ERC baraja apoyar a Trias en Barcelona tras el castigo por aliarse con el PSOE
Los republicanos diseñan un giro de rumbo parcial que pasa por mantener los puentes con el PSOE pero, asimismo, por «romper con el PSC» en Cataluña
Ernest Margall y Xavier Trias en la presentación del proyecto PRO BCN 20. | Europa Press
ERC no abandonará la vía del diálogo con el PSOE pese a las presiones de Junts per Catalunya y de parte de sus bases para que rompan con los socialistas. Los malos resultados de los republicanos en los comicios del 28 de mayo, con 300.000 votos menos respecto a las elecciones de 2019, parecen obligar a la dirección del partido a revisar su estrategia. No obstante, y según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, no habrá enmienda a la totalidad al plan de deshielo institucional con el Gobierno central que perfilaron tras el fracaso del procés independentista.
La corrección del rumbo se limitará, apuntan las fuentes consultadas, a exhibir mayor contundencia contra el PSC pero sin soltar amarras con el PSOE, en caso de que se pueda revalidar este 23 de julio el bloque de izquierdas y nacionalista que invistió a Pedro Sánchez presidente del Ejecutivo en enero de 2020. Por esta razón, ahora ERC baraja dar su apoyo Xavier Trias para que obtenga la alcaldía y enfría cualquier pacto a tres bandas con los socialistas catalanes y los comuns de Ada Colau. Los votos de Junts y ERC suman 15 concejales, así que necesitarían de otras formaciones para alcanzar los 21 escaños que fijan la mayoría absoluta. Pero en la agenda de ERC ya no se contempla investir a un dirigente del PSC después de los resultados del domingo.
«Romper con el PSC»
En el encuentro que ha mantenido el partido de urgencia este lunes en la sede nacional del partido, en la calle Calabria de Barcelona, se ha abordado esta nueva línea de «romper con el PSC», añaden. En el caso de Barcelona, ERC tiene fácil el argumento: Junts ha ganado las elecciones y hay que respetar «la voluntad» de los electores.
Al mismo tiempo, prefieren presionar por el flanco izquierdo al PSC y mantener acuerdos en clave identitaria con los independentistas de Junts per Catalunya. Si bien es cierto que la dirección del partido ya perfiló una campaña electoral centrada en crecer en el llamado cinturón rojo barcelonés a costa de los socialistas, los resultados no han sido los esperados. No obstante, su lectura de este hecho es que no han sido lo suficientemente críticos y contundentes con los socialistas.
Acallar las voces internas
En paralelo, Oriol Junqueras ha salido al paso este lunes antes de que crezcan las voces internas que abogan por un giro estratégico que pase por romper con el PSOE y recuperar la confrontación con el Estado. El presidente de ERC ha acallado cualquier amago de críticas al renovar su confianza a Gabriel Rufián como jefe de filas en Madrid y principal puente con el Gobierno de Sánchez en el Congreso.
De momento, el Col·lectiu Primer d’Octubre, que son la parte de la militancia que de forma más beligerante se opone a la cúpula del partido, son los únicos que públicamente han expresado su malestar. A través de un comunicado, exigen volver a la unidad del independentismo porque, a su juicio, la actual estrategia no «amplia la base» sino que «desmoviliza el independentismo».
Junqueras, sin embargo, ya ha fijado doctrina y cree que «la vía de la negociación tiene un aval importante dentro de la sociedad catalana y también dentro de la comunidad internacional». Es decir, no renuncian a seguir siendo claves en las negociaciones en Madrid.
