Vox también amaga con nuevas elecciones en Baleares si el PP no le da entrada en el Gobierno
La formación que lidera Jorge Campos en la región exige gobernar en coalición, pero la ‘popular’ Marga Prohens no cede en su empeño de hacerlo en solitario
«O Gobierno de coalición o repetición electoral». Esa es la dicotomía que plantea ahora mismo Vox en las Islas Baleares. Ahí, las negociaciones con el Partido Popular se encuentran enrocadas. Tal y como adelantó THE OBJECTIVE, Jorge Campos exige entrar en un Ejecutivo de coalición liderado por Marga Prohens para atacar desde las instituciones el pancatalanismo. Es decir, aboga por el modelo de Castilla y León mientras la lideresa popular lo hace por el «gobierno en solitario» preconizado desde Génova.
No hay término medio. La formación conservadora no se contentará con un pacto de investidura, y en esto han sido muy insistentes. «Nosotros creemos en un gobierno de coalición», reiteró Campos este miércoles. Una exigencia que nunca han planteado en Extremadura ni en Murcia, donde también habrá, con toda probabilidad, repetición electoral después de la negativa del PP a dar representación a Vox en la Mesa de la Asamblea. El nuevo paso por las urnas sería en octubre, tras el 23-J.
Ahí está la clave. Desde Vox entienden que el PP será más generoso con ellos a nivel autonómico después de los comicios generales, cuando Alberto Núñez Feijóo ya no esté preocupado porque los pactos con la «ultraderecha» le pasen factura electoral. Por eso no temen a volver a someterse al escrutinio de los ciudadanos en noviembre.
Diferencias entre Murcia y Baleares
Las relaciones entre Partido Popular y Vox en la Región de Murcia se han roto como consecuencia de la negativa de Fernando López Miras a ceder la Presidencia de la Mesa al partido a su derecha, según admiten fuentes de Génova y Bambú. «Génova ha decidido que hay que ir a elecciones», reaccionaba José Ángel Antelo, respaldado a posteriori por su líder nacional, Santiago Abascal: «Es un profundo error».
Un «error» que se podría repetir en Baleares, donde Marga Prohens ha abierto la puerta a una negociación sobre la Mesa del Parlament, pero en ningún caso a entregar la presidencia. La líder popular quiere que sea Vox quien la haga presidenta con su abstención; si Jorge Campos vota en contra, sigue Mae de la Concha, de Podemos, hasta noviembre, fecha de unas nuevas elecciones autonómicas. «Si se niegan a negociar en unos términos razonables, que gobierne Mae», zanjan desde Vox.
La cerrazón de ambas formaciones en sus respectivas posturas alimenta la posibilidad de una repetición electoral que, además, gana enteros tras lo sucedido en Murcia. Las negociaciones progresan a un ritmo lento, pero adecuadamente, en Extremadura y Aragón, donde un pacto de investidura sí podría ser una fórmula satisfactoria.
Pactos en los municipios
Mientras las negociaciones a nivel regional siguen enquistadas, el mapa municipal comienza a ser conquistado poco a poco por la derecha. En aquellas ciudades donde el PSOE fue la lista más votada, PP y Vox ya cierran sus primeros pactos de gobierno. Lo harán hasta en 135 ayuntamientos, según las previsiones más optimistas de Bambú.
Lo cierto es que los populares tienen la carta blanca de Alberto Núñez Feijóo para pactar con sus socios naturales en los distintos consistorios. Así es en que Guadalajara, Toledo o Burgos ya se han cerrado acuerdos para «desbancar a la izquierda».