Amenaza de motín en Podemos: Montero impide a sus dirigentes ir a los actos de Díaz
Cuadros destacados de Podemos en las comunidades autónomas piden a la dirección poder acudir a los actos de Sumar, pero reciben un tajante ‘no’
Después del temor a una escisión en el grupo parlamentario, emerge ahora la preocupación a un motín de cuadros y dirigentes territoriales de Podemos en varias comunidades autónomas. Miembros destacados del partido morado han pedido a la dirección nacional poder acudir a los actos que Yolanda Díaz está organizando para promover la nueva marca Sumar. Argumentan que si sus perspectivas electorales de cara a los comicios de mayo son malas, no pasearse por los encuentro de Díaz con la «sociedad civil» las empeorará. La respuesta de Irene Montero es, sin embargo, negativa. La ministra y lideresa oficiosa de Podemos no quiere más traiciones y se blinda ante el intento de «opa hostil» que, como desveló este diario, prepara Yolanda Díaz para el día siguiente al 28-M.
La dirección morada no está dispuesta a ceder ni un milímetro. La guerra contra Díaz es ya por tierra, mar y aire. De ahí que el partido que dirigen Montero y Ione Belarra haya rechazado las peticiones que han llegado últimamente de miembros de Podemos para poder acudir a los actos de Díaz. El último veto se ha dado en Canarias. Este sábado, Díaz celebra una presentación de Sumar en las Palmas de Gran Canarias. Se trata de un territorio estratégico, pues la izquierda se encuentra dividida, por un lado se halla el proyecto Drago Verde Canarias, del exsecretario de Organización de Podemos Alberto Rodríguez, y por el otro Podemos Canarias, IUC y Sí se Puede. Así que Montero no quiere pasos en falso de los suyos.
Según ha podido saber este diario, miembros de Podemos Canarias han pedido a la dirección poder acudir al acto de Sumar. Creen que ausentarse de dicho encuentro tendrá consecuencias electorales dada la situación de enorme debilidad de su partido. Pero la respuesta que han recibido ha sido negativa. Montero e Ione Belarra no quieren fisuras. Nadie de Podemos tiene el permiso oficial para asistir a los actos de Yolanda Díaz. De hecho, se excluye que miembros de la cúpula morada participen el 2 de abril en el primer mitin de la candidatura nacional de la política gallega.
Orden tajante
Hace casi un año, cuando empezó el «proceso de escucha» de Díaz, los principales dirigentes del partido morado también evitaron acudir. Tan solo se paseó por el Matadero de Madrid, donde se celebraba el encuentro, el cofundador Juan Carlos Monedero. Pero después, en otras Comunidades Autónomas, como Extremadura y el País Vasco, los dirigentes regionales del partido morado sí colaboraron con Díaz hasta en la organización de los actos. Ahora Montero no quiere más pasos en falso.
Fuentes de Podemos aseguran que el ex secretario general está más decepcionado que nunca con Yolanda Díaz. El pasado martes, en pleno debate de la moción de censura, arrancó el programa de debate matinal del nuevo canal de televisión de Pablo Iglesias, Canal Red. Aunque a nivel general ese comienzo quedó tapado por la moción de Ramón Tamames, en Podemos aseguran que los militantes y simpatizantes del partido sí estuvieron pendientes de la primera emisión. Sus miradas iban hacia los primeros invitados del programa. Entre ellos, destacó la actual secretaria general de Podemos, Ione Belarra, aunque sus declaraciones en el Canal Red no fueron recogidas por ningún medio de comunicación tradicional.
El día siguiente, poco antes de la sesión parlamentaria de la moción de censura a Pedro Sánchez, Díaz habló en los micrófonos de RNE. En esa entrevista dijo una frase que ya suena a lema electoral, «España a favor»; arremetió contra Iglesias por cómo la nombró sucesora en 2021 («a dedo», dijo), y reiteró que los dirigentes de Podemos están invitados el 2 de abril en el arranque de su candidatura. Irene Montero, pendiente de esa entrevista, acudió pocas horas después ante las cámaras de RTVE. Evitó contestar a la pregunta de si el Gobierno está más unido tras la victoria en la moción de censura (un silencio que enojó a los afines a Díaz) e insistió en sus temores a que el PP respalde la modificación de la ley del sí es sí que propone el PSOE.
Guerra de trincheras
Los rostros con los que Belarra y Montero acompañaron el discurso de Yolanda Díaz en la moción de censura de Vox siguen circulando de móvil en móvil entre los militantes y cuadros de Podemos. Ya nadie duda del nivel de enfrentamiento entre la cúpula y el sector que aúpa a Díaz. El acto en el Ministerio de Trabajo entre la vicepresidenta e Íñigo Errejón de la semana pasada sonó a declaración de guerra. Así como el guiño de Díaz a las palabras que pronunció en un mitin de 2019, que también rebotaron como pólvora en las redes sociales, se interpretan como un guantazo tanto a Montero como al propio Iglesias.
En el contexto de tensión con Yolanda Díaz, y a pocos días del estreno de su candidatura en Madrid, la orden de la dirección de Podemos a todos su cuadros es tajante: nadie puede acercarse a los actos públicos de Sumar. Hacerlo significaría estar desafiando una directriz que llega desde las plantas nobles del partido. Algo parecido a un motín.
Quedan dos meses para los próximos comicios autonómicas y municipales y Podemos no quiere dar su brazo a torcer. Insiste en que quiere primarias «abiertas» para los futuros cargos de Sumar y una negociación entre «partidos» para avanzar hacia una coalición. Pero los aliados de Díaz, que van desde Izquierda Unida hasta el PCE y los errejonistas, se niega a asumir ese diktat. El choque entre los dos sectores ya se perfila como una guerra de desgaste y de trincheras.