TikTok entra en la campaña española: borra un vídeo del PP sobre Sánchez por «manipular»
La red social china ha argumentado que, tras revisar el vídeo, «infringe las normas de la comunidad sobre la publicación de contenidos»
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofrece una rueda de prensa tras reunirse con el primer ministro del Reino de Suecia, Ulf Kristersson
Las redes sociales ya juegan un papel clave a 46 días del 23-J. TikTok ha decidido eliminar un vídeo publicado por el Partido Popular de Madrid en el que el presidente del Gobierno, tras su reunión con el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, explica los motivos que le habían llevado a adelantar las elecciones. El motivo que les ha llevado a tomar esta medida es la manipulación con fines propagandísticos a personajes públicos.
A la hora de elaborar el vídeo, el PP recorta la parte en la que, Pedro Sánchez, acusa a algunos medios de lanzar ‘bulos‘ que buscan dañar su imagen. De esta forma, parece que el líder socialista justifica el adelanto electoral por motivos como que busca una salida personal (vinculándole a la secretaría general de la OTAN), sólo piensa en él o se ha olvidado de la sociedad española.
Pedro Sánchez ha sido contundente a la hora de desmentir los rumores sobre su interés en la Alianza Atlántica al final de su intervención. Además, ha utilizado estos rumores para intensificar su guerra contra los medios y afirmar que son una prueba más de que «la democracia debe defenderse de estos bulos».
Normas de TikTok
Entre los requisitos para que un vídeo sea aceptado por la red social está la integridad y autenticidad. En este caso, la cuenta del PP de Madrid recibió varias denuncias en ese vídeo por escenas sintéticas o manipuladas, algo con lo que son muy claros: «No permitimos contenidos sintéticos, es decir, manipulados con Inteligencia Artificial». Esa prohibición también incluye el contenido falso, de alto realismo creado digitalmente, como el vídeo de una persona real hablando, pero cuyas palabras se han modificado o editado. Además, señalan que no permiten este tipo alteraciones si la intención es utilizarlo con fines propagandísticos.
No es la primera vez que las RRSS influyen en la política nacional. En enero de 2021, Twitter bloqueó la cuenta de Vox por «incitar al odio» contra los musulmanes. Todo por un tuit en el que, los de Abascal, indicaban que siendo un 0,2% de la población catalana, los musulmanes era responsable de un 93% de las denuncias. Un año antes, también el partido verde incumplió las normas de Twitter y fue suspendido al acusar al Gobierno de promover la pederastia con dinero público. Lo hizo en respuesta a un tweet de Adriana Lastra que les acusaba de «odiar» a varios colectivos como el LGTBI.
