PP y UPN irán por separado el 23-J: Feijóo arriesga dos diputados clave en Navarra
En el PP navarro hay voces que ven peligrosa la decisión de ir en solitario ante el «arraigo» de los foralistas entre el votante de centro-derecha
El Partido Popular (PP) y Unión del Pueblo Navarro (UPN) irán por separado a las elecciones del 23-J, según fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE. Es la primera vez en democracia que ambas formaciones no se presentan en coalición. Una situación que pone en riesgo dos diputados y tres senadores para Alberto Núñez Feijóo.
Navarra elige cinco diputados y cuatro senadores al Congreso y Senado. La aritmética parlamentaria siempre ha beneficiado a la coalición PP-UPN en las generales desde que los dos partidos decidieron a comienzos de los noventa ir de la mano. En los últimos comicios de 2019, bajo el paraguas de Navarra Suma, quedaron en primer lugar y se llevaron dos diputados: Sergio Sayas y Carlos García Adanero. Ambos pertenecían a UPN, pero terminaron la legislatura en las filas populares. Los socialistas consiguieron otros dos representantes y Bildu, uno.
El hecho de que PP y UPN hayan enterrado Navarra Suma y ahora vayan por separado puede cambiar la fotografía final. La formación de Feijóo tiene decidido colocar a Sayas de número uno en la candidatura. Y posiblemente a Adanero de dos. Un ticket con el que el PP está convencido que se llevará dos de los diputados en juego al ser una «contienda directa» entre Pedro Sánchez y el líder del PP que, a su juicio, hará que los navarros de centro-derecha se decanten por la papeleta azul antes que por la de UPN.
En Génova recuerdan que los regionalistas de Javier Esparza se encuentran «en una posición débil» tras el 28-M, al bajar 20.000 votos en la comunidad foral, mientras que los populares crecieron con nuevos 10.000 apoyos. Además, antes de la fórmula de Navarra Suma, el pacto entre UPN y PP consistía en que los primeros colocaban en primer lugar sus siglas en las papeletas de municipales y autonómicas, y luego era el PP el que aparecía primero en la de las generales. Por eso, se aferran al recuerdo que haya podido quedar de ello en los electores de centro-derecha.
En las filas de UPN ven la situación de otra manera. Al quedar como primera fuerza navarra en el Parlamento foral -con 15 diputados- y en el Ayuntamiento de Pamplona, tiene opciones al menos de llevarse al menos el consistorio. Una situación que ha dejado «buenas sensaciones» en el equipo de Esparza. Este último ya ha adelantado que daría su apoyo a Feijóo en una eventual investidura, por lo que confía en retener a buena parte del electorado regionalista con el argumento de que UPN defenderá mejor los intereses de Navarra en la Cámara baja desde el Grupo Mixto que sus rivales del PP, que quedarían «diluidos» en la bancada popular si salen elegidos sin el altavoz que los citados Sayas y Adanero han tenido en la legislatura recién concluida.
En el Senado, el reparto de los cuatro parlamentarios puede dar un vuelco porque los tres primeros se los suele llevar la lista más votada. Al separarse ahora las papeletas de PP y UPN, podría darse el caso de que el PSOE se quede con los tres primeros escaños, a los que se añadiría el senador por designación autonómica que las fuerzas progresistas impondrán en el Parlamento navarro con los resultados del 28-M. En 2019, los socialistas se lo cedieron a Geroa Bai dentro del pacto de gobierno a varias bandas.
Esparza dejó claro el martes que la formación regionalista no había tomado una decisión sobre la fórmula con la que concurrirá a las generales, si bien precisó que UPN «no va a llamar al Partido Popular». Una prueba de que las relaciones entre ambas formaciones están muy alejadas, según las citadas fuentes.
«Lo último que sabemos es que dijeron públicamente -desde el PP- que concurrirían ellos solos a las elecciones generales», recordó el líder de UPN, quien puntualizó si los populares llaman, ellos cogerán el teléfono y tomarán una decisión, «que no tiene por qué ser que vayamos con ellos en coalición». En todo caso, pasan los días y esa llamada no se ha producido, por lo que la formación foralista tendrá «que empezar a andar y a preparar la campaña, pensar qué personas pueden liderar listas» si no hay un giro inesperado antes del 10 de junio, fecha límite para concurrir como coalición en los comicios del 23-J.
No obstante, en el PP navarro hay voces que ven peligrosa la decisión de ir en solitario ante el «arraigo» de UPN entre el votante de centro-derecha. «Decir que vamos a conseguir dos diputados es aventurado. El riesgo de fracaso es alto», reconoce una fuente próxima a la dirección regional, que dirige Javier García.
En los comicios del 28-M hubo votantes que se hicieron un lío en los colegios electorales porque desconocían que PP y UPN se presentaban por separado en las municipales y autonómicas, por lo que existe la posibilidad de que se repita esta situación el 23-J. Además, esta persona incide en que Génova esperaba un mejor resultado a nivel autonómico: «Se esperaban 5 o 6 diputados y han salido tres».