El Gobierno promete «trenes con las máximas prestaciones» para Cantabria y Asturias
Asegura que «no se ha diseñado ningún tren que no quepa por los túneles» y «no se ha utilizado ningún dinero público»
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha garantizado este jueves que «se harán trenes con las máximas prestaciones» para los cercanías de Cantabria y Asturias, que no llegarán hasta 2026 tras un retraso de dos años. Preguntada sobre la necesidad de construir trenes más pequeños para que pasen por los túneles, en un acto en Sevilla, la ministra ha insistido en que ya han dado las explicaciones al respecto y ha afirmado que «se harán trenes con las máximas prestaciones».
Los nuevos trenes de cercanías para Cantabria y Asturias no circularán hasta al menos 2026, según la previsión del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que ahora dice que «nunca ha habido problemas de trenes grandes» o que no entraran por los túneles, sino que lo que ha habido ha sido una «dilación» sobre la «discusión técnica» para evitar que fueran «más pequeños» que los actuales, según señala Europa Press.
«Nunca ha habido problemas de trenes grandes, sino más pequeños de los actuales y eso no lo queríamos», ha afirmado esta tarde el secretario general de Infraestructuras del Ministerio, Xavier Flores, quien lideró la reunión celebrada en Santander del grupo de trabajo entre el Ministerio, Adif, Renfe, la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria y los gobiernos de Cantabria y Asturias para hablar del problema surgido con los trenes que iban a enviarse a estas dos comunidades para mejorar sus Cercanías.
Según indicó, lo que realmente ha ocurrido es que el problema surgió en que la discusión técnica sobre la metodología a aplicar para evitar que los trenes fueran más pequeños se ha dilatado más de lo deseado. Ha explicado que si se aplicaba de forma estricta la normativa de gálibos el resultado era «trenes más pequeños de los actuales», algo que se quería evitar porque hubiese sido «irreparable».
De hecho, ha señalado que una de las decisiones adoptadas es el empleo del denominado «método comparativo» para evitar esa cuestión, que consiste en la utilización de un tren que actualmente circula por las líneas como referencia para los nuevos trenes.
También ha insistido en que «no se ha fabricado ningún tren», «no se ha diseñado ningún tren que no quepa por los túneles» y «no se ha utilizado ningún dinero público» fruto del problema que ha habido con el tema de los gálibos.