Rusia espera que sus relaciones con Reino Unido «no empeoren» con la llegada de Truss
Serguei Lavrov ha reprochado que la nueva primera ministra se ha mostrado abiertamente contraria a su país antes de ocupar el cargo
El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov. | Natalia Kolesnikova (Reuters)
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, ha asegurado este martes que espera que las relaciones de Rusia con Reino Unido «no empeoren» una vez que la nueva primera ministra británica, Liz Truss, tome las riendas del país.
«Creo que Liz Truss tiene una prioridad alta: antes de formular finalmente su actitud hacia Rusia, que es patentemente negativa, tendrá que arreglar las relaciones con sus vecinos cercanos», ha expresado el jefe de la Diplomacia en declaraciones durante una rueda de prensa recogidas por la agencia TASS.
Lavrov ha advertido de que la nueva ministra de Reino Unido deberá decidir sobre «quién es el presidente francés, Emmanuel Macron, un amigo o un enemigo», en alusión a las palabras de Truss sobre su homólogo en Francia la semana pasada, cuando dijo que no sabía si se trataba de un amigo o un enemigo de Reino Unido.
«Ella (Truss) tiene sus propios principios, principalmente, la adhesión a una línea dura en la defensa de los intereses de Reino Unido sin ningún deseo de tener en cuenta la posición de los demás o de hacer cualquier compromiso», ha dicho Lavrov.
Rusia insta a Truss a corregir su país
«No creo que esto ayude a mantener o reforzar la posición de ese país en la escena internacional, que se ha visto claramente mermada tras el Brexit. Ahora Londres lleva mucho tiempo tratando activamente de compensar esta pérdida de identidad y de influencia en la Unión Europea tomando medidas bastante drásticas, incluyendo acciones agresivas en relación con la situación que se ha desarrollado en torno a Ucrania. Todos lo sabemos», ha añadido.
Liz Truss se ha convertido este martes en primera ministra de Reino Unido después de haberse reunido con la reina Isabel II en Balmoral, donde la monarca ha invitado a la nueva inquilina del número 10 de Downing Street a aceptar el cargo poniendo fin así al traspaso de poderes.
