Ocho medidas electoralistas con las que Sánchez trata de combatir las encuestas
Las iniciativas ventajistas del Gobierno se han dirigido principalmente a los jóvenes y a los mayores de 65 años
Tras la convocatoria anticipada de elecciones para el próximo 23 de julio, el Gobierno de Pedro Sánchez afronta las últimas reuniones del Consejo de Ministros de la legislatura. Lo hace, además, dando continuidad a una táctica que ya puso en marcha en las semanas previas a los comicios municipales y autonómicos del 28 de mayo: con la adopción de medidas electoralistas que puedan beneficiarle en las urnas. Todo ello con las encuestas pronosticando una clara derrota socialista.
La última de estas iniciativas fue aprobada el pasado martes. El Consejo de Ministros dio luz verde al real decreto por el que se regula la concesión directa de subvenciones a salas de exhibición cinematográfica para fomentar el acceso al cine de las personas de 65 o más años. Estas ayudas permitirán que un día a la semana, preferiblemente los martes u otro día en el caso de las salas que solo abren durante el fin de semana, los mayores puedan ir al cine por sólo dos euros. El programa contará con un presupuesto de 10 millones de euros a cargo del contribuyente.
Una dotación sustancialmente mayor, 210 millones de euros, es la que soporta otra de las medidas electoralistas del Ejecutivo. Hablamos del llamado bono cultural joven por el que los jóvenes que hayan cumplido o vayan a cumplir 18 años en 2023 tendrán acceso a 400 euros que podrán destinar a la adquisición y el disfrute de productos, servicios y actividades culturales. El bono podrá emplearse en videojuegos y suscripciones a Spotify o Netflix, entre otros, pero no en libros de texto o instrumentos musicales.
El Gobierno también aprobó hace unas semanas otras dos medidas que buscaban congraciarse con los jóvenes, ambas relativas al transporte. La primera es un descuento del 50% sobre el pase global flexible de Interrail para los jóvenes de entre 18 y 30 años. La segunda son suculentas rebajas en el precio de los billetes de tren (50% en los servicios Avant y 90% en media distancia, incluyendo los servicios de proximidad) y de autobús regular (90%). El Ejecutivo, además, introdujo estas iniciativas en el decreto de medidas contra la sequía, facilitando su aprobación en las Cortes.
También en el transporte, y esta vez para la población general, el Gobierno aprobó en su día la prórroga de los abonos gratuitos de Renfe en Cercanías, Rodalies y Media Distancia. Los descuentos serán válidos hasta el 31 de agosto.
También en el último Consejo de Ministros, se acordó la modificación de la metodología de cálculo de la tarifa eléctrica regulada. La medida, que afectará a unos nueve millones de consumidores, pretende reducir la volatilidad de la factura de la luz. Sin embargo, la iniciativa llega cuando ya hace meses que el precio de la electricidad ha dejado de ser una cuestión de debate tras los valores históricos en los que estuvo situada el año pasado.
Otro ejemplo de electoralismo fue que el Gobierno anunciase 1.610 plazas de funcionarios de Hacienda sólo dos días después de que Sánchez diese a conocer el adelanto de las generales. De esas plazas, 793 son puestos de turno libre en el ministerio que dirige María Jesús Montero, mientras que las otras 817 están destinadas a promoción interna.
Remontándonos algo más en el tiempo, fueron muchos los que vieron electoralismo en el fin de la obligatoriedad de llevar mascarillas en el transporte público. El Consejo de Ministros dio luz verde a la medida en febrero cuando la situación pandémica llevaba estable varios meses, por lo que no parecía responder a un criterio sanitario. Además, parece que el Ejecutivo pretende repetir el truco, ya que el pasado viernes el ministro de Sanidad, José Miñones, anunció que se estudiaría eliminar la obligatoriedad de las mascarillas en centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias.