La reforma de la 'ley mordaza' continúa su trámite tras una cesión de última hora de ERC
Esquerra justifica que ha permitido desatascar la ponencia para que la ley de Seguridad Ciudadana no sea una ley de defensa de las fuerzas de seguridad
La reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, bautizada como ley mordaza, ha logrado finalmente este miércoles superar la fase de ponencia y, por tanto, el dictamen se debatirá en comisión de Interior, a la que llegará sin que el Gobierno y sus socios de investidura hayan cerrado un acuerdo sobre los cuatro escollos clave de su articulado, si bien ERC ha permitido que la reforma no encalle.
Y eso a pesar de que el PSOE, Unidas Podemos y PNV han tratado ‘in extremis’ de que las otras tres fuerzas favorables a la reforma -ERC, EH Bildu y Junts- dieran su respaldo a tres enmiendas para modificar tres de los cuatro artículo bloqueados, concretamente, sobre el uso de material antidisturbios, la faltas de respeto a los agentes y la desobediencia y resistencia a la autoridad.
De hecho, al término de esta última sesión de ponencia, que ha durado menos de una hora, el portavoz del PSOE David Serrada ha hablado de «generosidad» de su grupo y ha confiado en que se consiga finalmente un acuerdo, pues en comisión podrán debatirse las enmiendas que siguen vivas fuera del informe de ponencia.
Una ponencia que este miércoles echa el cierre después de un año con parón incluido pues se suspendió en marzo pasado ante la falta de acuerdo y se retomó hace apenas dos meses. Desde entonces se han celebrado cinco sesiones y cerca de 50 reuniones del llamado grupo de trabajo.
ERC mantiene viva la reforma
Llegados a este punto y con los escollos vivos, tanto este bloque -PSOE, Unidas Podemos, ERC, Junts, PNV y EH Bildu- como PP, Ciudadanos y Vox han decidido votar qué pasos seguir, si mantenerse en ponencia, lo que podría dejar la reforma en el aire, o dar el siguiente paso de llevar un informe a comisión, donde el informe sí será votado y, en caso de ser refrendado, remitirlo al pleno del Congreso.
Ha sido ERC quien ha permitido que esta opción sea posible, de forma que PSOE, Unidas Podemos, PNV y ERC han sumado 19 respaldos para llevar el informe a comisión frente a los 17 votos y por razones distintas de PP, Vox, Ciudadanos, Junts y EH Bildu, partidarios estos dos últimos de seguir trabajando en ponencia.
«Nuestro voto es no al texto que sale de aquí», ha dejado claro la diputada de ERC María Dantas, quien, no obstante, ha destacado que ha permitido desatascar la ponencia y seguir debatiendo para que la ley de Seguridad Ciudadana no sea una ley de defensa de las fuerzas de seguridad en la que no se reforma los preceptos que están detrás de más de 90.000 multas al año.
Desde el PNV también se ha felicitado su portavoz Mikel Legarda de que la modificación de la ley mordaza siga «su camino natural» al tener ya cerrado casi el cien por cien de un nuevo texto, una valoración con la que ha coincidido el portavoz de Unidas Podemos Enrique Santiago que ha agradecido a ERC que hayan posibilitado, pese a su discrepancia, seguir adelante.
«El texto que sale poco se parece a la ley de Rajoy de 2015», ha subrayado Santiago, quien se ha mostrado confiado en poder avanzar en comisión en las faltas de respeto, regulado en el artículo 37.4 y en la desobediencia, el artículo 36.6.
Dos preceptos, unidos al 23 relativo a las denominadas pelotas de goma y a la disposición adicional sobre las llamadas devoluciones en caliente de inmigrantes, que han vuelto a ponerse sobre la mesa este miércoles, según ha detallado el portavoz socialista que ha lamentado que EH Bildu, ERC y Junts no hayan respaldado tres enmiendas sobre tres de estos escollos.
Uso de pelotas de goma
En concreto, y según las enmiendas a las que ha tenido acceso EFE; estos grupos han propuesto al resto incorporar una disposición adicional sobre gestión policial y material antidisturbios para que el Ministerio del Interior elabore un estudio sobre el uso de las pelotas de goma y que, posteriormente, desarrolle protocolos específicos de uso.
También los tres partidos han puesto sobre la mesa una modificación con el fin de objetivar las faltas de respeto a los agentes para incorporar en el artículo 37.4 un apartado que especifica que serán infracción las «expresiones o actos humillantes, despectivas u ofensivas que desacrediten objetivamente el ejercicio» de las fuerzas de seguridad.
«Para entender como infracción deberá tratarse de expresiones o actos relevantes sin que pueda considerarse sancionable la sola disconformidad con el respetuoso ejercicio de la libertad de expresión», detalla la enmienda que ha decaído.
Tampoco ha conseguido apoyos suficientes los retoques propuestos sobre el delito de desobediencia y resistencia. La enmienda pone como condición para ser infracción grave que sea una desobediencia «manifiesta» a la autoridad y que la resistencia a los agentes solo se considere si hay «oposición corporal».
Desde EH Bildu, su portavoz Jon Iñarritu ha considerado «insuficiente» estos avances pues no acaban con el problema de subjetividad e interpretación, en tanto que ha reprochado al PSOE su rechazo «por orden de Interior» de intentar solucionar de verdad la objetivación de las faltas de respeto.
«Es inasumible», ha dicho Iñarritu a EFE respecto al respaldo de estas enmiendas que tampoco abordan el problema de las pelotas de goma dentro de la ley.
Pese a su voto en contra en las enmiendas, EH Bildu se ha mostrado abierto a seguir negociando en comisión pero ha dejado claro que la formación no colaborará para sacar adelante una «ley mordaza bis o light».