El PP no ve un «calvario probatorio» en tener que probar la violencia en una agresión sexual
El entorno del líder popular defiende la necesidad de que las víctimas prueben que se han dado estas acciones
El PP defiende la necesidad de que las agresiones sexuales se tengan que probar porque éste es el eje del derecho penal y no comparte las críticas de la ministra de Igualdad, Irene Montero, que denuncia un «calvario probatorio» cuando las víctimas tienen que acreditar la violencia o la intimidación.
Defiende la titular de Igualdad que la ley del solo sí es sí consigue precisamente que sea el consentimiento el que defina la existencia o no de una agresión sexual y que, de lo contrario, las víctimas están sometidas a un «calvario probatorio» al estar obligadas a demostrar las marcas de la violencia en sus cuerpos.
Según Montero, la proposición del PSOE para modificar la ley y evitar la rebaja de penas a agresores sexuales vuelve al marco de la violencia y la intimidación e implica ese «calvario probatorio».
Sin embargo, en el entorno del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, recalcan que son necesarias las pruebas para poder condenar a los acusados. Por otra parte, Feijóo ha encargado a los suyos estudiar con detenimiento las disposiciones transitorias del texto presentado por los socialistas para garantizar que el PP no respalda una nueva «chapuza».
En el caso del articulado, las proposiciones de ambos partidos son según este partido prácticamente idénticas, hasta el punto de que el PP considera que el PSOE ha copiado el texto registrado por los populares en el Congreso el pasado mes de diciembre.
En el entorno de Feijóo ven al Gobierno calcinado y acabado por la polémica del solo sí es sí, un «bochorno» por el que en el PP sienten ya «vergüenza» y que no tiene antecedentes, ya que supone que una parte de la coalición corrige con una proposición una ley del conjunto del Gobierno y que además, recalcan, vitorearon. «Es el Prestige de Sánchez», señalan en la dirección nacional del PP.
El PP reprocha que nadie en el Gobierno haya asumido responsabilidades por lo ocurrido y que el PSOE no quiera reformar la ley junto a los populares por «soberbia» y «sectarismo».
Este partido está a la expectativa del impacto del choque en la continuidad del Gobierno de coalición porque no saben si los socios están haciendo un «teatrillo» para hablar a sus respectivas parroquias o si el «teatrillo» busca sentar las bases de una futura ruptura.