Albares rechaza eliminar la «diversidad» entre los criterios para ser diplomático
El titular de Exteriores mantiene el texto de González Laya en el que se incluía este nuevo concepto junto a los de igualdad, mérito y capacidad
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, no ha eliminado del preámbulo ni del articulado del borrador del reglamento de la carrera diplomática el concepto «diversidad» entre los principios para acceder a ella -junto a los de igualdad, mérito y capacidad-, según desvelan fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE.
Así, en el artículo 3 sobre las condiciones para acceder a este cuerpo de la Función Pública, Exteriores indica que dicho ingreso «se realizará por oposición, de acuerdo con la oferta de empleo público y la convocatoria correspondiente publicada en el Boletín Oficial del Estado, garantizándose, en todo caso, los principios de igualdad y diversidad, mérito y capacidad, así como el de publicidad».
Luego, en el artículo 18 sobre las normas generales de dicho reglamento, se deja claro que corresponde a la persona que dirige la Subsecretaría «la provisión de puestos de trabajo de libre designación del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, con pleno respeto a los principios de igualdad y diversidad«.
La redacción del nuevo reglamento por parte de Albares viene motivada por la decisión del Tribunal Supremo en noviembre de 2017 de anular por defecto de forma del texto aprobado en julio de 2014 por el Gobierno de Mariano Rajoy, al entender que no había sido sometido a negociación colectiva tras un recurso presentado por el Sindicato Independiente del Servicio Exteriores del Estado (SISEX).
Albares mantiene el texto heredado de Laya
El ministro ha mantenido sin apenas cambios el borrador de reglamento que heredó de su antecesora, Arancha González Laya. Una redacción que puso en guardia a la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), que aglutina al 70% de los miembros de la carrera diplomática. El texto se encuentra ahora en la fase final de su tramitación, en la que se requiere consulta a otros organismos después de haber dado audiencia a los sindicatos para no repetir el fiasco judicial de hace cinco años.
Exteriores ha subrayado en los últimos meses que el reglamento de Albares busca dar más transparencia y previsibilidad a la designación de puestos en el extranjero, incluidos embajadores, pero desde la ADE critican la inclusión del concepto de diversidad. No por el hecho de que aparezca en la introducción o preámbulo como «principio informador», pues la ADE está a favor de la propia diversidad y condena todo tipo de discriminación, sino por el temor de que el articulado abra la puerta al establecimiento de cuotas y a que el reglamento sea impugnado otra vez ante los tribunales.
En la actualidad, en cada convocatoria anual para convertirse en diplomático hay dos plazas reservadas para candidatos que acrediten una discapacidad. Una iniciativa para corregir la discriminación que históricamente han sufrido estas personas. Si estos candidatos no logran superar los exigentes exámenes, las citadas plazas quedan vacantes. Ahora, con la diversidad que defiende Albares, se abrirían otras opciones similares, en opinión de la ADE.
El concepto de diversidad, heredado de tradiciones jurídicas anglosajonas, no tiene un reflejo en el derecho constitucional español, señalan desde la asociación. Por ejemplo, el artículo 14 de la Carta Magna, que consagra la igualdad y no discriminación de los españoles ante la ley, no menciona el fomento de la diversidad de ningún tipo.
«El legislador constitucional no incluye ninguna mención a la diversidad como principio a promocionar en el acceso a la función pública, mientras que sí lo hace al mérito y capacidad y a la igualdad» en los artículos 23.2 y 103.3 de la Carta Magna, prosiguen las citadas fuentes tras el paso dado por Albares.
Asimismo, el artículo 55 del Estatuto Básico del Empleado Público «establece los principios rectores en donde puede observarse que se incluye el principio de publicidad, pero no el de diversidad» y una sentencia del Tribunal Supremo de 2002 impide exigir «requisito o condición alguna que no sea referible a los conceptos de mérito y capacidad» cuando se opte a una plaza de funcionario.
«Tanto el concepto de diversidad como el de pluralidad«, hacen hincapié las fuentes de la ADE, «siendo importantes y convenientes en toda organización, pertenecen más bien al campo de la sociología«. En su opinión,» la igualdad contiene de facto y de iure, natural y esencialmente, la idea de diversidad». Por ello, subrayan el «temor» a que este reglamento «pueda nuevamente naufragar en los tribunales«.
En contra de los postulados de la ADE se posicionó el pasado año ExteriorEsDiverso, una plataforma que reúne a personal y familias LGTBI del servicio exterior español. «Luchar contra la discriminación y favorecer medidas de conciliación nunca ha de ser contrario a la ley. Sigue quedando mucho por hacer«, indicó este colectivo en su cuenta de Twitter.
«Desde nuestra plataforma defendemos esta inclusión ya que la Carrera Diplomática debe reflejar la diversidad y pluralidad de la sociedad española y por lógica este principio debe estar también presente en el principal y más específico instrumento jurídico regulador», subrayaron fuentes de ExteriorEsDiverso a Vozpópuli refiriéndose al reglamento redactado por Laya que ahora asume como propio Albares.
En su opinión, la carrera diplomática en España es un cuerpo «mayoritariamente masculino» en la actualidad, «con una todavía marcada homogeneidad que contrasta con la cada vez mayor diversidad de la sociedad española», si bien lamentaron que se hubiera interpretado ese principio de diversidad «de un modo restrictivo» al relacionarlo únicamente con el colectivo LGBTI.
«Defendemos que este principio recoge muchos otros elementos como la diversidad racial, la pluralidad religiosa o las capacidades diferentes. Se aplica, por supuesto, al colectivo de diplomáticos y diplomáticas LGBTI que hemos visto en muchas ocasiones cómo algunos elementos de la regulación de nuestra Carrera resultan insuficientes para lidiar con retos y dificultades específicas del propio colectivo», añadieron desde esta plataforma.
«Los conceptos de diversidad y pluralidad, siendo importantes en una organización, son del campo de la sociología»
Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE)
Ejemplo de ello es la acreditación en el extranjero de los cónyuges del mismo sexo o de los hijos de «nuevos modelos de familia diversos al tradicional» y que son dos de las principales reivindicaciones de este colectivo dentro del Ministerio de Asuntos Exteriores. «Entendemos que el principio de diversidad no está en contradicción con el de igualdad de trato y de oportunidades y que las políticas públicas deben poder planificar teniendo en cuenta las desigualdades existentes e intentando su superación», subrayaron tras constatar que la Estrategia de Acción Exterior 2021-2024, que aprobó Laya, apostaba por «una política exterior impulsora de la diversidad, de la igualdad y la no discriminación«.
Por ello, desde ExteriorEsDiverso se señaló la necesidad de promover la diversidad de la sociedad española «como activo de nuestra acción exterior» y la conclusión de que el respeto por la diversidad requiere «la puesta en marcha de medidas de gestión y de su comprensión como un valor». De ahí que desde esta plataforma se quiera plasmar esta visión en el reglamento de la carrera diplomática por «coherencia«.
Y lejos de polemizar con otras asociaciones de Exteriores, desde ExteriorEsDiverso celebraron que la ADE manifestase que no cuestiona el principio de diversidad como informador del reglamento. «Estaremos siempre dispuestos a profundizar conjuntamente con ellos sobre éste y otros temas de interés mediante un diálogo leal«, concluyeron.