Las 'embajadas' catalanas en Bruselas y París encubren los gastos del 1-O con actos culturales
En una respuesta parlamentaria a Vox, el Govern reconoce el desembolso en 12.369 euros para celebrar el quinto aniversario del referéndum ilegal
El exconsejero catalán de Sanidad fugado de la justicia, Toni Comín | gencat.cat
Las delegaciones del Gobierno catalán ante la UE y Francia desembolsaron dinero público para conmemorar un acto declarado ilegal por el Tribunal Constitucional y que fracturó a la sociedad catalana como fue el referéndum del 1 de octubre de 2017. Ambas embajadas catalanas celebraron el quinto aniversario de esa votación y gastaron un total de 12.369 euros, según ha podido saber THE OBJECTIVE.
El Govern reconoce en una respuesta al grupo parlamentario Vox haber realizado actos en conmemoración de esa fecha después del «mensaje institucional» por el 1-O del presidente Pere Aragonès. En la delegación ante la UE, en Bruselas, se alquiló una sala en la capital belga, Le bouché à oreillé, por el valor de 2.964.50 euros y se contrató a la pianista Laura Andrés, por 2.229,16 euros, y a la fotógrafa Sandra Guirado (por 459,80 euros). Un montante total que asciende a los 5.653,46 euros.
Por lo que respecta a la delegación en Francia, se sufragó el desplazamiento de los artistas con la aerolínea Vueling (419,96 euros), la exposición de la obra de Maria Benedito Ribelles (2.670 euros), la exposición artística de Cube, SpaceandLighting SL (2.720 euros) y el alojamiento de los artistas (904,40 euros). Alcanzando un total de 6.714,36 euros.
Maquillan la celebración del 1-O
Estos actos, que podrían haber vulnerado la neutralidad institucional al asumir una reivindicación partidista e ilegal como el 1-O, han sido maquillados en el documento al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. El Govern afirma que en el caso de la delegación de Bélgica, se celebraba «el día internacional de la música», mientras que en la delegación francesa el evento coincidía con «La nuit blanch».
Como ha podido confirmar este periódico, hicieron coincidir la celebración el 1-O con estas respectivas efemérides nacionales de Bélgica y Francia. No obstante, si se observa la promoción que la delegación ante la UE hizo con anterioridad al evento se observa de título del acto «1-O», algo que en el resto de actividades no reflejan. En los actos anteriores y posteriores la fecha del evento solo aparece en la parte inferior del cartel informativo.
Y, como se observa en la nota de prensa difundida por el Govern, asistieron tanto el delegado Gorka Knörr, como el exconsejero fugado Toni Comín, quien afirmó, «hoy no conmemoramos el 1 de octubre, sino que lo celebramos, porque el 1-O es una semilla de la que deben salir mucho frutos. Hoy celebramos un inicio que debemos culminar». En sentido contrario, el anuncio del evento de la delegación de Francia no ofrece ningún detalle que haga mención al 1-O.
Cabe recordar que la votación de 2017 fue también censurada por la Comisión de Venecia, órgano consultivo del Consejo de Europa, por no cumplir con los estándares de los referéndums. Y, desde que el Tribunal de Cuentas investiga los gastos exteriores del Govern para promocionar el procés, el Ejecutivo catalán es mucho más cauteloso a la hora de destinar dinero en actos que podrían acarrear delitos de malversación de fondos públicos.
«Despilfarro en delirios ideológicos»
Este periódico ha contactado con ambas delegaciones para saber el motivo de hacer coincidir con el quinto aniversario del 1-O estos eventos, pero no han respondido a nuestra solicitud. Por su parte, desde Vox denuncian «el despilfarro público de la Generalitat».
El líder del grupo de Vox en el Parlament, Ignacio Garriga, explica que «denunciar cosas como estas forma parte de una campaña para denunciar el despilfarro del gobierno separatista que ha impulsado Vox para fiscalizar el dinero público». Y como ejemplo pone «el gasto 12.400 euros para celebrar el acto del 1 de Octubre».
«Es una vergüenza como gastan el dinero de todos en sus delirios ideológicos y en financiar estas embajadas separatistas mientras arruinan a las clases medias y trabajadoras». Y concluye que «tanto ERC como PSC son culpables de Cataluña tenga servicios públicos deficientes, calles inseguras y miles de familias no llegan a final de mes».
