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Montero pasa del ‘sí es sí’ al ‘sí o sí’ en el Gobierno: dimitir daría la razón a la derecha

Los morados se enrocan y lo niegan todo, convencidos de que la polémica refuerza a Montero como alternativa al PP y al PSOE en clave ya electoral

Montero pasa del ‘sí es sí’ al ‘sí o sí’ en el Gobierno: dimitir daría la razón a la derecha

Irene Montero en el Congreso de los Diputados. | Europa Press

Podemos no tiene dudas: debe permanecer con sus dos ministros, Irene Montero y Ione Belarra, en el Gobierno. No queda espacio para el debate, ni para cuestionar la idea de que, ocurra o lo que ocurra con la modificación de la ley del sí es sí, la responsable de Igualdad seguirá en el cargo. Tal y como publicó este diario, la decisión atañe tanto al miedo de verse aislados en el año electoral como a la necesidad de salvar los trabajadores al sueldo del ministerio y todas las ayudas externas que eso genera. En definitiva, aplicar una defensa a lo catenaccio para, si hace falta, convertir la legislatura en un vía crucis para Pedro Sánchez. Pero todo ello dentro del Ejecutivo.

La doctrina sobre la permanencia en el Gobierno sí o sí la perfiló Juan Carlos Monedero hace dos meses. En el partido morado se abrió algo parecido a un debate, que recogió este diario, sobre la posibilidad de salir del Ejecutivo antes de las elecciones municipales de mayo para generar un «revulsivo» y esquivar el pulso lanzado por Yolanda Díaz. Monedero intervino rápidamente. Quien sale del Gobierno y rompe la coalición pagará los platos rotos, y lo hará en los próximos comicios, mantuvo. Una vez que en el electorado de la izquierda queda instalado el relato de la invasión barbárica de la extrema derecha, quien rompe la coalición será tachado de «traidor» y tanto Sánchez como Podemos tienen esa clave marcada a fuego.

Es por eso que, a pesar del diktat del PSOE sobre una modificación de la Ley de Libertad Sexual que permita frenar la «alarma social» creada por los centenares de rebajas de condenas, los morados no tienen ninguna intención de romper el Gobierno y salir del Consejo de Ministros.

Bendita protesta del PP

La consigna llega directamente de Galapagar y se sustenta en argumento tan sencillos como decir que «es la derecha que quiere imponer el marco de la dimisión o cese de la ministra [Montero]». Si la derecha, es decir, el Partido Popular, desea que Irene Montero salga del Ejecutivo por la modificación de la ley del solo sí es sí, el interés de la izquierda y de Podemos será hacer lo contrario. No quedan más preguntas.

Los morados entendieron, como desveló este diario, que el único escollo que se podía interponer en su planteamiento de resistencia en el Consejo de Ministro era que socialistas y populares llegaran a un pacto encubierto para la votación parlamentaria. Si el PSOE mantenía su diktat y, sin decirlo, lo presentaba en el Congreso donde el PP votaba a favor de la norma, para Irene Montero hubiera sido una «desautorización» definitiva.

Cargos de la cúpula del PP se concentran para pedir la dimisión de Montero en una manifestación de las Nuevas Generaciones del PP frente a Igualdad
Cargos de la cúpula del PP se concentran para pedir la dimisión de Montero en una manifestación de las Nuevas Generaciones del PP frente a Igualdad

Sin embargo, las peticiones públicas del PP de la dimisión de la ministra le permiten respirar. La reunión de las juventudes del PP debajo de su ministerio representan un verdadero alivio. Gracias a ella, su plan de resistencia en el cargo se convierte en batalla de resistencia de la izquierda contra las presiones de la derecha. Un ladrillo más en el discurso de que «es la derecha que quiere imponer el marco de la dimisión o cese de la ministra [Montero]».

Nuevo relato: negarlo todo

El relato que está tejiendo Podemos, de acuerdo con las directrices lanzadas por Pablo Iglesias, apunta también a señalar al PSOE como un actor débil y cobarde, que se achanta («le tiemblan las piernas») ante la «presión de la derecha mediática, judicial y política». El enfoque ya preelectoral queda palpable. Y también a negar todo tipo de evidencia sobre las rebajas de penas de agresores sexuales desde la puesta en marcha de la ley de Libertad Sexual.

Podemos lo niega todo. Afirma que «solo una minoría» de jueces está interpretando erróneamente la norma. Niega que se hayan cometido errores. Y que la ley sea el resultado exclusivo del gabinete de Irene Montero: el texto pasó por decenas de despachos y Justicia fue responsable de poner los años de pena. Finalmente, Podemos niega que exista «alarma social». Este punto enerva a los representantes del partido morado porque creen que se trata de un planteamiento creado ad hoc por el PSOE, con el visto bueno de Yolanda Díaz, para justificar el ataque de la Moncloa a Montero.

El exlíder de Podemos Pablo Iglesias, durante la presentación de su libro 'Medios y cloacas'.
El exlíder de Podemos Pablo Iglesias, durante la presentación de su libro ‘Medios y cloacas’.

La formación morada pasa del sí es sí en el relaciones sexuales al sí o sí en el Gobierno. Y enfoca todo su proyecto en la construcción, una vez más, del elemento de unicidad o victimista: todos están en contra de Podemos. Así quiere generar fidelidad ciega: quien se crea su planteamiento tendrá difícil volver atrás. Es un todo o nada con Podemos. Un acto de fe, aunque justificado con argumentos que se plantean como racionales y hasta más elaborados de los de la mayoría.

Por decirlo con Iglesias, son argumentos que permiten desmentir las tesis de los «cuñados». Aunque pueda parecer paradójico, en la cúpula morada están seguros que esta pugna sobre el sí es sí refuerza a Irene Montero y al partido, que está ya claramente en modalidad electoral y, sobre todo, de resistencia ante una victoria de las derechas que la cúpula de Podemos da casi por descontada.

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