El PSOE confía en una investidura exprés de Sánchez tras el «fracaso» de Feijóo
Los socialistas quieren que la votación se celebre a mediados de octubre y aprovecharán hasta entonces para negociar
Septiembre puede convertirse en una travesía por el Gólgota para Alberto Núñez Feijóo. El líder popular acude los días 26 y 27 a la sesión de investidura, aunque sus opciones son remotas. El PSOE sostiene que se trata de un proceso abocado al «fracaso» y le acusan de orquestar una estrategia para ir a una repetición electoral. Los socialistas le entregarán todo el foco mediático y aprovecharán estas semanas para continuar «con discreción» unas negociaciones que lleven a Pedro Sánchez de nuevo a La Moncloa. Esperan que la suya se convierta en una investidura exprés y culminarla a mediados de octubre.
El rey Felipe VI encargó el pasado martes a Feijóo ir a la investidura para intentar convertirse en presidente del Gobierno. Una decisión que no modifica el plan trazado por el PSOE. Los socialistas tenían asumido ese paso (siempre se le ha ofrecido a la fuerza más votada), aunque afirman que será «un proceso fallido». En su opinión, Sánchez es el único que cuenta con una mayoría suficiente garantizada.
El PSOE quería resolver la investidura de Feijóo por la vía rápida. Su intención era forzarle a acudir a la sesión esta misma semana, pero el líder popular expuso a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que necesitaba más tiempo para negociar con los partidos. Contaba con la baza de los antecedentes, ya que siempre ha habido un mes de plazo. Los socialistas accedieron porque la fecha elegida evitaba una repetición electoral en Navidad.
Los contactos del PSOE
El PP inicia este lunes una ronda de contactos para lograr el éxito de Feijóo, que tiene garantizados 172 votos, a cuatro de la mayoría absoluta. Sus posibilidades pasan por conseguir el apoyo, o al menos la abstención, de los cinco diputados del PNV a través de contrapartidas económicas. El portavoz de los jeltzales en el Congreso, Aitor Esteban, ha anunciado que mantendrán una reunión «por cortesía», pero que no le darán su apoyo porque no entran en «combinaciones» en las que esté Vox.
Un escenario que dejaría expedito el camino de Sánchez. El líder socialista dispondrá de dos meses para articular una mayoría si finalmente Feijóo no consigue ser investido, pero en el PSOE confían en que ese proceso sea rápido. Esperan culminarlo a mediados de octubre, antes de que la princesa Leonor cumpla los 18 años y jure la Constitución en el Congreso, como establece el artículo 61.2 de la Carta Magna.
Los dirigentes socialistas consultados por THE OBJECTIVE consideran que, aunque «las investiduras las carga el diablo», Sánchez está en condiciones de reeditar un gobierno de coalición. En Ferraz insisten en que es el único que puede lograr los apoyos suficientes, algo que ya evidenció la elección de la presidencia en la Cámara Baja. El cargo recayó en Armengol gracias a los votos de Sumar, PNV, BNG, Bildu, ERC y Junts.
El PSOE ha iniciado las negociaciones con todos, aunque aún no ha firmado ningún documento. En Ferraz creen que cuentan con tiempo suficiente. Ahora abogan por darle todo el protagonismo a Feijóo, al que «se le va a hacer largo» el mes que le resta para acudir a la investidura. Aprovecharán que el líder popular concentra los focos para negociar con discreción con sus potenciales socios, conscientes de que no es lo mismo pactar la presidencia del Congreso que la del Gobierno.
Exigen la amnistía
Los compromisos adquiridos para aupar a Armengol empiezan a materializarse. La Mesa del Congreso se reúne este lunes para dar vía libre a los grupos parlamentarios de ERC y Junts, registrados la pasada semana con diputados cedidos por Sumar y PSOE respectivamente, ya que las fuerzas nacionalistas no cumplen los requisitos que establece el Reglamento. Un escenario que se repetirá en el Senado. El PP, que tildó la medida de «cambalache», ha pedido un informe jurídico para valorar su legalidad.
Las conversaciones para que Sánchez siga en La Moncloa se antojan más difíciles. ERC y Junts han exigido la amnistía para cerrar de manera definitiva el procés. Ambos partidos ya presentaron una proposición de ley en el Congreso en 2021, pero no fue tomada en consideración. Eso puede cambiar ahora. Los socialistas califican esa posibilidad de «especulaciones», pero en clave interna lo consideran una buena solución para rebajar tensiones en Cataluña. Algunos dirigentes históricos del PSOE como Guillermo Fernández Vara y José Montilla ya la han avalado.
En Ferraz la preocupación pasa por encontrar una fórmula que evite el rechazo del Tribunal Constitucional, con mayoría progresista. Creen que los resultados del 23 de julio avalaron este tipo de soluciones, ya que el PSOE fue la fuerza más votada en Cataluña. Los socialistas se enorgullecen de la gestión que han realizado estos años, que ha mejorado notablemente la convivencia en la región. No obstante, reconocen los obstáculos que se encontrarán en el camino, principalmente mediáticos.
Las primeras piedras en el camino las pondrá el PP, que ya asume su fracaso en la investidura y ha comenzado a preparar el terreno como oposición. Feijóo inició el curso político este domingo en el Castillo de Sotomayor (Pontevedra), donde confirmó su intención de hablar con todas las fuerzas excepto con Bildu. Algo que no quiere decir que esté dispuesto a «ceder a chantajes o subastas».
El modelo de Sánchez
Feijóo defendió «una visión de Estado y de defensa de intereses de las minorías» frente al modelo de Sánchez, que en su opinión ha llevado a España «al abismo político, territorial, existencial y económico». El PSOE considera que el líder popular es consciente de que no obtendrá los apoyos necesarios en la investidura, pero que debe ir a ella para legitimarse en su propio partido.
Los socialistas no quieren ni oír hablar de una repetición electoral, que sería mal vista por la ciudadanía y solo beneficia «a quienes no le cuadran los números». Hace unos días, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, acusó a Feijóo de orquestar una estrategia para volver a votar. En Ferraz consideran que no hay que descartar ninguna posibilidad, pero están convencidos de que lograrán un entendimiento y no desaprovecharán esta «oportunidad».