Rufián anima a Teresa Rodríguez a crear un partido nacionalista andaluz como ERC y Bildu
El líder de ERC en el Congreso ataca sin ambages a Yolanda Díaz. Su entorno la califica de «traidora» y lanza a Adelante Andalucía como nuevo actor relevante
«Yolanda Díaz es una traidora». Así de claro se expresan tanto en ERC como en Bildu para explicar el cambio de liderazgo en Unidas Podemos tras la salida de Pablo Iglesias. Gabriel Rufián, líder de ERC en el Congreso, forma parte de ese núcleo de críticos. No dio tregua a la ministra gallega ni siquiera en la noche electoral del pasado domingo, cuando celebró los dos escaños logrados por Teresa Rodríguez con Adelante Andalucía. Para Rufián, la dirigente andaluza puede lanzar un nuevo sujeto político que se sume al eje nacionalista de ERC, Bildu y el BNG, según fuentes del partido republicano.
Rufián es uno de los políticos más entusiastas con el movimiento de Teresa Rodríguez. La exlideresa de la corriente anticapitalista de Podemos se desligó del partido morado hace pocos meses, cuando el choque con sus excompañeros de Izquierda Unida y el PCE Andaluz acabó con una escisión en plena regla. Rodríguez desafió entonces al establishment de la izquierda alternativa. Para Rufián fue un planteamiento valiente y arriesgado, pero que dio sus frutos. El pasado 19 de junio logró dos escaños en las elecciones autonómicas. Es un primer paso.
Teresa Rodríguez construyó su plataforma diferenciándola de lo que queda de Podemos. Los referentes de Adelante Andalucía reflexionaron sobre el desgaste de los morados por su presencia en el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Y reforzaron la defensa de la identidad regional como eje de campaña, además de algunas jugadas tácticas de éxito, como poner el rostro de la candidata en la papeleta y confiar en el efecto «confusión» por el nombre de Por Andalucía, la coalición instrumental de Podemos, IU y Más País.
Fuerza «autonomista andaluza»
En la noche electoral, Teresa Rodríguez explicitó su plan. En Adelante Andalucía hablan de la necesidad de crear una fuerza «autonomista andaluza». Se trata de algo parecido a un embrión de nacionalismo andaluz que, según Rufián, se puede explotar en el marco de una alianza regional con el BNG de Galicia, Bildu en el País Vasco y ERC en Cataluña.
El martes Rufián afirmó que es «muy difícil» lo que ha hecho y que conseguir dos escaños en un escenario «como este» tiene «muchísimo mérito». Esta reflexión se suma al mensaje enviado en la noche electoral, que sonó a humillación de Díaz: «Unidas Podemos legisla pero no rentabiliza. Y la ultraprotección mediática a Yolanda Díaz no ayuda».
El líder de ERC reprocha a la gallega haber roto el vínculo que había construido Iglesias durante su vicepresidencia, tal y como adelantó este diario. En aquella etapa, Iglesias fortaleció la relación parlamentaria con Bildu y ERC para convertir sus 35 diputados en un grupo de aliados con 50 representantes. Los nacionalistas se aprovecharon de Podemos para incrementar su peso político. Ambos ganaban, hasta que llegó Díaz y modificó ese equilibrio.
Podemos, una muleta de Sánchez
Rufián sostiene ahora que Unidas Podemos tiene una seria dificultad de atracción del electorado. Lo ha dicho por activa y por pasiva: Podemos se ha convertido en una muleta de Sánchez incapaz de dirigirle ni de corregirle. El líder de ERC llegó incluso a plantear públicamente la salida de Podemos del Gobierno para que recuperara fuelle entre sus votantes.
Podemos evitó comentar el pasado lunes el resultado electoral andaluz. Cada lunes el partido celebra una rueda de prensa, pero ese día cerró las puertas de su sede. Quien sí habló fue Pablo Iglesias. El ex líder máximo de Podemos dejó un recado a Yolanda Díaz: «Para derrotar a la derecha hay que hablar claro». Lo hizo en la tertulia de la Cadena SER, que se ha convertido en el momento estrella de Iglesias y el más temido por el entorno de Yolanda Díaz, que sintoniza la radio para después criticar el «ruido» que produce el ex secretario general de Podemos.
Todos esos elementos dejan a Rufián la convicción de que, con la caída de Podemos, Adelante Andalucía puede consolidarse en la próxima legislatura. Los números que ha cosechado en las autonómicas (167.000 votos) puede traducirse en un puñado de escaños. Nada muy relevante, pero sí el embrión para la construcción de un partido andalucista que colinde con las recetas nacionalistas de otros partidos que podrían convertirse en hermanos.