El dinero y las listas: los verdaderos escollos que alejan a Sumar de Podemos
El desplome electoral de Podemos amenaza con un ERE en el partido que quiere acceder a la mitad de fondos de la coalición con Sumar
Dos escollos dificultan el encuentro entre Sumar y Podemos. El primero es, sin duda, el del orden de las listas. Existen problemas sobre todo en Madrid, puesto que la lideresa de Sumar, Yolanda Díaz, ha entregado a los catalanes de Ada Colau y a los valencianos de Compromís el control de las listas en sus respectivos territorios. Madrid, sin embargo, se ha convertido en una verdadera zona cero. Irene Montero no quiere renunciar a ser número dos por la capital, inmediatamente por detrás de Díaz. Íñigo Errejón aspira a lo mismo. Y el segundo elemento de la discordia son los fondos que recibirá la coalición tras las elecciones.
Este diario ya ha adelantado los pormenores de la difícil negociación por Madrid. Se están registrando ofertas y contraofertas, pero todas chocan contra un muro de exigencias y peticiones cruzadas. Y, sobre todo, con dos maneras diferentes de entender los equilibrios internos. Miembros de Sumar sugieren que Montero ceda su puesto en la lista a Ione Belarra, y que o salga de todas las ecuaciones o, como mucho, se presente por una circunscripción fuera de la capital. Podemos también quiere que Errejón sea desterrado de Madrid. Es de momento el escollo político más difícil de resolver.
Un millón de euros
El segundo problema atañe a los fondos económicos. Un grupo parlamentario maneja a partir de un millón de euros cada año en subvenciones. Es una financiación pública que se justifica por tema de seguridad y funcionamiento interno. Este dinero sirve para afianzar la organización, contratar asesores y liberados. Es la arteria de la financiación política de los partidos en la época contemporánea, muy por encima de lo que suelen aportar los afiliados y militantes, figuras a la baja hoy en día para las formaciones políticas.
El reparto de estos fondos dificulta el encuentro entre Podemos y Sumar. La petición de Podemos de una negociación bilateral con Sumar engloba esta cuestión. Si Podemos habla de tú a tú con Sumar, y se supone que la plataforma de Díaz aglutina a todos su socios, esto significa que el reparto de fondos será paritario. Yolanda Díaz, y sobre todos sus aliados de Más Madrid y Compromís, entre otros, rechazaron de inmediato el planteamiento de los morados al entender esta deriva financiera.
La dificultad en llegar a un acuerdo ventajoso puede acarrear un serio problema económico para Podemos. Los morados tienen una deuda de 700.000 euros con sus simpatizantes que colaboraron en el micromecenazgo de la campaña. Podemos evita ir a los bancos para pagar sus gastos en propaganda. Pero las ayudas de los votantes obligan a devolver el dinero tras recaudar las subvenciones electorales. Y esta vez, con la caída del 28 de mayo, será difícil esa devolución.
EREs y despidos en Podemos
«Si quieres conocer la verdad, sigue el rastro del dinero», rezaba la serie The Wire que a menudo Pablo Iglesias ha mencionado para argumentar sus ataques a los poderes fácticos. Hasta Alberto Garzón le emuló en algunos discursos públicos. En este caso, el rastro del dinero dibuja un dilema para Podemos ante los diktat de Yolanda Díaz y los suyos. Es imposible saber cuánto dinero tiene en sus cajas Podemos. Después de Vistalegre II (2017), el partido puso un cerrojo sobre la información pública que ofrecían a los ciudadanos sobre su situación financiera.
Cada vez más personas apuntan a que el partido morado tiene serios problemas económicos. Se acercaría un ERE, según varias fuentes de Podemos. Recuerdan que el partido tiene alrededor del 40% de los gastos internos para empleados. «Ya se habló en 2019, antes de entrar en el gobierno con Sánchez, que lo evitó», recuerdan. Esta vez, con el descalabro de mayo, se acercan despidos.
El problema, sostienen las fuentes consultadas, es que el próximo viernes 9 de junio los responsables de la coalición deberán acudir a la Junta para registrar formalmente la coalición para los comicios del 23 de julio. Y esos papeles también deberán recoger el reparto de fondos que los diferentes partidos de la coalición recibirán del total de sus subvenciones.
Ese reparto es de muy difícil solución, porque los socios de Yolanda Díaz exigen acceder al dinero en función de su peso político, teniendo en cuenta el resultado electoral del 28 de mayo. Una situación que dejaría a Podemos menos dinero del que pretende. Y que, sobre todo, obligaría a una sustancial reducción de sus empleados y, a la vez, a afrontar el miedo a una «bancarrota» que según unas cuentas fuentes podría darse si no se llega a un acuerdo beneficios con Díaz.