gira que en el partido morado sostienen que está compartiendo con Lilith Verstrynge, la secretaria de Organización del partido. Verstrynge estuvo en Canarias hace pocos días y participó en un encuentro con los militantes. En el partido llamó la atención que dicha visita llevaba como subtítulo una apelación a la preparación de un nuevo «ciclo electoral».
Esta operación conlleva, de hecho, según otras fuentes moradas la voluntad de «reforzar» a Belarra como secretaria general. A nivel intermedio, los cuadros de Podemos reconocen que la actual lideresa morada es mucho más débil que Iglesias. El Centro de Investigación Sociológicas ni siquiera la menciona en sus ránkings de los líderes políticos. En su lugar señala a Yolanda Díaz, como el rostro visible de Podemos en el Gobierno. Sin embargo, sí que la señala como una de las ministra peor valorada del Ejecutivo, con una nota del 3,8 frente al 5,2 de Yolanda Díaz (datos de enero de 2022).
Es por todo ello que la dirección de Podemos ha decidido poner toda la carne en el asador para que la imagen de Belarra repunte y se consolide como una referente política del espacio morado. El problema que detectan en Podemos, de hecho, también atañe a Irene Montero. La ministra de Igualdad es mucho más conocida que Belarra (solo un 10% de españoles no sabe quién es, siendo la más conocida de todo el Gobierno), pero su «desgaste» es evidente: Montero es la ministra del gobierno de Sánchez que cosecha peor nota en las encuestas.
La operación no es fácil. La marca de Podemos está tocada y en estos años de purgas y luchas internas la formación ha perdido capacidad de penetración en la sociedad. Desde hace meses la dirección habla de reactivar los círculos. Aunque no se aprecian mejoras en este sentido. Y todo apunta a que, al final, todo se reduce a maximizar la presencia en el Ejecutivo para llegar a la mesa de negociación con Yolanda Díaz en posición de fuerza, o, por lo menos, con la capacidad de intentar influir en las decisiones de la gallega con cierta autonomía.