Bildu se queja de la «calidad» de la democracia, pero resulta que con Sánchez ha empeorado
España dejó de ser una «democracia plena» en el Índice de de Calidad Democrática por «la falta de renovación del CGPJ» y el «nacionalismo regional»
EH Bildu ha vuelto a enmendar la Transición española. En el Debate del estado de la Nación de este miércoles en el Congreso, la portavoz Mertxe Aizpuru ha arremetido ante el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contra el «modelo de la Transición», que ha calificado de «hipoteca». También ha llamado al conjunto de la izquierda a «romper de una vez» con el «régimen del 78», además de reivindicar la república vasca.
«Deberían ser todos ustedes los primeros interesados en iniciar una transición real y profunda en este Estado que pueda realmente acercarles a una democracia del siglo XXI, porque aunque usted lo repita como hizo ayer, señor Sánchez, España no es una de las democracias más consolidadas del mundo, solo hace falta mirar los datos y rankings de instituciones como la ONU u organizaciones como Amnistía Internacional. España como Estado sigue siendo una democracia de escasa calidad», ha denunciado la dirigente abertzale.
No obstante, España dejó de ser una «democracia plena» en el Índice de de Calidad Democrática que publica anualmente The Economist, y que es de referencia mundial, tras la llegada de Pedro Sánchez en Moncloa. Nuestro país bajó de escalafón y pasó a situarse como una «democracia con defectos» en 2021.
El «nacionalismo», entre las causas
A juicio de The Economist, este descenso se debió principalmente a la división política para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano de gobierno de los jueces, cuyo mandato expiró en 2018 y que sigue ejerciendo de manera provisional.
También cita el informe los desafíos para la gobernanza del país que implican la «creciente fragmentación política», la «sucesión de escándalos de corrupción» y «el nacionalismo regional al alza en Cataluña».
España, que está en el puesto 24 de un total 167 países evaluados en cuanto a nivel democrático, ha retrocedido 0,18 puntos y se ha situado en 7,94 puntos en 2021, frente a los 8,12 que tenía el año anterior, de acuerdo con la publicación británica. Este índice está dividido en cuatro categorías: democracias plenas, con defectos, híbridas y regímenes autoritarios.
Rajoy mantuvo a España como «democracia plena»
En los años más álgidos del procés, con el Gobierno de Mariano Rajoy, España nunca dejó de ser considerada «una democracia plena» en dicho índice. Ni los acontecimientos del referéndum del 1 de octubre ni la campaña de desprestigio lanzada a nivel europeo afectó a la posición de nuestro país.
Curiosamente, en la mayoría de países, la pandemia fue, por segundo año consecutivo, la principal fuente de problemas para la libertad en todo el mundo, ya que, a través de confinamientos y restricciones de viaje, las libertades civiles quedaron suspendidas tanto en democracias desarrolladas como en los regímenes autoritarios. En el caso de España, no obstante, se identifican otros motivos de índole nacionalista, por los escándalos de corrupción y por la fragmentación política de nuestro sistema parlamentario.
Bildu señala a Villarejo y al franquismo
La portavoz de Bildu se ha alienado con Podemos y su campaña de denuncia a las «cloacas del Estado» al vincular los problemas democráticos de España con la figura del excomisario José Manuel Villarejo y la dictadura franquista.
Aizpuru ha afirmado que se evidencia un «entramado político, mediático, judicial, policial, empresarial, financiero y oligárquico perfectamente engrasado para acabar con la disidencia política».
De esta forma, ha demandado a Sánchez que abandere una «transición real y profunda» que pueda realmente acercar a España a los estándares democráticos del siglo XXI y «romper amarras» con las inercias heredadas de la dictadura. Sin relacionar en esta caída en calidad democrática los otros problemas detectados por Europa y las instituciones comunitarias como la necesidad de despolitizar el poder judicial.