Bal pide a Arrimadas que dé un paso al lado en las primarias de Ciudadanos
El portavoz del grupo parlamentario explica que su relación con Arrimadas comenzó a tensarse al manifestar en público su desacuerdo con el modelo de partido que se plantea
El portavoz adjunto del grupo parlamentario de Ciudadanos, Edmundo Bal, que ayer anunció su candidatura para liderar la refundación del partido, ha pedido a Inés Arrimadas que dé un paso al lado para que otra persona asuma el liderazgo de la formación naranja.
Así lo ha asegurado Bal, en una entrevista que publica este sábado el diario El País, en la que califica a la actual presidenta de «activo político muy importante» en el partido y explica que su relación con Arrimadas comenzó a tensarse «hace tres o cuatro semanas» al manifestar en público su desacuerdo con el modelo de partido que se plantea.
Se refiere Bal a la propuesta que aprobó el pasado 26 de noviembre la Ejecutiva del partido por unanimidad para que hubiera una bicefalia en Ciudadanos. Un nuevo modelo que separaría las funciones orgánicas de las políticas a través de un «ticket» formado por un secretario general, encargado del reparto de las tareas orgánicas, y un portavoz nacional, sobre quien recaería la responsabilidad de la acción política.
«El quid de la cuestión era que hubiese un líder político del partido, que al final era el que iba a mandar, y no se sometiese a votación de los militantes hasta las primarias a candidato a presidente del Gobierno», revela Bal.
Una decisión que no comparte al considerar que el líder que encabece este proyecto tiene que salir de la refundación y en ningún caso «puede ser Inés. La gente no va a entender cómo se va a refundar algo con los mismos líderes; el proceso de refundación no va a terminar de una forma creíble».
El portavoz de la formación naranja reconoce que su principal preocupación ha sido que «un trabajo magnífico no lo tirásemos por la ventana ni por el desagüe». Y detalla que su decisión de dar a conocer su candidatura ayer, coincidiendo con la primera jornada de puertas abiertas de la Cámara Baja, se debió a que llevaba ya «dos semanas en el Congreso muy fatigoso, con el pleno de Presupuestos, de sedición… y ya había discrepancias».
Además, asegura que no ha dado un paso al frente para ser el primero y que se cansó de esperar a ver lo que iba a hacer Arrimadas.