Las prostitutas contraprograman a las feministas con una marcha alternativa el 8-M
Miles de miembros de la Plataforma de Afectados por la Abolición de la Prostitución se concentrarán en Madrid a la par que el feminismo abolicionista
El sector de la prostitución también tomará las calles este próximo miércoles 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para manifestarse contra aquellos partidos políticos que impulsan la abolición de su actividad. Toda una contraprogramación a las dos marchas feministas, la organizada por Comisión 8-M y la del Movimiento Feminista de Madrid, donde la mayor parte de sus integrantes defienden que la actividad sexual retribuida es siempre un acto de «explotación».
Prostitutas, recepcionistas y responsables de burdeles, anunciantes, limpiadoras… Las 4.000 personas que componen la Plataforma de Afectados por la Abolición de la Prostitución marcharán a las 19 horas desde Atocha «en defensa de los derechos y de la libertad de las mujeres que libre y voluntariamente ejercen un trabajo amenazado por la iniciativa legislativa del PSOE, secundada por el PP y otros partidos, que pretende enviarlas a la clandestinidad y la marginalidad».
La reforma legal que se estudia en el Parlamento, y que se encuentra en la Comisión de Justicia del Congreso, es, en opinión de las trabajadoras sexuales, «un grave atentado contra la libre determinación de las personas y nos conduce a un marco social en el que se agravará el estigma que pesa sobre nosotras, y traerá más odio y violencia, como ha ocurrido en los países que han implantado políticas abolicionistas» (véase, Francia o Suecia): «La abolición de la prostitución, la marginación de las personas que ejercen el trabajo sexual es violencia contra las mujeres, violencia social, violencia institucional y política».
«Frente al intento de enviarlos a la clandestinidad, hemos insistido en que se escuche nuestra voz, en que se conozca nuestro trabajo, en que los partidos políticos tengan en cuenta que queremos mantener nuestra forma de vida en un contexto de seguridad y protección, en una situación en la que no se nos prive de derechos. No se puede legislar en democracia sin escuchar a las personas a las que afectan las leyes, y eso es lo que está haciendo el Congreso de los diputados de España», explican.
Cifras inexactas
Raquel, trabajadora sexual que ejerce como portavoz de la plataforma, denuncia que los distintos partidos políticos «han despreciado» nuestra voz, y que así se evidencia en que PSOE, PP y Vox votaran en negativo a la propuesta del PNV de crear una subcomisión de investigación para arrojar «datos reales y verificables» sobre el servicio sexual retribuido. «Consideramos que se trata de un desprecio a los intereses legítimos de más de ciento treinta mil personas, y una forma de hacer política que está lejos de la realidad, inspirada en criterios morales que quieren imponer a la sociedad, que de forma mayoritaria se expresa en las encuestas en contra de la abolición de nuestro trabajo», arguyen desde la plataforma antiabolicionista.
La graduada en psicología por la Universidad de Salamanca también explica a este medio que esa subcomisión hubiese sido deseable porque «las cifras que ofrece el Gobierno no son ciertas». Tal y como ha venido denunciando THE OBJECTIVE, el Ejecutivo desliza que un 90-95% del número de mujeres prostituidas son víctimas de trata o de explotación sexual; un dato que se extrae del Plan integral contra la trata de 2015-2018, pero que ha sido posteriormente refutado por académicas como Carmen Meneses o Mariona Llobet, que reducen ese porcentaje al 10-12%.
Por todo lo expuesto, las prostitutas volverán a la calle el 8-M con paraguas rojos y una gran pancarta que reza «la abolición es un negocio para algunas y violencia hacia nosotras». Su mensaje, explica Raquel, será claro: «Queremos decir que como mujeres somos dueñas de nuestra voluntad y de nuestros cuerpos, y que nadie, ninguna policía de la moral, nos tiene que decir cómo debemos ejercer nuestra libertad y cómo debe ser nuestra vida».
División en las prostitutas
El otro colectivo principal que representa a las prostitutas en España, la Asociación de Trabajadoras Sexuales (ASTRAS), no participará de la marcha. Su líder y portavoz, Susana Pastor, considera que contraprogramar el 8-M es «una tontería» porque «la manifestación se va a dispersar y puede haber algún problema»: «Para mi lo primero son las mujeres, así que prefiero no movilizarme». Eso no significa que vaya a acudir a una de las dos marchas feministas, ni mucho menos, ya que «ahí van a ir las mismas mujeres que nos quieren dejar en la calle».
No es la única divergencia estratégica que las dos grandes asociaciones de prostitutas mantienen en su presión a los partidos políticos. Mientras que ASTRAS siempre ha sido partidaria de sacar a la luz los nombres de aquellos diputados que son clientes suyos, desde la Plataforma Stop Abolición han criticado la iniciativa. «En eso no pensamos igual, nosotras no pensamos dar las listas de políticos que visitan a las trabajadoras sexuales, pero trabajamos mucho para que esta ley no salga». El sector de la prostitución, como el movimiento feminista, acude dividido al 8-M.
Pero si acaso algo une a las trabajadoras sexuales es su rechazo al feminismo hegemónico, que es abolicionista. «Irene Montero dijo que ella se acostaba con quien quisiera, pues nosotras también. Nuestro consentimiento es tan válido como el suyo», explica Raquel, trabajadora sexual, que zanja: «Nuestro consentimiento es tan válido como el suyo, no somos víctimas, niñas, ni tontas».