El 61% de los españoles cree que el movimiento feminista ya no representa a todas las mujeres
Una encuesta confeccionada por Metroscopia demuestra que seis de cada diez españoles considera como «mala o muy mala» la labor del Ministerio de Igualdad
El feminismo en España es, en la actualidad, un movimiento fracturado, politizado por los distintos partidos, y que ya no representa a todas las mujeres. Así se desprende de una encuesta confeccionada con motivo del Día Internacional de la Mujer por Metroscopia y a la que ha tenido acceso en exclusiva THE OBJECTIVE. El dato más llamativo, que el 61% de los sondeados está de acuerdo con que el movimiento feminista actual «no representa a todas las mujeres».
El sondeo no muestra diferencias significativas entre mujeres y hombres: siete de cada diez (el 71%) lo consideran un movimiento desunido y seis de cada diez (61%) piensan que no representa a todas las mujeres, y que persigue más «la defensa de las ideas de los partidos políticos que la de los derechos del conjunto de las mujeres».
Los más críticos con el feminismo actual son, por este orden, los votantes de Ciudadanos (el 93% cree que el movimiento ha dejando de representar a las mujeres), los de Vox (87%) y los del PP (72%), seguidos de los abstencionistas (62%).
Pese a ello, la reivindicación de la igualdad entre sexos sigue gozando del pleno respaldo, lo que evidencia que es el movimiento feminista y su jornada reivindicativa, el 8-M, quien ha experimentado un claro declive en el apoyo social que concitaba antaño. Si en 2018 la huelga feminista despertó la simpatía de una muy amplia mayoría de los españoles, hoy, incluso la propia izquierda se muestra claramente dividida en sus reivindicaciones, canalizadas a través dos marchas: la de la Confluencia 8-M y la del Movimiento Feminista de Madrid.
División y suspenso de Igualdad
Esta división en el seno del feminismo, entre el que ha abrazado la teoría queer y el de raigambre marxista, se decanta ligeramente hacia este último, que es el que se siente abandonado por las políticas del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos; el feminismo clásico o socialista. Y es que el 54% de los encuestados cree que «no deberían formar parte del feminismo las reivindicaciones de las personas transexuales». Sólo el 37% considera que las feministas deberían asimilarlas.
Estas dos visiones sobre la agenda, prioridades y tiempos del movimiento feministas conviven en el bloque de la izquierda de manera desigual. La mayoría de votantes del PSOE cree que las reclamaciones de las personas transexuales y homosexuales no deberían formar parte del feminismo y, descontentos con el feminismo de la diversidad, piensan que desde el Ministerio de Igualdad se ha prestado similar atención a las mujeres (72%) que a transexuales (62%) y homosexuales (63%).
La incomodidad socialista se manifiesta en su división a la hora de evaluar la gestión de Irene Montero al frente del Ministerio de Igualdad: el 45% la aprueba y el 42% la suspende, a diferencia de los votantes morados, ampliamente satisfechos con su líder. Pese a su entusiasmo, sólo el 27% del total de los españoles considera que la gestión de la ministra morada ha sido «buena o muy buena», por un 60% que la tilda de «mala o muy mala». Entre los últimos, los populares (88%) y voxeros (99%).
Podemos sale ganando
De todos modos, en la pugna izquierdista por la hegemonía, es la formación morada quien llevaba la ventaja a las socialistas. El 28% de los encuestados concibe a Unidas Podemos como «el partido que está haciendo más en España en estos momentos para apoyar la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres», por delante del PSOE (16%), Partido Popular (6%) y Vox (4%). Por otro lado, un amplísimo 21% no está contento con la labor de ninguno de los partidos en este sentido.
Estor porcentajes se explican, según apuntan desde Metroscopia, porque «el vivo disenso entre los miembros de la coalición tiene para el PSOE, tras una legislatura sin gestionar la cartera de Igualdad, una notable consecuencia: ahora UP es percibido como el partido que en mayor medida defiende la igualdad de las mujeres, mientras que el PSOE, tradicional referencia del feminismo en España, queda reducido al 16%».
«Este 2023, detectamos que la causa feminista, además de ser percibida hoy como un movimiento desunido, politizado y sin la transversalidad antes reconocida, experimenta un cambio de referente: pasa del clásico feminismo institucional de la igualdad al de la diversidad», zanja Andrés Medina, director de Metroscopia.