Los votantes de Podemos se fueron al PSOE el 23-J y Sumar hasta perdió votos de Más Madrid
La coalición de Yolanda Díaz salvó los muebles pero los datos también revelan que sufrió un llamativo desgaste en Madrid
La coalición que lidera Yolanda Díaz logró el pasado 23 de julio un resultado global aceptable, con 31 escaños cuando en la formación se llegó incluso a temer quedar por debajo de los 30. Aun así, el análisis pormenorizado de los datos electorales revela, tal y como esgrimen desde Podemos, que no se puede exceder en el triunfalismo. En la noche electoral del pasado domingo Sumar presumió de sonrisas y los militantes aplaudieron a Díaz cantando «presidenta, presidenta». Sin embargo, justo en Madrid, uno de los territorios donde Díaz era más fuerte, la sangría electoral fue destacable.
Podemos insiste en hacer una comparación estatal, entre las generales de 2019, cuando al mando de Unidas Podemos estaba Pablo Iglesias, y los comicios del 23-J. Entonces, Iglesias logró 463.000 votos en la Comunidad de Madrid, y Más País (la matriz de Más Madrid) 201.000. La suma de estos dos partidos representaba el 18% de votos, 664.000 papeletas. Podemos y Más País estaban enfrentados, y en las últimas autonómicas y municipales del 28 de mayo, Podemos bajó a 158.000 votos (muy cerca de la barrera del 5%), mientras que los de Mónica García alcanzaron 615.000 papeletas (el 18,3%).
220.000 votos menos
El total de Podemos y Más Madrid en las últimas autonómicas habría significado alcanzar el 23% de votos, hasta un total de 773.000 votos. De este virtual 23% de votos, se puede extrapolar que en las generales del pasado domingo, cuando por primera vez Podemos y Más Madrid concurrieron juntos bajo la sigla de Sumar, la pérdida de votos fue de hasta siete puntos porcentuales. En la Comunidad de Madrid, de hecho, Díaz logró el 23-J unos 550.000 votos (15%), alrededor de 220.000 votos menos que la suma de morados y turquesas en las últimas autonómicas.
Es más, incluso si se comparan solo los votos en las autonómicas de mayo de Más Madrid con los de la coalición de Díaz —que incluyó al PCE, Podemos e IU—, el nuevo proyecto político de la ministra gallega perdió alrededor de 65.000 votos, y alcanzó un porcentaje inferior al cosechado por Mónica García hace tan solo dos meses: algo menos de tres puntos porcentuales.
Que el resultado de Díaz en Madrid, uno de sus teóricos feudos, fue agridulce, lo demuestra también el análisis de los datos metropolitanos. Sumar logró en la capital en total 283.000 votos (16%) el pasado 23 de julio. En las últimas elecciones municipales de mayo, la candidatura de Rita Maestre con Más Madrid alcanzó los 313.000 votos (19%), y Podemos obtuvo 79.000 papeletas (4,8%). Esto significa que a pesar del aumento de la participación —en toda la Comunidad subió más de un 3%—, Díaz logró menos votos que Más Madrid y Podemos juntos.
De Podemos al PSOE
Díaz y sus portavoces insisten en estos días en presumir de haber «frenado a las derechas» como principal logro político. Eso a pesar de haber perdido siete escaños con respecto al resultado de Unidas Podemos de 2019, algo que Ione Belarra y también Iglesias no paran de recordar. Pero Díaz necesita vender euforia a la opinión pública, para ganar tiempo y para que nadie cuestione su liderazgo. Máxime porque en algunos sondeos preelectorales su coalición parecía poder rebajar el umbral de los 30 diputados, considerados tanto dentro Sumar como fuera la frontera simbólica entre el éxito y el fracaso, tal y como describió en diferentes informaciones este diario.
La pérdida de votos, no obstante, existe. Y demuestra, según admiten también fuentes de partidos que colaboran en la promoción de Díaz, que «los votantes de Podemos prefirieron el PSOE a Sumar» (posiblemente debido al veto a Irene Montero). Y, por otro lado, que también votantes de Más Madrid se decantaron por los socialistas, sin que hubiese un trasvase de votos satisfactorio para la formación que lidera la gallega. En la Comunidad de Madrid, en efecto, el PSOE pasó de 609.000 votos (18%) en mayo a 993.000 en las generales (27%).
Se trata por lo tanto de entender que, aunque Díaz intenta ofrecer entusiasmo, su formación puede encontrar serios problemas si no se llega a un acuerdo con los independentistas y España se ve abocada a una repetición electoral, donde todo apunta a que el voto útil se incrementará. Este es el escenario, de hecho, que Díaz teme más, tal y como desveló en exclusiva este diario en la misma noche electoral.
Una situación de bloqueo que en Sumar temen que pueda acabar en algún tipo de acercamiento entre el PP y el PSOE, y más en general en una pérdida de tiempo que pueden aprovechar sus compañeros de Podemos para ir desgastando el liderazgo de la política gallega. Es precisamente por esa razón que Díaz es hoy en día la más interesada en que se desbloquee cuanto antes la negociación para una coalición con el PSOE, y al mismo tiempo que se obtengan los votos de todos los nacionalistas para la investidura.