Polémica en Exteriores por la inédita exclusión de la lista de UGT en las elecciones sindicales
El sindicato culpa a Albares de la decisión por ser «el único que se atreve a denunciar abiertamente lo que ocurre en el ministerio»
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en su reunión con el líder de UGT, Pepe Álvarez, el 16 de mayo. | Foto: Twitter de Albares
Las elecciones sindicales del próximo 20 de junio para elegir a la nueva junta de personal en los servicios centrales del Ministerio de Asuntos Exteriores se han visto afectadas por la polémica exclusión de la lista presentada por UGT, una decisión inédita en el período democrático y que se ha producido apenas 15 días después de una reunión entre José Manuel Albares y el secretario general de esta organización laboral, Pepe Álvarez.
El jefe de la diplomacia recibió el 16 de mayo en su despacho a Álvarez después de varios comunicados críticos con él, que el sindicato hermano del PSOE había distribuido a todos los funcionarios del ministerio por email. La cita, que no aparecía en la agenda de Albares de aquel día, se conoció a raíz de un tuit del ministro, en el que destacó «la productiva reunión» que había tenido con el máximo responsable de UGT para hablar de la Presidencia española de la UE, del Foro de la Sociedad Civil en el que participará el sindicato, y «de las líneas de futuro» del departamento que dirige. Nada hacía presagiar la tormenta que se iba a desatar unos días después por la exclusión de la lista de UGT a las elecciones sindicales.
Cada sindicato tenía que presentar a los comicios una lista con 23 representantes del ministerio. Dos de los contendientes de UGT en dichas elecciones, CCOO y CSIF, detectaron el 28 de mayo que el número 16 de la candidatura ugetista ya no trabajaba en Exteriores, sino que había pasado a estar adscrito en el Ministerio de Hacienda desde el 7 de marzo. Además, la candidata número 21 de UGT había renunciado unos días antes, el 25 de mayo, aunque esta baja se había subsanado según reconocían los rivales sindicales.
Al no tener la lista completa con los 23 miembros, la candidatura de UGT fue inadmitida en un primer momento el 29 de mayo por la Mesa Electoral Coordinadora, encargada de vigilar el proceso electoral, determinar la lista de electores, recibir la presentación de candidaturas, proclamar las candidaturas presentadas y, en su caso, resolver las reclamaciones.
La mesa electoral dio un día de margen a UGT
Este órgano interno de Exteriores, presidido por María de las Heras, dio un día de margen a UGT para que solventase el problema detectado. Previamente se había asesorado con la Subdirección General de Personal, que le indicó que el veto a la candidatura ugetista estaba «fundamentado», aunque una eventual consulta a la Abogacía del Estado no sería efectiva porque «la respuesta no va a estar hoy», según se le indicó a De las Heras en el cruce de correos electrónicos a los que ha tenido acceso este periódico.
La delegada sindical de UGT en servicios centrales de Exteriores, Yolanda Garrido, presentó el 30 de mayo una reclamación contra la decisión de la Mesa Electoral Coordinadora en la que planteaba una serie de errores «en cuanto a la forma y en el fondo» que, en última instancia, podrían ser constitutivos de un delito de prevaricación por parte de la presidenta de este órgano.
En cuanto a las formas, el sindicato advirtió de que había recibido el correo electrónico de inadmisión de la candidatura «sin firma ni fecha, como es preceptiva». Tampoco había rastro de los miembros que forman la citada mesa coordinadora, ni del nombre o la firma del secretario que había dado fe del hecho comunicado. «La decisión que nos ha sido comunicada es nula de pleno derecho por haber sido tomada por un órgano manifiestamente incompetente», alegó Garrido en su escrito.
Y respecto al fondo, el sindicato señaló que el funcionario señalado por CCOO y CSIF figuraba en el censo oficial distribuido por Exteriores unas semanas antes y cuyo plazo de impugnación había terminado el 8 de mayo, por lo que «toda reclamación hecha posteriormente a esa fecha es inadmisible por haber sido hecha fuera de plazo».
Además, UGT hizo hincapié en su reclamación la existencia de una «precedente recusación» de De las Heras por otro asunto, en la que esta última «demostró una pública animadversión hacia esta sección sindical», si bien no prosperó «por silencio administrativo» de la anterior presidenta de la Mesa Electoral Coordinadora.
En todo caso, el sindicato presentó el 30 de mayo una nueva lista con 25 candidatos en los que ya no aparecía el funcionario señalado por CCOO y CSIF. Sin embargo, la Mesa Electoral Coordinadora volvió a tumbarla por un defecto de forma al no llevar las firmas de las personas que la forman, si bien las rúbricas sí que estaban en otro documento remitido por parte de Julián Rollón, miembro de la Ejecutiva de UGT Servicios Públicos en Madrid.
A raíz de todo ello, UGT ha presentado una solicitud de arbitraje ante la Comunidad de Madrid, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, y confía en que su reclamación sea resuelta antes de los comicios en el departamento de Albares. En caso contrario, fuentes sindicales adelanta que irán a la jurisdicción social en busca de amparo y, por tanto, no descartan que haya que repetir la convocatoria electoral del próximo 20 de junio.
El propio sindicato lanzó este miércoles un comunicado -leer abajo- en el que pide la abstención en dichos comicios, al tiempo que desliza que el veto se debe a que es «el único sindicato que se atreve a denunciar abiertamente lo que ocurre en el ministerio». En la lista de reproches se critica que la cúpula dirigida por Albares «no ha combatido ni la presunta corrupción ni los profusamente denunciados amiguismos y el nepotismo», ni ha hecho «nada concreto por mejorar los sueldos». También se constata que pese «al cacareo sobre la lucha anti acoso» en tiempos de Arancha González Laya, en la actualidad se sigue consintiendo «acoso laboral y por razón de sexo».
