Junts trabaja desde hace un mes en la opción de la amnistía porque no se creía los sondeos

Junts per Catalunya lleva trabajando en profundidad desde hace al menos un mes en su propuesta de amnistía, explican fuentes del partido a THE OBJECTIVE. Carles Puigdemont y su equipo más cercano eran escépticos con los sondeos que daban una victoria nítida y contundente a las derechas de PP y Vox, y se veían con posibilidades de ser determinantes para la gobernabilidad de España, ya fuera para que Pedro Sánchez pudiera mantenerse en Moncloa o para facilitar otros equilibrios parlamentarios. Este escenario, además, también se contemplaba desde el Gobierno de coalición. El PSOE hacía tiempo que era consciente de que sus opciones de revalidar el gobierno podían pasar por Junts, y según las fuentes consultadas, hubo amagos para atraerlos en el bloque de investidura.

Las distintas corrientes que habitan en Junts —una más pragmática y otra maximalista con los planes secesionistas— pugnan desde hace tiempo por controlar el partido. No obstante, Puigdemont sigue siendo el principal activo con el que cuentan y han hecho de su liderazgo simbólico su principal reclamo electoral: desde Waterloo, el ahora eurodiputado ha participado en varios actos de campaña y nadie duda de que todo lo que decida el consejo ejecutivo de Junts debe ser validado por Puigdemont. Por esta razón, el control de las negociaciones está en sus manos.

Aunque no será el único que negociará, contará en Madrid con una aliada. La candidata de Junts por Barcelona en las elecciones generales, Míriam Nogueras, se mantiene fiel a la línea de Waterloo y, de momento, toda la dirección del partido cierra filas con su propuesta de máximos: referéndum de autodeterminación y amnistía. Las fuentes consultadas ven improbables que el partido se divida a medida que avancen las negociaciones, aunque la esperanza del PSOE ha sido siempre que las corrientes pragmáticas se impusieran (algo que parece improbable después de que Puigdemont frenara las aspiraciones de Jaume Giró de competir con Nogueras para ser el candidato a las elecciones del 23-J).

Solución judicial antes que política

La estrategia en la que trabaja Junts desde hace tiempo es dar prioridad en solucionar la vía judicial y, posteriormente, el llamado «conflicto político». Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont, ha insistido en esta idea en una entrevista este martes en Rac1: «La vía judicial es la vía más impecable y limpia para solucionar un problema que nunca debería haber llegado a los tribunales».

Esta hoja de ruta pasa por no aceptar soluciones personales, como son los indultos, y buscar un remedio para los 4.000 activistas e independentistas encausados por su implicación en el 1-O o en protestas tras la sentencia del Tribunal Supremo. A su juicio, es completamente legal y no requeriría de ninguna reforma constitucional permitir una amnistía a este colectivo. «No se trata ni de indultos generales ni de amnistías generales, que están prohibidas», apostillas estas fuentes.

Desde Junts son conscientes de que los principales partidos independentistas están perdiendo apoyos en las urnas en cada contienda electoral. Así que consideran que, de forma indirecta, una solución judicial para todos los independentistas encausados —no solo la élite o clase dirigente— les diferenciaría de ERC y podrían atraer el votante que se ha ido a la abstención (Junts ha perdido 137.000 votos en estos comicios).

No hay que excluir que en esta decisión de dar prioridad a la vía judicial se halle también la posibilidad de que, si Puigdemont no recupera su inmunidad parlamentaria —que le retiró el Tribunal General de la Unión Europea el pasado 5 de julio—, vea sus movimientos muy restringidos (con el amparo de Bélgica y pocos países más). Como ya sucedió en el último pleno en Estrasburgo: Puigdemont no viajó hasta Francia por el temor a ser entregado a España. El líder independentista ha recurrido ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, pero todavía pasará tiempo hasta que el tribunal comunitario se pronuncie.

Fórmulas para la excarcelación

En paralelo, y mientras un acuerdo para un referéndum de autodeterminación es altamente improbable, el PSOE sí que ve con buenos ojos explorar fórmulas que eviten la encarcelación de todos los independentistas con causas pendientes de los tribunales, así como para excarcelar a los ya condenados.

Junts sitúa la cifra de «represaliados» en 4.000 activistas. Se trata de jóvenes y cargos locales que participaron en el 1-O, en protestas, cortes de carretera o ocupaciones de espacios públicos o infraestructuras como el aeropuerto de Barcelona. Esta petición es un punto de partido para entablar negociaciones, pero desde el partido independentista afirman que no rebajarán sus ambiciones como, a su juicio, ha hecho ERC. Y avisan de que lo único que evitaría una repetición electoral es que PSOE o PP «suban su oferta para Cataluña».