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Los 'susanistas' culpan a Espadas de su posible purga en el Senado: «Muestra su debilidad»

El entorno de Díaz exime a Ferraz y señala al secretario general del PSOE-A por quererla relevar en la Cámara Alta

Los ‘susanistas’ culpan a Espadas de su posible purga en el Senado: «Muestra su debilidad»

Juan Espadas ofrece una rueda de prensa ante la atenta mirada de Susana Díaz. | Eduardo Briones (Europa Press)

El PSOE de Andalucía es un avispero. El entorno de Susana Díaz acusa de removerlo a su secretario general, Juan Espadas, que el viernes puso en duda la continuidad de su predecesora en el Senado pese a que le quedan tres años para el relevo. Los dirigentes socialistas consultados por THE OBJECTIVE eximen a Ferraz de estar detrás de la posible purga de la expresidenta andaluza y responsabilizan a Espadas: «Esas palabras solo muestran su debilidad al frente del partido».

El Parlamento de Andalucía eligió en julio del año pasado a los nueve senadores que le corresponde designar: cinco dirigentes del PP, uno de Vox y tres del PSOE, entre los que se encuentran Díaz, Espadas y el malagueño Víctor González. El viernes, el secretario general de los socialistas andaluces confirmó que seguiría como senador por designación autonómica en la legislatura que echará a rodar el 17 de agosto, pero reconoció que se pueden producir cambios con los otros dos representantes.

Las palabras de Espadas provocaron un terremoto en el PSOE andaluz, inmerso en una travesía de desierto tras abandonar el poder en diciembre de 2018, tras casi cuatro décadas ininterrumpidas al frente de la Junta de Andalucía. «Nadie abrió la boca tras los malos resultados de las municipales porque había otras elecciones a la vuelta de la esquina. Esto ha sido un ataque gratuito», lamenta una antigua colaboradora de Díaz.

El anuncio de Espadas

Es la primera vez que un dirigente socialista pone en duda la conclusión del mandato de Díaz en el Senado, que debería terminar en 2026 si no hubiera adelanto electoral en Andalucía. Sus seguidores, que rechazan que exista el susanismo, advierten de que el anuncio de Espadas puede ser el preludio de una «purga» de personas críticas con Pedro Sánchez.

La caída en las municipales, en las que el PSOE-A se dejó casi 200.000 votos y 428 concejales respecto a cuatro años antes, soliviantó los ánimos en la mayor federación del partido en España. Los resultados de las generales, en la que los socialistas se quedaron a apenas 100.000 papeletas del PP, aplacó esos ánimos. Hasta las palabras de Espadas, que «ha vuelto a meter al enfermo en la UCI».

«Esas palabras muestran la debilidad de Espadas, que arremete como un animal herido a quien piensa que todavía es su enemiga», afirma a THE OBJECTIVE una dirigente regional. Díaz y Espadas se batieron en unas primarias en junio de 2021. En juego, la candidatura a la Junta de Andalucía. El proceso electoral lo ganó el otrora alcalde de Sevilla con el 55% de los votos, pero aquel movimiento, avalado por Sánchez, dividió aún más al PSOE-A.

Espadas se haría semanas más tarde con la secretaría general y Díaz se convertiría en senadora por designación autonómica. «Lo único que ha ganado Espadas son unas primarias y estaba dopado por Ferraz», le reprocha un antiguo alto cargo del PSOE-A. En los últimos dos años, las familias del socialismo andaluz han mantenido una pugna soterrada. Creen que las palabras del viernes podrían suponer la gota que colme el vaso.

El papel de Ferraz

«El único que no huele a muerto es Espadas», sentencia una antigua dirigente regional. En su opinión, la situación del PSOE-A se ha tornado ya en insostenible porque «no todo vale, y menos, los ataques a los compañeros». Un antiguo diputado autonómico afea al actual secretario general que se trate sin respeto a su predecesora, quien ha presidido la Junta de Andalucía durante cinco años y medio. E insiste: «Espadas dijo lo que dijo con la autorización de Sánchez».

Un extremo que descarta la mayoría de dirigentes que siguen apostando por Díaz. Los más cercanos a Espadas tampoco ven detrás de sus palabras la intermediación de Ferraz. «Lo que dijo es responsabilidad única y exclusiva suya. Quiere sustituir a los actuales senadores por designación autonómica por gente de su cuerda que se tambalea», sostiene un socialista histórico en Andalucía.

Las palabras de Espadas no atañen solo a Díaz. La onda expansiva también alcanza al malagueño Víctor González. Su entorno resta dramatismo a las afirmaciones de su secretario general y aseguran que pondrá el acta a disposición del PSOE-A si es necesario. «Es un hombre de partido», afirma una persona muy cercana al político, que también es concejal en su localidad, Vélez-Málaga, donde los socialistas perdieron la alcaldía tras los comicios del 28-M tras un pacto entre el PP y el Grupo Independiente Pro Municipio de Torre del Mar (Gipmtm).

Una política regional muy cercana a Díaz acusa a Espadas de «un cinismo elevado a la enésima potencia». No obstante, afirma que la expresidenta andaluza no está dolida ni preocupada: «Suele repetir que ella no pregunta al partido cuándo la pone ni cuándo la quita». Otro dirigente muy cercano a la expresidenta andaluza reconoce que «le dolió más su salida de la Diputación Permanente».

Díaz dejó de pertenecer a este órgano el 30 de mayo, el mismo día que Sánchez convocó elecciones generales. La Diputación Permanente del Senado, que integra a nueve andaluces, entre ellos Espadas, es la encargada de velar por los asuntos entre la disolución de la Cámara y su nueva constitución, programada para el 17 de agosto. Los susanistas afirman que detrás de esa decisión también se encontraba el secretario general del PSOE-A.

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