El andaluz que pegó a un policía con un tablón con clavos, entre los que Junts pide amnistiar
Daniel Gallardo participó en una protesta en Madrid contra la sentencia del Supremo a los líderes independentistas
Los resultados electorales del 23 de julio han situado a Junts per Catalunya como el partido que tiene la llave de la gobernabilidad. Con sus siete escaños, el partido de Carles Puigdemont se ha abierto a negociar tanto con PSOE como PP y ya ha hecho saber su posición de máximos para iniciar los contactos, como que se aborde una amnistía para los 4.000 encausados o condenados que calculan que hay en el movimiento independentista. Entre esta extensa lista de «represaliados» figura Daniel Gallardo, un andaluz condenado a cuatro años de cárcel por agredir a un agente de la Policía Nacional en la protesta que tuvo lugar el 16 de octubre en Madrid de 2019 en contra la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes del procés.
La misma noche de las protestas que se sucedieron en la Puerta del Sol, el activista pasó la noche en el calabozo después de ser atendido por el SAMUR. Fue acusado de delitos contra un agente de la autoridad, así como atentado, resistencia, desobediencia y desórdenes públicas. La juez dictó prisión provisional sin fianza por considerar que había riesgo de fuga y, según el atestado judicial, iba armado con un tablón con seis clavos que usó para golpear dos veces la cabeza de un policía.
Tras pasar un año en la cárcel madrileña de Alcalá Meco, el 17 de noviembre de 2020, Gallardo salió de la cárcel a la espera de sentencia. Un mes después, el 16 de diciembre, fue condenado por la Audiencia Provincial de Madrid a cuatro años y medio de prisión por desórdenes públicos y atentado contra la autoridad, además del pago de una indemnización al agente de la Policía Nacional y al Ayuntamiento de Madrid.
Este junio, el Tribunal Supremo ha ratificado su condena. El Alto Tribunal ha rebajado levemente la condena de cuatro años y medio que impuso la Audiencia Provincial de Madrid al considerar que debe ser condenados por el tipo básico de desórdenes públicos y no el agravado.
No obstante, los magistrados mantienen la condena al acusado por atentado a agentes de la autoridad y lesiones acreditadas en la sentencia de la Audiencia Provincial, que fue confirmada en lo esencial por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Hechos probados
Daniel Gallardo negó durante el juicio que agrediera al agente durante los disturbios que se produjeron tras la concentración en Madrid en contra de las condenas por sedición en la causa del procés del Tribunal Supremo. Sin embargo, la Audiencia consideró probado que «golpeó por la espalda súbitamente y de manera violenta» con un palo de madera con «seis clavos que lo atravesaban» a un agente en la cabeza.
Según el tribunal, que la lesión originada «haya sido leve, no evita la agravación», puesto que conllevó «la suficiente peligrosidad» para originar «grave quebranto para la salud».
«Afirmar que carecía de peligrosidad porque la parte golpeada era la cabeza y se portaba un casco de especial protección (pese a lo cual los clavos dejaron marcado el casco, aunque sin llegar a horadarlo), sería lo mismo que aseverar que disparar a un agente que portaba chaleco antibalas, no conlleva peligrosidad porque se disparó al pecho», abundó el Supremo en su sentencia.
«Montaje policial»
El caso siempre ha sido tachado de «montaje policial» por parte del Movimiento Antirrepresivo de Madrid (MAC), entidad que llevaba su defensa. De acuerdo con MAC, fue un «cabeza de turco» para castigar aquellos activistas que se solidarizaron con el movimiento independentista catalán.
En la misma línea, en Cataluña se han celebrado actos en apoyo a Gallardo, convocados por los autodenominados Comités en Defensa de la República (CDR) y la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Ahora es uno de los «4.000 represaliados» que Junts pone sobre la mesa para negociar un pacto de investidura. Como informó este periódico, los de Puigdemont no se dan por satisfechos con la mesa de diálogo ni los indultos que defiende ERC.