El PP avisa que permitir las lenguas cooficiales en el Congreso es «una cortina de humo»
El presidente del Senado opina que se está tratando de desviar la atención sobre una posible amnistía
El presidente del Senado, Pedro Rollán, durante la Constitución de las Cortes el pasado jueves. | Alejandro Martínez Vélez (Europa Press)
El vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Pedro Rollán, ha avisado este sábado de que el compromiso de la nueva presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, de permitir el uso del catalán, el euskera y el gallego en la Cámara Baja es «una cortina de humo para tapar un acuerdo» con las fuerzas independentistas de Cataluña para una «amnistía» a los antiguos líderes autonómicos pendientes de juicio por el frustrado proceso independentista catalán de 2017, saldado con condenas por delitos de sedición, malversación de caudales públicos y desobediencia para diversos miembros del Ejecutivo autonómico que lideraba Carles Puigdemont, huido a Bélgica tras tales hechos.
Pedro Rollán ha visitado este sábado Cádiz en compañía del presidente del PP gaditano y alcalde de la ciudad, Bruno García, donde en los aledaños del monumento conmemorativo de la Constitución de 1812 ha reflexionado sobre el mencionado compromiso de la nueva presidenta del Congreso de los Diputados, proclamada en el cargo con el apoyo de los 121 diputados del PSOE, 31 de Sumar, siete de ERC, siete de Junts, seis de Bildu, cinco del PNV y uno del BNG.
Mientras Armengol ha manifestado que implantar el uso del catalán, el euskera y el gallego en el Congreso «tiene sus complejidades» pero su idea es cumplir dicha medida «lo más rápido posible», Rollán ha expuesto que dicho compromiso deriva de «una exigencia de ERC y Junts, una imposición» por tales fuerzas independentistas catalanas que han apoyado su nombramiento.
Y especialmente, ha avisado de que dicha medida es «exclusivamente una cortina de humo para tapar un acuerdo en la trastienda para una amnistía» a los líderes independentistas catalanes pendientes de juicio por el proceso de independencia de 2017, como Carles Puigdemont, líder de Junts y huido a Waterloo (Bélgica) tras aquel «fallido golpe de Estado».
