El exresponsable de política internacional de Podemos se acerca a Yolanda Díaz
Pablo Bustinduy, que ejerció de portavoz de Podemos en las comisiones de exteriores, observa cada vez más de cerca el nuevo proyecto de Sumar
Pablo Bustinduy, en el Congreso de los Diputados. A la derecha, el ministro de Consumo, Alberto Garzón.
Pablo Bustinduy, el exportavoz de Podemos en el Congreso en la comisión de exteriores, observa cada vez más de cerca el nuevo proyecto de Yolanda Díaz, Sumar. Bustinduy dejó el partido morado en pleno cisma errejonista de 2019. Poco antes de la convocatoria electoral de abril de ese año, el exdiputado morado se alejó de la formación y se refugió en Estados Unidos. Ahora, sin embargo, el que fue referente de política internacional de Podemos y uno de los dirigentes más respetados del partido, se hace ver en los actos públicos con Yolanda Díaz. Es un indicio más de su «acercamiento» a la política gallega, según varias fuentes de Unidas Podemos.
El pasado jueves, Díaz presentó en Madrid las primeras conclusiones de los trabajos sectoriales que desembocarán en la redacción de su programa político. Algunos quisieron ver en ese encuentro el pistoletazo de salida de su candidatura, aunque como informó este diario, la hoja de ruta de Díaz no sufre cambios. La política gallega se ha limitado a avanzar algunos enfoques generales, como que pretende dirigirse tanto al electorado de izquierdas como de centro, en un proyecto renovador que, una vez más, vaya más allá de los partidos y las siglas.
En el encuentro de Sumar que se celebró el pasado jueces en el barrio de Lavapiés de Madrid, llamó la atención que algunos referentes de Podemos acudieran a él. Entre ellos, Pablo Bustinduy, acompañado por la eurodiputada de Podemos Eugenia Rodríguez Palop (quien le sustituyó como cabeza de lista en las últimas elecciones europeas), el secretario general en el Congreso Txema Guijarro (alejado ahora por Irene Montero de la dirección del partido), el consejero balear Juan Pedro Yllanes, Eduardo Maura y la exjefa de prensa de Pablo Iglesias, Laura Casielles.
Difícil encaje de alianzas
La presencia de estos cargos y ex altos cargos de Podemos en el encuentro de Sumar ha sido muy comentada entre las filas moradas. El choque con Yolanda Díaz está al rojo vivo, en los chats internos ya se piden pruebas de fidelidad hacia uno u otro bando, y la presencia de algunos referentes morados en los encuentros públicos de la ministra de Trabajo genera tensión en el núcleo dirigente de Podemos.
El asunto es que Díaz lleva meses buscando perfiles técnicos e independientes para que colaboren en su iniciativa. Entre los 35 expertos encargados de definir los futuros puntos programáticos de Sumar se hallan referentes del espacio morado, que ayudaron a la definición del ‘primer Podemos’, aunque después renunciaron a cualquier tipo de reconocimiento por el choque entre Iglesias y Errejón, según afirman personas cercanas a Díaz. El plan de la gallega suena así a «vuelta a empezar» para cimentar un proyecto que recupere algo de la ilusión de los comienzos.
Díaz está trabajando en un difícil encaje de alianzas que permita sentar a la misma mesa a los errejonistas y los pablistas. El siguiente paso será acordar un reparto de cargos y puestos en las listas que satisfaga a ambos sectores. Es una operación muy complicada, y no se puede descartar que, en realidad, Díaz haya renunciado a ello y navegue sin miedo hacia puertos desconocidos, donde sin embargo se pueda sentirse libre de construir su plataforma sin controles ni ataduras.
Independientes del «entorno» de Errejón
En Podemos creen que el liderazgo de Díaz es «débil» y que su proyecto «carece de estructuras». El partido morado, en cambio, puede todavía presumir de influencia territorial y un presupuesto millonario, aunque es sabido que la red de círculos y militantes ha ido a menos. Díaz, por su parte, está planteando un artefacto político centrado en los medios de comunicación. Prefiere hablar de movimiento, enfocado más en los ciudadanos que en los dirigentes políticos, aunque sabe que debe sumar a su plataforma personas de cierto calibre si quiere lanzar un nuevo ciclo.
Bustinduy puede representar una figura política interesante para Díaz. En primer lugar porque, al igual que ella, siempre evitó mojarse en las contiendas internas. En segundo lugar porque su perfil es muy respetado en los ambientes de la izquierda. Y en tercer lugar porque encarna a la perfección la evolución del espacio de Unidas Podemos hacia un punto de moderación.
En Unidas Podemos siguen creyendo que, a pesar de haber acudido al encuentro con Díaz, el ex responsable de política internacional del partido morado (redactó parte del programa electoral de Podemos hasta 2019) «difícilmente» se sumará al proyecto de la política gallega. Las fuentes consultadas hablan de un «tanteo» o «sondeo» del exdiputado, que en Podemos recuerdan no ser cercano al «entorno» de Errejón, pero no vinculado a él. Se trata de un casi errejonista e «independiente» desde el punto de vista «cultural», que encajaría a la perfección con los requisitos de Yolanda Díaz.
Ese errejonismo libre de ataduras de su anterior jefe es, según las fuentes consultadas, el granero donde Díaz quiere rescatar a nuevos dirigentes. Y entre ellos figuraría Bustinduy. Se trataría de miembros que se consideran asociados al errejonismo porque comparten muchas de sus tesis de fondo, pero que no están dispuestos a seguir al líder de Más País en sus proyectos e iniciativas personales. Este segmento es hoy en día el que más interesa a Díaz, tal y como se puede determinar a partir de los asistentes a sus últimas charlas públicas.
