Exteriores no encuentra quien le haga 5.000 copas para beber en las recepciones oficiales
El departamento de Albares licitó el pedido en julio por casi 100.000 euros, pero ninguna empresa ha entregado ofertas y el contrato ha quedado desierto
El Ministerio de Asuntos Exteriores se ha encontrado que ninguna empresa ha optado al contrato para el suministro de 5.000 copas con las que poder beber en los actos y recepciones oficiales de las embajadas y consulados de España en el extranjero, por lo que la licitación ha quedado desierta, según la información publicada el pasado 23 de diciembre en la Plataforma de Contratación del Sector Público y a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
El contrato de cristalería para las representaciones en el exterior contaba con un presupuesto de 96.800 euros (IVA incluido). Exteriores indicó en su pliego de condiciones que se debían incluir 1.500 copas de agua, 1.500 de vino tinto, 1.000 de vino blanco y 1.000 de cava, con la particularidad de que cada pieza tenía que llevar grabado el escudo real de la Orden de Carlos III «mediante rueda y chorro de arena, de forma que resulte nítido e indeleble».
«Estos enseres deben tener un alto nivel de calidad y un carácter homogéneo, igual en todas las representaciones, dado que su uso tiene un carácter institucional. Por otra parte, dada su fragilidad, están sujetos a frecuentes roturas, lo que hace necesario contar con la posibilidad de su reposición, a veces, pieza a pieza, y durante el período de duración del contrato», advertía el departamento de José Manuel Albares.
Entre las características técnicas para este tipo de suministro, Exteriores especificaba que las copas debían fabricarse «en cristal soplado de alta calidad con un máximo de PbO del 24%». Además, en la elaboración de las mismas, y al tratarse de una producción tradicional, adelantaba que podría aceptar «ciertas tolerancias en las medidas del pie, siendo la altura total la dimensión que permanecerá constante».
Exteriores exigía las entregas en 60 días
El contrato de Exteriores incluía la obligación de suministrar la cristalería oficial según se fueran recibiendo pedidos de las embajadas y consulados en el exterior, junto con un plazo máximo de entrega de 60 días a partir de la comunicación cuando se solicitara a la empresa cada pedido puntual. Y según se fueran recibiendo pedidos de las legaciones en el exterior, las entregas tenían que ser embaladas «de manera individualizada» para cada representación.
«El embalaje se realizará en la medida de lo posible en material reciclable en cuyo interior las piezas deben ir protegidas por bolsas rellenas de espuma de poliuretano que se adapte a las mismas pues los paquetes viajarán a representaciones de España en el exterior y serán manipulados sin tener en cuenta la fragilidad de la mercancía», se estipulaba en el pliego de condiciones.
Asimismo, en el interior de los embalajes se exigía incluir instrucciones de lavado de las piezas «para su buena conservación». Exteriores fijó que las cajas solo podían tener un peso máximo de 20 kilogramos para su correcto manejo por el personal que interviniera en su traslado.
Unos requisitos que no han sido atractivos para las empresas -sobre todo, el montante económico- pues Exteriores anunció el pasado 23 de diciembre que, pasados seis meses del anuncio de la licitación, no había llegado ninguna oferta, por lo que el contrato quedó desierto y ahora tendrá que estudiar.
España cuenta en la actualidad con un total de 215 embajadas y consulados repartidos por el mundo. Los últimos países con los que ha establecido relaciones diplomáticas han sido Bután (octubre de 2010), Sudán del Sur tras su independencia en julio de 2011 y Kiribati (septiembre de 2011).