Montero quiere librarse de Rosell para que se convierta en comisaria política en el CGPJ
La juez amenazó con irse si no la promovían en el Poder Judicial. Podemos cuenta con ella para que filtre al partido y a medios afines lo que ocurre en el CGPJ
Podemos ha aumentado la presión en los últimos días para que la jueza Victoria (Vicky) Rosell se haga con un puesto en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El nombre de Rosell ya formaba parte de las primeras peticiones presentadas por Unidas Podemos durante la negociación con Pablo Casado. El ex líder de los populares, no obstante, la había rechazado. Ahora la pelota vuelve a estar en el tejado de los populares, liderados por Alberto Núñez Feijóo. Irene Montero, la número dos del partido, promueve su nombre para liberar un cargo dentro de su ministerio.
La elección de los morados nace tras años de presiones y amenazas. La ex jueza no es la primera vez que se ha postulado para ese cargo de prestigio. Hace años, recuerdan varias fuentes consultadas en Podemos, Rosell ya exigió a los miembros de la cúpula de la formación un cargo de prestigio en el sistema judicial (se llegó a hablar incluso del Tribunal Constitucional), so pena de amenazar con salir del partido.
«Rosell ha usado a Podemos como trampolín en su carrera judicial de cara al CGPJ, sobre todo a partir de 2019 cuando todo apuntaba a que iba a entrar en el Gobierno», afirman las fuentes consultadas. Según deslizan internamente, la ex responsable del equipo legal de Podemos, Gloria Elizo, fue la primera que tuvo que lidiar con Rosell. «La relación entre ambas siempre ha sido buena», explican desde el partido. Pero es no quita, admiten, que Rosell presionara y exigiera a Elizo alcanzar un alto cargo en el sistema judicial.
Alejamiento de Irene Montero
Con la formación del Gobierno, Rosell quiso ser ministra. Pero tampoco funcionó. El PSOE vetó a Podemos en los llamados «ministerios de Estado», y tuvo que contentarse con un alto cargo en el ministerio de Igualdad, controlado por Irene Montero. La cohabitación ministerial, sin embargo, empezó a dañar las relaciones personales. Con el pasar del tiempo, según revelan varias fuentes internas, Montero ha empezado a querer librarse de ella. Fue en ese momento cuando volvió a hablarse del Consejo General del Poder Judicial.
«Irene intenta pagar los favores prestados» por Rosell, resumen fuentes internas del partido, que agregan que enviarla al CGPJ permitirá colocar en el ministerio a otra persona del partido. Todo apunta a un win win para los equilibrios internos de Podemos. Y también a que Rosell se ha ido acercando a Yolanda Díaz en estos meses. Un acercamiento que, no obstante, no ha roto su relación con Pablo Iglesias, central en la segunda parte de la operación de los morados para auparla al Poder Judicial.
Este es, en definitiva, el punto central de toda la maniobra. En Podemos sostienen que tener en el CGPJ a Rosell permitiría gozar de algo parecido a un «comisario político» capaz de presenciar todos los principales debates del organismo de gobierno de los jueces. Pero es más, Rosell se convertiría al mismo tiempo en algo parecido a una garganta profunda de lo que ocurra en el CGPJ, tanto para Podemos como para sus medios afines.
Voz, voto y oídos en el Poder Judicial
De ello nadie duda en Podemos. La elección de Rosell resolvería un embrollo que lleva mucho tiempo enquistado, porque por un lado ofrece a la ex jueza una compensación por su trabajo para el partido, garantizando una salida orgánica pactada, sin por ello cortar el cordón umbilical que les une, y por el otro permite a Montero de librarse de un alto cargo ya incómodo, sin que eso signifique una ruptura de las relaciones al igual que ha ocurrido con otros miembros destacados del partido. Podemos y Pablo Iglesias, mientras tanto, se garantizarían tener voz, voto y oídos en el principal organismo del poder judicial.
Queda por ver, no obstante, si la petición de los morados será aceptada tanto por el PSOE como por el PP. La pelota está en el tejado de Feijóo. En el Gobierno es palpable la idea de que el acuerdo está más cerca que nunca. Aunque lo que más interesa a Pedro Sánchez es que a través del CGPJ se resuelva también la nueva mayoría en el Tribunal Constitucional. Esa derivada representa, en realidad, el asunto más importante para el Ejecutivo. Y en eso también se medirá la capacidad de Feijóo de resistir a la embestida de Sánchez y de Podemos.