El choque entre PP y Vox en el Congreso apuntala la repetición electoral en Murcia
Las dos formaciones cuentan con diez días de plazo para cerrar un pacto a contrarreloj que evite unos comicios el 25-O
El choque entre el Partido Popular y Vox este jueves en el Congreso de los Diputados ha dejado aún más apuntalada la repetición electoral en Murcia y ha endurecido el hielo que separa desde semanas a la formación de Santiago Abascal del PP murciano de Fernando López Miras. En este análisis es en lo único en lo que ambos partidos de la derecha coinciden en estos momentos.
Tal y como cuenta hoy THE OBJECTIVE, la indignación se ha apoderado de Vox después de que el PP les excluyera deliberadamente de la Mesa del Congreso. Una «hostilidad» que choca, en su argumentario, con la «generosidad» con la que tratan al PNV y que tendrá serias consecuencias políticas. La primera, que se replantean ofrecer gratis sus votos a una hipotética investidura de Alberto Núñez Feijóo, y la segunda apunta directamente a la Región de Murcia.
Los populares murcianos admiten a este medio que este jueves se encontraban «mirando a Madrid», y que lo acaecido en la capital «lo complica todo más», aunque «la vía de diálogo no está agotada». Quedan diez días para llegar a un acuerdo. «Si la semana que viene no hay un acercamiento, y si el 28 de agosto no hay ya un calendario parlamentario será muy difícil», confiesan estas fuentes, que ya vislumbran una repetición electoral el próximo miércoles 25 de octubre.
En este -ya no tan- hipotético escenario, sostienen fuentes del PP de Murcia, «el gran damnificado sería Vox», que estaría «perdiendo el debate mediático» por haber votado junto a la izquierda contra su investidura en dos ocasiones. También juega a su favor, arguyen, que el candidato socialista, José Velez, «es muy débil». No temen, por tanto, un rearme de la izquierda y fían a la reagrupación de voto de la derecha en torno al partido que ahí dirige Fernando López Miras.
Las posiciones, y en esto coinciden tanto PP como Vox, se encuentran «enrocadas». Los primeros acusan a los segundos de que «se niegan a sentarse a hablar de programa», mientras que estos se defienden sosteniendo que Fernando López Miras «lleva cuarenta días sin llamar» a José Ángel Antelo para desbloquear el gobierno. Los primeros quieren, además, «gobernar en solitario» y los segundos exigen una coalición que «respete a sus votantes».
Los populares murcianos insisten en que López Miras «no necesita a Vox, sólo su abstención», ya que está a dos diputados de la mayoría absoluta y «suma más que toda la izquierda». Pero los de Antelo se remiten a Aragón, donde el PP contaba con una proporción de fuerzas más ventajosa (28 representantes frente a siete de Vox, mientras que en Murcia la proporción es de 21-9) y aún así hubo coalición.
Los argumentos de Vox
Cabe recordar que, tal y como adelantó este medio, la dirección nacional de Vox endureció sus posiciones negociadoras tras el 23-J, al entender que sus votantes premiaron su «fortaleza» y «coherencia» en esta región. «Quieren que les defendamos con uñas y dientes», sostenían tras las generales desde Bambú.
Vox retrocedió considerablemente a nivel nacional en la última llamada a las urnas, cuando perdió 19 escaños. Sin embargo, resistió mejor en Murcia, donde perdió un diputado y 37.000 votos. No obstante, desde el partido argumentan que el respaldo al proyecto creció al haber obtenido 162.481 votos, casi 44.000 más que en los comicios autonómicos del 28 de mayo, siendo los que más ensancharon su electorado en este lapso. Esto lo interpretaron como un respaldo a su postura firme en la negociación que mantienen con los populares. Casi un pulso.
Un pulso que se ha endurecido, además, tras lo sucedido este jueves en el Congreso de los Diputados. Hay prebostes populares que justifican su decisión de no ceder un puesto a sus socios precisamente por no haberles facilitado la investidura en Murcia. Pero no contemplaron que, tal y como confiesan desde su entorno, «cuando Santiago [Abascal] se siente atacado, se envalentona».