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Sánchez recupera los 'Aló presidente': comparece el sábado con nuevas medidas

El Gobierno recupera la interlocución con ERC y no romperá la coalición con Podemos pese al clamor de los barones: «Nos haría un favor si se fuera»

Sánchez recupera los ‘Aló presidente’: comparece el sábado con nuevas medidas

No habrá un cambio de sentido, ni mucho menos un volantazo. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dejado claro en las últimas horas que no pretende acometer giro de guión alguno para lo que resta de legislatura y que no renuncia a su hoja de ruta. De espaldas a los temores, críticas y clamores de los barones del PSOE, Sánchez manda señales inequívocas de chapotear sobre el charco en el que se ha convertido la legislatura. De un lado, cediendo ante Podemos la maternidad de las medidas del segundo paquete de medidas de la guerra que anunció vía Twitter su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en contra del criterio de su ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Del otro, retomando su alianza con ERC, con quien la interlocución estaba «rota» desde que hace semanas estallara el escándalo Pegasus.

Dos gestos que evidencian que, más que virar al centro, el Gobierno acelera sobre la misma senda por la que transitaba desde el inicio de la legislatura. Sánchez huye de la moderación en contra del criterio de los barones territoriales de su partido, que claman contra la política de alianzas a la que atribuyen el batacazo socialista en Andalucía. Según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, los presidentes y secretarios generales socialistas temen que, de no mediar una rectificación en los socios de investidura, y de coalición, la legislatura se vaya por el desagüe después de las municipales de mayo de 2023. Motivo por el cual lanzan un deseo, sin esperanza alguna de que se torne en realidad: la ruptura del Gobierno de coalición con la consiguiente salida de Podemos del Palacio de la Moncloa. 

Los barones consultados por este periódico son conscientes de la improbabilidad de su ejecución: «Nos harían un favor pero no va a ocurrir» porque, a día de hoy, «suman más dentro que fuera» ante el temor a que la división de la izquierda desemboque en una desmovilización del votante progresista, que es «exactamente lo que hemos visto en Andalucía». En Moncloa y Ferraz niegan con mayor contundencia la mayor: «¿A dónde van a ir?», se pregunta una ministra. «No va a haber novedades sino incremento de gestión», explica otro en conversación con este periódico.

Sánchez recupera el ‘Aló presidente’

Dos tazas de gestión, comunicación y foco mediático. Así se explica la precipitación en la doble convocatoria en la que lleva trabajando La Moncloa desde hace días para pasar página de la debacle andaluza. Por un lado, la reunión de este miércoles del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, con la consejera de Presidencia catalana, Laura Vilagrá, tras la cual el ministro comparecerá ante los medios de comunicación. Tres días después, el sábado, habrá un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar el paquete de medidas anti crisis que negocia con Podemos.

Una convocatoria extraordinaria en fin de semana e innecesaria, habida cuenta de que el Gobierno volverá a reunirse de forma adelantada el lunes ante la imposibilidad de celebrar el Consejo ordinario el martes con motivo de la celebración de la cumbre de la OTAN. Según adelantan fuentes del Ejecutivo a THE OBJECTIVE, sería el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien comparezca el próximo sábado en Moncloa para anunciar las medidas de apoyo a las familias y empresas derivadas de la guerra de Ucrania. Sánchez recupera así los llamados ‘Aló presidente’, una fórmula de comparecencia que Sánchez popularizó durante la pandemia de la covid-19 para comparecer cada sábado ante los españoles.

Fuentes del Ejecutivo explican que ésta es una de las reflexiones y decisiones tras el 19-J: la necesidad de «intensificar la comunicación para vender la acción del Ejecutivo», que no están logrando «rentabilizar en el votante» progresista. Para muestra un botón: este miércoles, comparecerán la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el de Exteriores, José Manuel Albares, para explicar el operativo gubernamental de la OTAN a las 17:00 horas. Hora y media después lo hará su colega de Presidencia, Félix Bolaños, también en Moncloa a las 18:30 tras la reunión con la consejera catalana, Laura Vilagrá. Una orden de hiperactividad gubernamental que por supuesto afecta al presidente, quien este miércoles participará en la sesión de control, previa visita a la zamorana Sierra de la Culebra afectada por los incendios, y justo antes de viajar a Bruselas al Consejo Europeo donde ofrecerá una rueda de prensa al día siguiente.

Una intensificación de visibilidad y mensaje para la que cuenta con el socio minoritario de la coalición. Precisamente el Gobierno cedió a Yolanda Diaz este lunes por la noche la maternidad del decreto de las medidas de la guerra en el que negocian desde hace semanas PSOE y Podemos y que motivó la crítica de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por la falta de «discreción» al filtrarlas de cara a la galería. La vicepresidenta segunda del Ejecutivo público un hilo en Twitter en el que anunció algunas de las medidas estrella, como un cheque de 300 euros para las familias.

«Estamos condenados a entendernos»

En Podemos aplauden este gesto del socio mayoritario y lo acogen como una forma de apuntalar su alianza de gobierno. «Ahora mismo estamos condenados a entendernos hasta el final de la legislatura», explican fuentes moradas tras los resultados en Andalucía y el castigo contundente que han sufrido las dos alas del gobierno de coalición. «Creo que esto lo tienen claro en Moncloa», explican tras haberse pinchado la burbuja de que sólo Podemos estaba instalado en unos resultados precarios en las urnas. 

La lectura de los socios de coalición es compartida con sus socios parlamentarios. Los portavoces de la alianza Frankenstein advirtieron este martes a Sánchez de los riesgos de aventurarse al territorio inhóspito de la derecha. «Puede haber quien tenga la tentación de cambiar de rumbo pero sería una irresponsabilidad por parte del PSOE. Hay una mayoría de cambio para avanzar sin complejos en derechos y libertades y hacer frente a la derecha», señaló la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua.

Los socios ponen deberes a Sánchez

También el portavoz republicano, Gabriel Rufián, se sumó a los recordatorios: «La izquierda necesita rentabilizar lo que hacemos. Se equivocaría mucho Sánchez si se cree que haciendo de Feijóo esto se arregla. La división de la izquierda es un lujo que no se puede permitir». Y el tercero y casi más relevante, el del PNV, Aitor Esteban, poco dado a las ruedas de prensa tras la Junta de Portavoces del Congreso, hizo pinza con sus compañeros para pedir una «reflexión profunda».

«Hace falta una reflexión en el PSOE y en la izquierda en general. No lo hizo y ahora eso toca. Es verdad que no se puede es estar asistiendo a una seria de confrontaciones por parte de la coalición de gobierno… Se ven anuncios contradictorios de las propias ministras del Gobierno. Desmarques desde dentro del Gobierno… A los grupos nos han tenido un poco orillados… », advertía Esteban poniendo deberes al presidente antes del verano. «Tenemos que hablar sobre cómo tenemos que ir avanzando en este año y medio que queda. Dónde van a estar los hitos y dónde no vamos a malgastar esfuerzos».

Un mensaje inequívoco del socio preferente: la legislatura «puede durar año y medio, pues claro… O no, vaya usted a saber lo que vaya a durar. No puedo hacer de Rapel, la verdad». Porque eso depende de que se establezca una «hoja de ruta clara» y no se «orille» a la única mayoría posible para llegar al horizonte de enero de 2024. La única meta a la que Pedro Sánchez no está dispuesto a renunciar… por ahora

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