Junts da un giro estratégico y se abre a pactar con el PSC en municipios y diputaciones
Los ‘neoconvergentes’ negocian con los de Illa para recuperar poder territorial. La consigna es dejar pasar el 23-J para no perjudicar sus perspectivas frente a ERC
Jordi Turull, secretario general de Junts per Catalunya. | Europa Press
Junts per Catalunya lleva años con una campaña muy agresiva contra ERC por sus pactos con el PSOE. Si en la última legislatura les han acusado de haber abandonado el plan rupturista iniciado con el procés, los resultados electorales del 28 de mayo han propiciado un cambio de estrategia en el partido de Carles Puigdemont. Los neoconvergentes ya no temen pactar con el PSC en ayuntamientos de Cataluña si esto evita que se reduzca su poder territorial.
El partido independentista aspira a pactar con los de Salvador Illa en las diputaciones de Barcelona y Tarragona. En la pasada legislatura, PSC y Junts ya habían alcanzado un acuerdo en el ente supramunicipal de Barcelona. No obstante, fue un pacto muy criticado internamente porque suponía gobernar con uno de «los partidos del 155» (la expresión que usaba entonces Junts para deslegitimar los pactos con el PSC) y porque dejaba al descubierto una conducta incoherente al criticar los mismos tipos de acuerdo entre ERC y el PSC.
La Diputación de Barcelona es la tercera institución pública más importante de Cataluña, y en 2023 aprobó el mayor presupuesto de su historia, de 1.241,88 millones de euros. Por su parte, la Diputación de Tarragona maneja para este año un presupuesto que asciende a los 189 millones. Lograr acceder en el gobierno en estas corporaciones es vital para todos los partidos para consolidar su poder territorial ya que se manejan anualmente grandes cantidades de dinero.
Dejar pasar el 23-J
Las instrucciones de la dirección para varios de los municipios en liza es dejar pasar los comicios generales del 23 de julio con el fin de que no afecten a las perspectivas de Junts de superar a ERC en representación en el Congreso. Por esta razón, en localidades como Reus todo indica que el PSC empezará un ejecutivo en solitario hasta después de las generales, cuando se integre Junts.
En el Ayuntamiento de Roses también se ha fraguado un pacto de PSC y Junts para arrinconar a ERC. El partido de Oriol Junqueras ganó las elecciones en la localidad, y obtuvo cuatro concejales. Sin embargo, no han podido evitar que PSC (cuatro concejales), Junts (tres) y la coalición municipalista Gent del Poble (dos) alcanzar un acuerdo para gobernar.
En Vilafranca del Penedès se puede revertir el orden entre Junts y PSC que en las últimas legislaturas se ha producido en la ciudad. El PSC fue el ganador de las elecciones en el municipio y aspira a tener la alcaldía con el apoyo externo de Junts. Hasta ahora, el bastón de mando estaba en manos de los de Puigdemont. Otras localidades en los que ambas formaciones negocian son la Bisbal del Empordà, Llagostera o Lloret de Mar.
Ayuntamiento de Barcelona
La salida de Junts del Govern en octubre de 2022 fue una suerte de victoria de los sectores más maximalistas del partido, mientras que la victoria de Xavier Trias en Barcelona ha significado todo lo contrario: ahora se interpreta que la fórmula para volver a ganar es recuperar el pragmatismo y vender una imagen de moderación con reminiscencias a la extinta Convergència.
De hecho, el éxito de Trias en Barcelona precipitó la propuesta de Jaume Giró, exconsejero de Economía, de postularse como candidato de Junts a las elecciones generales. No obstante, su iniciativa fue cortada en seco por Puigdemont y el secretario general, Jordi Turull. En este caso, optan por uno de los perfiles más fieles a la línea de Waterloo como es Míriam Nogueras.
Junqueras avisó de la ‘sociovergencia’
La victoria moral que ha supuesto para Junts el sorpasso a ERC en las municipales del 28-M ha representado un cambio de paradigma en la política catalana. Los neoconvergentes no quieren ceder más poder territorial y quieren recuperar la hegemonía en el espacio del nacionalismo. Como informó este periódico, Junqueras ya alertó de la gran habilidad que tiene Junts para mutar de piel y pactar de la noche a la mañana con el PSC. Una operación que, en la política catalana, se conoce como ‘sociovergencia’.
En la misma línea, este martes la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, afirmó que «cuesta entender que se pacten alcaldías con partidos, como el PSC, que no son independentistas con el objetivo de echar o evitar que lleguen a la alcaldía otros partidos independentistas». Con todo, los llamamientos a construir un «frente democrático» entre los principales partidos independentistas ha quedado en papel mojado.
