El Gobierno fía de nuevo a PNV y Bildu la aprobación del decreto anticrisis, a falta de ERC
Fuentes gubernamentales descartan un apoyo de los republicanos, que «no moverán ficha» hasta la reunión posterior de Sánchez y Aragonès
El Gobierno concluirá el curso político este mes de julio sin haber logrado reconstruir las piezas de la alianza Frankenstein. Un conglomerado de apoyos independentistas y nacionalistas del que ERC lleva divorciado temporalmente desde hace más de dos meses, tras estallar el escándalo de Pegasus. Desde entonces, Esquerra se ha negado a apoyar al Ejecutivo en todas las iniciativas en las que se ha intentado recabar su apoyo: Ley Audiovisual, Ley de Seguridad, el primer decreto de la guerra y la Ley de Memoria Democrática. Según fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE, lo mismo ocurrirá el próximo jueves en la votación del segundo paquete de medidas para paliar las consecuencias de la guerra de Ucrania, que el Gobierno pretende salvar reeditando el tándem vasco PNV/Bildu y con formaciones minoritarias del Grupo Plural y el Grupo Mixto.
El motivo es que, como adelantó THE OBJECTIVE, ERC sigue castigando al Ejecutivo hasta que no se produzcan avances concretos en la interlocución entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña y garantías de que el escándalo del ‘Catalangate’ no vuelva a producirse. Tras una reunión hace dos semanas, el 22 de junio, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y la consejera de presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, se vuelven a reunir -por tercera vez desde que estalló Pegasus-, este viernes a las 11 horas en la Generalitat de Cataluña con la intención de fijar la fecha para el encuentro entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el catalán, Pere Aragonès.
La fecha prevista por fuentes de Moncloa para oficializar el deshielo entre Sánchez y Aragonés se ubicaría en la tercera semana de julio, dado que la semana que viene está reservada para el debate del estado de la Nación, y con la intención de cerrar el curso político con la imagen de la reconciliación entre ambos presidentes, que no se han reunido desde que el propio Aragonès le solicitara un encuentro el pasado 6 de mayo al coincidir en un acto en Barcelona en el Cercle d’Economia. «Es urgente que hablemos. Esto es muy grave», le dijo entonces el president.
ERC no se fía de Sánchez
Desde La Moncloa han minusvalorado en todo momento la voluntad de ERC de romper temporalmente su alianza estratégica, convencidos de que darían su brazo a torcer. Pero el blindaje del portavoz republicano, Gabriel Rufián, a los cantos de sirena del Ejecutivo han demostrado que ERC no se ha arredrado ni siquiera tras las sucesivas cesiones del Gobierno, como la constitución de la comisión de secretos oficiales tras un cambio ad hoc del sistema de elección de sus portavoces o la destitución de la directora del CNI, Paz Esteban.
ERC no se fía del Gobierno, como ha venido sosteniendo Rufián desde hace meses: «El PSOE no hace, al PSOE se le obliga a hacer». Su amenaza de llevar al extremo su ruptura temporal de la convivencia se ha cumplido. «Pídale el teléfono al señor Casero», le llegó a decir Rufián a Sánchez en el Congreso en la víspera de la votación del primer decreto de la guerra a finales de abril, al que ERC votó en contra. Y, llegados al segundo, el Gobierno ha asumido por fin que no iban de farol y que no pueden contar con ellos… todavía.
El jueves 14 de julio por la tarde, tras votarse las conclusiones del Debate del estado de la Nación, que pondrá el termómetro a las alianzas parlamentarias de la legislatura, se votará el nuevo paquete de medidas derivadas de la guerra de Ucrania, ésta vez con más medidas y prorrogadas por el doble de periodo de vigencia, seis meses, hasta finales de año. Y, según fuentes gubernamentales y socialistas consultadas por THE OBJECTIVE, en Moncloa dan por hecho que no contarán con ERC para su aprobación. Los tiempos no son caprichosos: el decreto se votará en el Congreso una semana antes de que se convalide en el Senado, previsiblemente en otro pleno extraordinario el miércoles 20 de julio. Y al parecer, está previsto la reunión Sánchez/Aragonés esa misma semana pero justo después de la última de las sesiones plenarias en la Cámara Alta.
«Se reeditará el tándem vasco»
Motivo por el cual fuentes parlamentarias socialistas auguran que «se reeditará la misma alianza del primer decreto» que el Gobierno salvó in extremis gracias al PNV y Bildu y una confluencia de formaciones minoritarias del Grupo Plural y el Grupo Mixto: PDeCAT, Más País, Compromís, Nueva Canarias, Partido Regionalista de Cantabria, Teruel Existe y BNG y la exdiputada de Podemos Meri Pita, integrada en el Mixto. Apenas cuatro votos de margen que, salvo imprevistos, volverán a dar ahora la luz verde al texto aprobado por el Consejo de Ministros.
La única diferencia que prevén en el Ejecutivo es que el PP, e incluso ERC, puedan pasar del voto en contra de entonces a la abstención. En el caso de los populares, confían en ello tras recogerse algunas de sus propuestas como la bajada de impuestos del IVA del 10 al 5% anunciada por el presidente del Gobierno en la última sesión de control, o la ampliación de ayudas a los sectores afectados en un contexto de empeoramiento de la inflación y la crisis económica.