Vox lleva su polémico protocolo «provida» a Asturias y el PP adelanta que no lo apoyará
Los de Santiago Abascal presentan en el Parlamento asturiano una PNL para garantizar el acceso de las embarazadas al latido fetal y a la ecografía en 4D
Vox ha llevado su protocolo provida de Castilla y León, que ha supuesto un cisma en el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo, así como una gran polémica a nivel nacional, al Principado de Asturias, donde la iniciativa podría tener efectos similares. La formación que lidera Santiago Abascal ha presentado este martes en el Parlamento asturiano una proposición no de ley para el «establecimiento en los centros hospitalarios del SESPA de los servicios de asistencia por psicólogos clínicos a las mujeres gestantes, latido fetal y registro cardíaco entre la 6ª y la 9ª semana de embarazo, y ecografía en cuatro dimensiones (4D)». Los populares ya han adelantado su rechazo porque «contribuye a desviar la atención» sobre otros problemas y así «gana Pedro Sánchez».
La PNL no se debatirá hasta el próximo martes 31 de enero, pero las distintas formaciones políticas asturianas ya han dejado clara cuál será su posición al respecto: Vox se volverá a quedar solo «en defensa de la vida». La portavoz del partido en el Parlamento regional, Sara Álvarez Rouco, ha defendido el protocolo porque serviría para «garantizar el adecuado acceso a toda la información posible tanto del embarazo y su desarrollo como de la práctica de los abortos en la sanidad pública de Asturias».
La vicesecretaria general de la Federación Socialista Asturiana, Gimena Llamedo, ha aseverado que «esta iniciativa es una involución intolerable. La diferencia con Castilla y León es que está condenada al fracaso, porque aquí ni se coacciona a las mujeres ni se las tortura psicológicamente».
Y es que cabe recordar que en Asturias gobierna el socialista Adrián Barbón en solitario, con el apoyo externo de Unidas Podemos. El PP tan solo cuenta con diez diputados, mientras que Vox, con dos representantes, no tiene posibilidad de sacar adelante sus iniciativas. Ni siquiera con el apoyo de los populares, aunque no es el caso.
La portavoz del Partido Popular en la Junta, Beatriz Polledo, ha sostenido que «en la Sanidad asturiana hay muchas otras cuestiones de las que preocuparse», y que su grupo no va «a contribuir a desviar la atención sobre los problemas que urge resolver, porque así solo pierden los asturianos y gana Pedro Sánchez».
Desde Vox consideran «necesario» que las mujeres embarazadas «tengan la posibilidad de obtener, si lo desean, más datos a través de los servicios sanitarios». En concreto, propone que los protocolos hospitalarios incluyan medidas que garanticen asistencia psicológica; que se pueda escuchar el latido fetal a partir de la sexta semana de embarazo mediante la técnica Doppler, y la posibilidad de realizar ecografías 4D, que permiten la reconstrucción tridimensional del feto, «favoreciendo la implicación emocional de la madre y la familia». Un calco del protocolo de Castilla y León.
Más fuego a la polémica
La formación de derecha dura vuelve a incidir en esta cuestión, a pesar de la descomunal polémica que se generó tras el anuncio de la Junta de Castilla y León. Grosso modo, Vox anunció el protocolo, pactado con la Consejería de Sanidad, que depende del Partido Popular, pero el ruido mediático hizo recular a Alfonso Fernández Mañueco, que ya ha anunciado que finalmente no se aprobará. Esto ha enfadado a sus socios, pero no lo suficiente como para romper el Ejecutivo de coalición.
Pese a todo, el Gobierno de España aprobó en el Consejo de Ministros un requerimiento preventivo «en relación con cualesquiera actuaciones que vulneren o menoscaben» la ley del aborto, y amenazó con un recurso ante el Tribunal Constitucional ante lo que sería, según Moncloa, un «conflicto de competencias».
Desde el PP estaban deseando pasar página, ya que, en su argumentario, la polémica había sido un «chollo» para Pedro Sánchez, arrinconado mediáticamente por la supresión del delito de sedición, la reforma de la malversación o la ley del solo sí es sí, que cada día beneficia a más delincuentes sexuales -ya son alrededor de 260-. Pero desde Génova no contaban con que la iniciativa tuviera réplica en otra región.
La iniciativa ha tenido eco en medios regionales, como El Comercio, pero no ha trascendido a nivel nacional. Si bien es cierto que en Asturias no tiene posibilidad de aprobarse, esto no significa que la izquierda asturiana no se haya soliviantado. La portavoz de Izquierda Unida, Ángela Vallina, ha tildado de mezquina la PNL porque trata de dificultar el ejercicio de un derecho; en cuanto a Podemos, Isabel Fernández, secretaria de Feminismos y Derechos LGTBI, ha pedido a Vox que «dejen a las mujeres que decidan en función de sus circunstancias y deseos». Pero la más dura ha sido Susana Fernández, de Ciudadanos, que ha recalcado que «una administración pública no puede limitar las libertades individuales y esto ocurre cuando los partidos extremistas, de derecha o de izquierda, confunden libertad con liberticidio».