'Sí es sí': Igualdad alerta ahora de una «segunda ola de revisiones» tras la reforma del PSOE
El Ministerio ha vuelto a descartar dimisiones tras la reforma impulsada por el PSOE que, a su juicio, supone regresar al «Código Penal de La Manada»
El Ministerio de Igualdad se revuelve por la reforma de la ley del solo sí es sí registrada este lunes de forma unilateral por el PSOE en el Congreso de los Diputados y advierte ahora de que puede implicar «una segunda ola de revisiones», a pesar de minimizar hasta ahora la reducción de condenas -más de 400, según los últimos datos- que ha implicado la norma, y que es precisamente lo que ha llevado a los socialistas a actuar.
«Puede dar lugar a revisiones de tribunales que hasta ahora no se han revisado. No es cierto que la propuesta del PSOE vaya a blindar frente a revisiones que tendrían que estar terminando, no se puede permitir que vuelva a empezar una segunda ola de revisiones«, ha manifestado en declaraciones a los medios la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell.
En este contexto, Rosell ha mostrado su «preocupación» debido a que ante un modelo de consentimiento «se introduzca de nuevo la violencia, la intimidación, que responden al modelo del ‘no es no’«. «Hemos hecho la propuesta de que la violencia e intimidación sea un agravante. La propuesta de volver al viejo sistema que no ha funcionado nunca nos parece que sería un retroceso», ha defendido.
Para la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, volver a introducir un subtipo en el artículo del consentimiento de la ley «es volver al sistema anterior», lo que supone un «riesgo en revisiones futuras» de condenas.
Asimismo, Rosell ha criticado que hay una «divergencia» en la aplicación judicial de la Ley del solo sí es sí que es «lamentable» y ha incidido en que la responsabilidad de la aplicación de la norma «es de cada tribunal». «Me parece llamativo que nos digan si la vamos a aplicar de una u otra manera», ha dicho.
Se descartan dimisiones
En este contexto, el Ministerio de Igualdad ha vuelto a descartar dimisiones tras la reforma impulsada por el PSOE que, a su juicio, supone regresar al «Código Penal de La Manada«: «Hoy más que nunca tenemos que estar aquí».
Su objetivo, según ha explicado a los medios la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, es seguir trabajando para llegar a un acuerdo que «evite el retroceso que se está planteando en este momento» y defender que la falta consentimiento, y no la violencia y la intimidación, siga siendo el elemento que defina una agresión sexual.
En el Ministerio, ha apuntado, se sienten «tristes» y «preocupadas», pero van a insistir en la necesidad de un acuerdo porque el regreso al anterior modelo supone «un retroceso para los derechos de las mujeres» y la vuelta «a la revictimización de tantas mujeres que han sufrido una agresión sexual». No comparten el fondo de la reforma y alertan además de que podría desencadenar en el futuro nuevas revisiones de condenas.
La reforma recoge la disposición transitoria quinta del Código Penal, que señala que se mantendrá la pena si está dentro de la horquilla imponible con la nueva ley. Tribunales que han descartado revisar penas aplicando esa disposición, podrían entender ahora que durante la vigencia de la ley del solo sí es sí ese principio no estaba en vigor, lo que abriría la puerta a revisiones a la baja.
Rodríguez, acompañada de la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha defendido la ley del solo sí es sí, que puso el consentimiento en el centro, como «uno de los mayores acuerdos» del gobierno de coalición. Y ha recordado que el grupo de expertos que analizó la aplicación del Convenio de Estambul alertó de los problemas de centrar los delitos sexuales en la violencia y la intimidación, ya que la mitad de las víctimas sufren un «miedo paralizante» ante una agresión sexual que les impide ofrecer resistencia y podre mostrar pruebas de esa violencia.
Ha puesto como ejemplos casos de mujeres violadas durante años por sus maridos, mujeres con discapacidad sometidas a agresiones sexuales o menores agredidas por un padre o un profesor y que no muestran signos de violencia. «¿Son menos graves estos casos?, se ha preguntado.
Introducir en el esquema de nuevo la violencia, la intimidación y la anulación de la voluntad de la víctima como una tipo agravado de agresión sexual, ha insistido Rosell, es «el modelo contrario» de la ley del solo sí es sí, con los consiguientes efectos «dañinos» para las mujeres.
Confianza de un posible acuerdo
Se trata, advierten a los socialistas, de una propuesta muy similar a la del PP y que ve «buenos ojos» también Vox. Igualdad plantea como alternativa que la violencia y la intimidación se incluyan en la lista de agravantes, además de impulsar medidas que permitan una «correcta» aplicación de la norma, desde una mayor especialización de los juzgados y mayor sensibilización, o más policías y psicólogos.
Y confía aún en un posible acuerdo con su socio, aunque hoy por hoy sus modelos parecen irreconciliables. Rodríguez ha recordado diferencias en el pasado, como las vividas con la ley trans, y ha insistido en que desde Igualdad seguirán trabajando para que no se dé «ni un paso atrás»: «Ya les gustaría a esos que piden que dimitamos que lo hiciéramos».